Condenan a nueve años de prisión a un exedil de Vox por agresión sexual a una menor en Almería

La Audiencia de Almería ha impuesto penas que suman nueve años de prisión al exportavoz de Vox en el Ayuntamiento de Huércal de Almería entre 2019 y 2021, Arturo Torres, por agredir sexualmente a una menor entre los años 2018 y 2021.

Según el fallo, al que ha tenido acceso EFE, el procesado comenzó a principios de 2018 a dirigirse con "ánimo libidinoso" a la víctima, a la que le decía cosas tales como "no te preocupes, si ya te están creciendo las tetas y el culo” y “mi amor, si a ti no te hace falta sujetador”.

En muchas de estas ocasiones, le realizaba tocamientos en las nalgas y en los pechos, a veces por encima de la ropa y otras por debajo de la camiseta o del pantalón.

El 15 de septiembre de 2021 el acusado llevó a la menor en coche a un cortijo de su propiedad y, tanto durante el trayecto como en la finca, la víctima fumó varios "porros" que le ofreció el procesado.

Una vez en el cortijo, se sintió mareada por esta droga y se tumbó en el sofá, lo que el procesado aprovechó para besar su boca, subirle el top y tocarle el pecho, y posteriormente introducirle los dedos en la vagina, sin que la menor pudiese resistirse "debido al estado de somnolencia en que se hallaba".

Los magistrados subrayan el "relato muy completo, sin fisuras aparentes y rico en detalles significativos" de la víctima, y resaltan que este testimonio ha sido corroborado por datos y elementos externos de "gran valor".

Por ejemplo, indican que el exnovio de la chica confirmó la declaración de la víctima a partir de lo que él mismo pudo presenciar o escuchar de la boca de la menor, destacando el mensaje de WhatsApp que recibió en el que la víctima le manifestaba que la habían "violado" para quedar después con él para hablar.

A esto añaden el informe emitido por las psicólogas de la fundación Márgenes y Vínculos, que evidencia en la menor una "sintomatología ansiosa y postraumática: pensamientos recurrentes e intrusivos relacionados con los supuestos hechos, esfuerzos para evitar recuerdos o pensamientos relacionados con la supuesta violencia sexual, rechazo al contacto físico y alteración en la esfera sexual, dificultad para conciliar el sueño", entre otros.

"En estas circunstancias, por más que el acusado los niegue, los hechos deben tenerse por acreditados, pues la prueba es suficiente por su contenido y significado incriminatorio para enervar la presunción de inocencia. Nada aportan, en este sentido, los testigos presentados por la defensa, pues no facilitaron ningún dato que ponga en entredicho la realidad de los hechos", dicen los magistrados.

Por estos hechos, ha sido condenado a cuatro años de prisión por un delito continuado de agresión sexual a menor de edad, y a otros cinco años más de cárcel por un delito de agresión sexual. En ambos casos se le imponen medidas complementarias como órdenes de alejamiento o la prohibición para ejercer cualquier profesión relacionada con menores.

También deberá abonar una indemnización de 25.000 euros a la víctima, aunque ha resultado absuelto de un delito contra la salud pública.