Juantxo López de Uralde, coordinador de Alianza Verde: "El Govern valenciano gestionó la DANA desde el negacionismo"
El ambientalista insiste en la necesidad de aumentar la ambición en las políticas climáticas.
Madrid-
En el momento de mayor gravedad de la crisis climática, con la catástrofe por la DANA de València como última evidencia, vemos ecologistas encarcelados, condenados y perseguidos. Las negociaciones internacionales no llegan a nada, como el último tratado para acabar con los plásticos, o resultan insuficientes, como los acuerdos de la COP29 de Bakú. Se trata de una situación alarmante, ante la cual los ambientalistas han tomado la vía judicial para obligar mediante los litigios climáticos a que los países adopten una mayor ambición en sus políticas. De todo esto hablamos con Juantxo López de Uralde (Donostia, 1963), coordinador federal de Alianza Verde.
¿Es la DANA, que ha dejado más de 200 víctimas mortales, una (otra) muestra de la crisis climática?
"La DANA de València es un impacto claramente relacionado con la crisis climática"
La ciencia lleva mucho tiempo advirtiendo de que los fenómenos meteorológicos van a sufrir una mayor intensificación y, además, se van a producir con mayor asiduidad. Es decir, que van a ser fenómenos más fuertes, más duros, más graves y, al mismo tiempo, más repetidos. Lo que ha ocurrido en València entra lógicamente dentro de esta predicción y los primeros estudios ya lo vinculan directamente con el cambio climático. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que estamos ante un impacto claramente relacionado con la crisis medioambiental, lo cual es lógico.
¿Por qué es lógico?
Las temperaturas baten un nuevo récord cada mes. El último ha sido este noviembre, que ha registrado el aumento más alto de los termostatos. También el mar Mediterráneo tiene una temperatura altísima, con 22ºC en pleno mes de diciembre, tres grados por encima de lo que debería estar. Al final, esto conduce a que toda la energía acumulada en el agua se libere de la manera que hemos visto. Por tanto, hay que extraer lecciones de lo que ha ocurrido.
Los negacionistas argumentan que estos eventos no son nuevos. ¿Por qué nos deben preocupar más ahora?
Lo primero que hay que dejar claro es que el negacionismo tampoco es nuevo. Los que llevamos ya algunos años trabajando en la defensa del medio ambiente estamos escuchando los mismos argumentos que se utilizaban antes: minusvaloran el impacto medioambiental del ser humano sobre la naturaleza y proponen siempre las mismas soluciones basadas en más cemento y hormigón. Las evidencias son tan abrumadoras que entrar en un debate con el negacionismo sería equivocarnos. Creo que no debemos entrar en ese debate, sino que hay que continuar adelante.
¿Le preocupan las posiciones negacionistas?
Una cosa que me preocupa mucho es que están avanzando, lo cual frena la lucha contra el cambio climático en el momento en el que es más necesario actuar. Los impactos son cada vez más visibles y alcanzamos ya un grado y medio por encima de las temperaturas preindustriales.
En tal contexto, ¿qué pueden hacer los gobiernos (central y autonómicos) para afrontar este tipo de catástrofes?
Lo primero es, precisamente, desterrar el negacionismo. Hay que ser conscientes de que el cambio climático está aquí y que por lo tanto nos vamos a enfrentar a situaciones meteorológicas extremas. Eso hay que asumirlo para así actuar en la prevención de los posibles daños. Hace falta fortalecer las agencias como la AEMET para estar prevenidos de lo que pueda ocurrir y actuar en consecuencia.
"Nos vamos a enfrentar a situaciones meteorológicas extremas"
En ese sentido, la DANA de Valéncia ha sido especialmente grave porque los que tenían que gestionar esa situación lo han hecho desde el negacionismo. Eso ha llevado a que no se tomaran en serio las alertas, que no se advirtiera a la población con tiempo, que se desmantelaran entidades como la Agencia Valenciana de Cambio Climático o la Unidad Valenciana de Emergencias. Los daños en València han sido mayores porque el Govern, que tenía que haber actuado en la provincia, al hacerlo desde el negacionismo, no ha tomado las medidas preventivas que eran necesarias.
Los desastres de L'Albufera también han mostrado los límites del actual modelo agrícola y ganadero. ¿Cuál es el papel de las macrogranjas y la ganadería intensiva en la emergencia ambiental?
Los datos hablan de la importancia y del impacto que tiene la ganadería industrial sobre el medio ambiente en su conjunto. Por ejemplo, vemos el impacto sobre las aguas subterráneas, debido a la alta generación de vertidos o las emisiones de gases que contribuyen al cambio climático. Los modelos intensivos también están directamente vinculados a la deforestación de las selvas tropicales. La mayor parte de la soja y del maíz que se utilizan para los piensos de consumo animal provienen de zonas deforestadas.
¿Existe algún tipo de regulación?
"Las derechas europeas han frenado las iniciativas legislativas contra la deforestación"
Se ha intentado regular desde la Unión Europea, pero las derechas han frenado las iniciativas legislativas contra la deforestación. Desgraciadamente, Europa avanza en la dirección contraria a la que se debería. Muestra de ello es el Tratado Mercosur [un bloque de países latinoamericanos que incluye, entre otros, a Brasil, Argentina y Urugay], que incidirá en un mayor consumo de estos productos procedentes de la deforestación.
Por otro lado, el modelo de reciclaje actual del plástico en España ha resultado ser un fracaso, según afirma el propio Miteco.
