Vox aprovecha las injerencias de Musk en Europa para tomar impulso en España

Vox ha dejado atrás las crisis interna que se abrió en el partido tras el desplome en las generales de julio de 2023, marcada sobre todo por el abandono de pesos pesados de la formación y las dificultades para sobrevivir electoralmente a los gobiernos autonómicos de coalición con el Partido Popular. En solo un año, el escenario para los de Santiago Abascal ha cambiado por completo y cabalgan a lomos del influjo ultraderechista mundial.

Las encuestas evidencian una tendencia al alza desde hace meses. El último estudio de Key Data para Público de 2024 señalaba que Vox era el partido que más se había visto reforzado desde la tragedia de la DANA —a costa de la caída del PP—, con una estimación de voto del 13,6% y una proyección de 40 escaños, siete más de los que obtuvieron en las últimas elecciones generales. En diciembre también se produjo la victoria de Donald Trump en Estados Unidos.

En 2025, la tendencia se consolida. Según el último barómetro del Instituto 40dB para el diario El País y la Cadena SER publicada este martes, Vox es el partido que más crece con respecto a las últimas generales. Los datos reflejan también que es la marca con mayor capacidad para retener a sus votantes, manteniendo el 83% de los apoyos, y la que más papeletas atrae entre los jóvenes de entre 18 y 24 años, aunque se desinfla a medida que avanza la franja de edad.

Con esto sobre la mesa, Ignacio Garriga, secretario general de Vox y líder en Catalunya, reunió este martes a cargos de todos los territorios para coordinar la acción política del partido de cara al nuevo año y les pidió la "máxima movilización" en la calle para mantener la presión en la sociedad civil.

Sin embargo, el núcleo duro de Abascal hace tiempo que empezó a trabajar en otra vía que no es la nacional. Como ha contado este periódico, el líder de Vox ha ido ganando una importancia notable en la esfera internacional hasta convertirse en presidente de Patriotas por Europa (Patriots), el tercer grupo del Parlamento Europeo donde se integran Viktor Orbán o Marine Le Pen. El presidente de Vox no es un desconocido ni un recién llegado para la red ultraderechista global.

Musk ya ha puesto un ojo en España

Así, con Pedro Sánchez como uno de los líderes progresistas más importante del mundo —de los pocos que resiste como presidente del Gobierno— y España, bastión de la izquierda, el futuro de Vox es crucial. "Dónde aún no hemos logrado ser la primera fuerza, no estamos tan lejos de poder conseguirlo",lanzó Abascal en el mes de diciembre en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), una convención donde se dan cita líderes reaccionarios de todo el mundo. El entorno de Abascal está convencido de que, igual que ha sucedido en Italia y va camino de pasar en Alemania, su entrada en el Gobierno llegará.

Por eso la mejor noticia para ellos es la injerencia de Elon Musk en Europa. El algoritmo de la red social X —antes Twitter—, de la que es propietario, lleva meses funcionando como altavoz de los discursos ultraderechistas porque premia con más interacciones los mensajes populistas y los discursos de odio, moldea el clima de opinión y da vía libre a los bulos. Así, envalentonado por la victoria de Trump, que además le ha nombrado codirector del "departamento de eficiencia gubernamental" de Estados Unidos, el mayor multimillonario del mundo también quiere hacer política en el Viejo Continente.

Musk ha apoyado públicamente a la ultraderecha alemana, Afd (Alternativa para Alemania), de cara a las próximas elecciones en el país germano —en las que se prevé un resultado histórico de la extrema derecha— y ha intensificado sus ataques contra el primer ministro británico, el laborista Keir Starmer. También ha habido una primera y tímida aproximación a la política española. El magnate tecnológico se hizo eco de una noticia del diario La Razón en la que se relacionaba la inmigración con las violaciones a mujeres en Catalunya: "Wow", escribió.

En los últimos días, Vox ha salido a defender a Musk en el choque con la Comisión Europea, que le exige que la red social X sea neutral en las elecciones alemanas, y también a Meta (de la que forman parte Facebook, Instagram y Threads), que anunció este martes que suprimiría su programa de verificación. Marck Zuckerberg quiere parecerse más a Musk y se ha comprometido a "trabajar con el presidente Trump" para "contrarrestar las presiones de los gobiernos que promueven la censura". Mientras tanto, la formación de Abascal gana votos y, según fuentes próximas a la dirección, también afiliados.

"Zuckerberg anuncia la restauración de la libertad de expresión en sus redes sociales y el fin de la censura ideológica. Rabian contra Musk porque cuando compró Twitter sabían que era el principio del fin del globalismo woke y totalitario", celebró Vox desde su cuenta oficial en X. "Lo esperanzador es que vamos a abrir de nuevo los debates que se han hurtado a los españoles", escribió Abascal en la misma red social. Se saben los grandes beneficiados de las injerencias de Musk a través de una red social sin filtros para la desinformación a la que ahora emulará Meta.