Este artículo se publicó hace 4 años.
GripeLa vacuna contra la gripe, aliada frente al coronavirus en 2020
Los expertos piden una vacunación masiva para evitar fallecimientos en personas vulnerables y una sobrecarga en el sistema asistencial ante la coexistencia de la epidemia con la pandemia de covid-19.
Verónica Fuentes (SINC)
Madrid--Actualizado a
El otoño de 2020 será recordado como aquel en el que se unieron la pandemia por covid-19 con la epidemia de gripe estacional. Con un aumento significativo de casos de coronavirus en las últimas semanas, los profesionales sanitarios temen la presión ante la coincidencia de ambos virus en los próximos meses.
Los expertos aseguran que la necesidad de descartar el virus SARS-CoV-2 frente a otros procesos epidémicos respiratorios será muy intensa. "La concordancia de las epidemias de gripe y covid-19 va a ser un problema muy grave", explica a SINC Héctor Bueno, director científico del departamento de Cardiología en el Hospital 12 de octubre.
"Desde el punto de vista del diagnóstico va a ser una locura. Salvo la anosmia, prácticamente todos los demás síntomas son inespecíficos, con lo cual es imposible distinguir. Esto será una dificultad terrible para la gestión de pacientes en los circuitos hospitalarios", añade Bueno. "Más vale que la gente se vacune".
Con ese propósito, el Ministerio de Sanidad ha lanzado la campaña de vacunación frente a la gripe –que comenzará la primera quincena de octubre– para evitar complicaciones en las personas vulnerables y una sobrecarga en el sistema asistencial. Así, las recomendaciones son empezar con las personas mayores institucionalizadas y el personal de los centros sanitarios y sociosanitarios, y seguir con el resto de grupos prioritarios.
El objetivo es conseguir una mayor cobertura (se han comprado 5 millones de dosis más), lo que supondría alcanzar el 75% en personas mayores de 65 años y profesionales de centros sanitarios, y el 60% en embarazadas y personas con patología crónica.
El año pasado, se llegó a una cobertura del 53,5% en mayores de 65 años, el 40,5% en personal sanitario y el 48,5% en mujeres embarazadas. Según los datos de Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), con ello se evitaron un 26% de las hospitalizaciones, un 40% de ingresos en UCI y un 37% de muertes atribuibles a la gripe.
Para Jesús Díez Manglano, que trabaja en el Hospital Royo Villanova de Zaragoza, todo va a depender de si se consigue una vacunación masiva de la gripe. "Lógicamente así se disminuiría mucho la incidencia de esta y, por tanto, distinguiríamos mejor si una persona puede tener una patología u otra. Pero si hay poca vacunación y viene una oleada de gripe, tendremos una sobrecarga mayor aún del sistema sanitario".
Por qué es importante vacunar
Durante el I Congreso Nacional COVID19, celebrado la semana pasada, los expertos de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) subrayaron que uno de los principales retos estos meses será el riesgo de concordancia temporal de la pandemia del coronavirus con epidemias estacionales de virus respiratorios (esencialmente gripe y virus respiratorio sincitial).
"Siempre es importante vacunarse, pero este 2020 más", recuerda Esther Redondo
La opinión es compartida por los diferentes profesionales médicos. "Este año es crucial trasladar el mensaje de la mayor importancia de la vacunación. Todos los profesionales sanitarios debemos centrar nuestros esfuerzos en recordarlo. Siempre es importante vacunarse, pero este 2020 más", destaca Esther Redondo, coordinadora del Grupo de Trabajo de Actividades Preventivas y Salud Pública de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
"Una forma de evitar consultas o ingresos innecesarios, de impedir una posible tormenta perfecta que comprometa nuestro sistema de salud es por medio de la vacunación en el adulto", señala Federico Martinón, coordinador del Grupo Neumoexpertos y jefe de servicio de pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.
"Tanto la neumonía como la gripe afectan de manera importante a la población cada año. Por eso, es fundamental sacar el máximo rendimiento de las vacunas que ya tenemos disponibles, que además son seguras, eficaces y efectivas y están recomendadas en muchos de los principales grupos de riesgo de la covid-19", destaca Martinón.
Los pediatras lo tienen igualmente claro. El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha advertido de la posible coinfección del virus de la gripe y del SARS-Cov-2. Por eso, han actualizado sus recomendaciones de vacunación antigripal con las que insisten en la vacunación como medida preventiva más efectiva.
"En un otoño que se prevé marcado por la covid-19, consideramos que las recomendaciones que hemos elaborado cobran este año mayor relevancia que nunca. Queremos evitar la coinfección por ambos virus", indica María José Mellado, presidente de la AEP.
El pasado junio, los pediatras ya señalaron que la pandemia no ha tenido una incidencia importante en los niños hasta la fecha. Sin embargo, se desconocen los efectos que puede tener si coincide en el tiempo con la gripe: "Podría generar un incremento de cuadros respiratorios y febriles en niños y adolescentes, por lo que sería más difícil el manejo de estos pacientes y supondría más sobrecarga para el sistema sanitario".
"Sin duda, vamos a tener unos meses complicados. Sobrepasaremos las camas habituales en cuidados intensivos y se tendrán que buscar recursos para reubicar a los pacientes, con la necesidad de poder contar con un diagnóstico rápido para hacerlo" concluye María Cruz Martín Delgado, jefa del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario de Torrejón.
¿Gripe o coronavirus?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la gripe estacional se caracteriza por el inicio súbito de fiebre, tos (generalmente seca), dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta, intenso malestar y abundante secreción nasal. La fiebre y los demás síntomas suelen desaparecer en la mayoría de los casos en el plazo de una semana, sin necesidad de atención médica. En personas con alto riesgo, puede ser una enfermedad grave, e incluso mortal.
Prácticamente lo mismo ocurre con la covid-19. Los síntomas más habituales son fiebre, tos seca y cansancio. Otros síntomas menos frecuentes son dolores y molestias, congestión nasal, dolor de cabeza, conjuntivitis, dolor de garganta, diarrea, pérdida del gusto o el olfato y erupciones cutáneas o cambios de color en los dedos de las manos o los pies. Estos síntomas suelen ser leves y comienzan gradualmente.
La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recuperan de la infección por coronavirus sin necesidad de tratamiento hospitalario. Sin embargo, alrededor de 1 de cada 5 acaba presentando un cuadro grave y experimenta dificultades para respirar.
En lo que sí hay diferencias es en el periodo de incubación. Mientras que en la gripe el tiempo transcurrido entre la infección y la aparición de la enfermedad es de unos 2 días (aunque oscila entre 1 y 4), entre la exposición al SARS-CoV-2 y el momento en que comienzan los síntomas suelen pasar de cinco a seis días (pero puede variar entre 1 y 14).
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