Nosotros trabajamos mucho para que los sistemas de devolución y retorno se introdujeran en la Ley de Residuos que aprobamos en el 2021. El PSOE y el Miteco estaban en contra porque seguían defendiendo el modelo de Ecoembes. La presencia en aquella legislatura de Unidas Podemos en el Gobierno hizo que tuviéramos una influencia determinante. El mensaje que transmitimos fue que el actual sistema lleva muchos años de fracaso y que era necesario introducir otro modelo.
"El actual sistema de reciclaje de plásticos lleva muchos años de fracaso"
El acuerdo al que llegamos fue que el Ejecutivo se daba un año, hasta octubre de este 2024, para estudiar cuáles eran los niveles reales de reciclaje y, si no se llegaba al 70%, se implantaría un nuevo sistema. El informe que se ha hecho ahora público refleja un nivel de recuperación del 40%. Esto nos da la razón a quienes desde hace mucho tiempo decíamos que Ecoembes, a pesar de su fuerza económica y comunicativa, no estaba haciendo los deberes.
¿Cómo valora el modelo de Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) para reciclar el plástico?
Ahora toca poner en marcha este nuevo modelo que está funcionando en otros países europeos con niveles de recuperación del 95%. No decimos que sea la solución absoluta, pero va a mejorar las tasas de recuperación. Todavía no sabemos cómo se va a aplicar; la pelota está en el tejado del Ministerio de Transición Ecológica y vamos a ver qué es lo que proponen. La ley es clara y el nuevo modelo debe entrar en vigor en los próximos dos años. Lo que esperamos es que se busque la máxima eficacia y los máximos niveles de recuperación.
Las negociaciones internacionales para un tratado de plásticos se han cerrado este lunes sin acuerdo.
Nuevamente nos encontramos con el mismo lobby de los combustibles fósiles, que es el que frena desde hace muchos años los avances en la lucha contra el cambio climático. Ese mismo lobby, que encabezan Arabia Saudí, Rusia y otros Estados petrolíferos, trata de evitar que se ponga un límite a los plásticos –porque hay que tener en cuenta que los plásticos son combustibles fósiles que, en vez de quemarse para para generar energía, se utilizan para producir este material–.
¿Qué puede hacer Naciones Unidas?
Las Naciones Unidas deberían plantearse qué papel juegan estos grupos de presión en todo esto porque retrasan sistemáticamente cualquier medida medioambiental y también lo hacen a nivel local. En España lo hemos visto con Repsol, que obstaculiza el impuesto energético a nivel global. El lobby de los combustibles fósiles es un auténtico cáncer para el planeta.
La COP29 cerró con unos objetivos que los movimientos sociales consideran insuficientes. ¿Existe ambición climática en el ámbito internacional?
La gravedad de la situación ambiental es mayor que nunca y, al mismo tiempo, vivimos bajo mínimos en conciencia política sobre la necesidad de hacerle frente. Además, tenemos el triunfo de negacionistas como Donald Trump, lo cual afectará, sin lugar a dudas, a la lucha contra la crisis climática. La gente prefiere negar lo evidente seguramente porque la emergencia ambiental genera mucho miedo. Pero yo creo que la respuesta no debe ser el miedo, sino la acción. No podemos quedarnos paralizados; tenemos que actuar de manera mucho más rápida, pero creo que eso no se está produciendo.
En febrero, todos los países deberán haber comunicado sus objetivos nacionales de reducción de emisiones (NDC) ante la ONU. Los de España se materializan en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). ¿Qué le parece este documento?
"La agenda ambiental ha caído"
Cuando se aprobó la ley de cambio climático hubo mucho debate sobre los objetivos. Nosotros introdujimos un artículo que obligaba a una revisión de los objetivos en el año 2023. Desgraciadamente, en esta legislatura observamos una parálisis bastante grande en materia de políticas ambientales, debido a la ausencia de la ministra, que estaba en Bruselas, y a la falta de fortaleza de Sumar en esta materia. Así, la agenda ambiental ha caído. Para nosotros, el PNIEC no satisface el objetivo de reducción de emisiones; creemos que hay que ir más allá y ser más ambiciosos.
¿Cuál es su opinión de Sara Aagesen como nueva titular del Miteco?
"No podemos esperar grandes cambios ni ambiciones de Sara Aagesen"
Es un nombramiento de una persona con un perfil muy técnico y, por lo tanto, va a ser muy continuista de las políticas de Teresa Ribera. El PSOE hace políticas que llegan hasta donde les permiten las grandes empresas, no solo en materia ambiental, sino de manera genérica. Lo que hace falta es una izquierda rebelde que empuje a los socialistas con iniciativas que vayan mucho más allá. No podemos esperar grandes cambios ni ambiciones de Sara Aagesen.
Los litigios climáticos son una nueva carta que juegan los ecologistas ante la falta de ambición de los Estados. España ha iniciado el suyo propio, que ya ha llegado al Constitucional. ¿Cómo cree que será útil para avanzar en las políticas ambientales?
"Una sentencia que determine que no se hace suficiente en la lucha contra la crisis climática sería positiva"
Cuando se produjo la denuncia en España recuerdo que Teresa Ribera se cabreó mucho. Se lo tomó como como si fuera una denuncia contra ella, aunque en realidad es contra la falta de acción del Estado. Es necesario que las organizaciones sociales utilicen todas las herramientas posibles –y una de ellas es la judicial– para conseguir esos avances. También se está haciendo en otros países y es lógico que ocurra en España. Me parece que una sentencia que determine que no se está haciendo lo suficiente en la lucha contra la crisis climática sería positiva. Esto aceleraría la ambición y, además, lo haría desde un ámbito diferente, como es el judicial, pero tal y como está el Poder Judicial en España, no sé si no sé si hay que tener muchas esperanzas en él.
La Corte Internacional de Justicia celebra las audiencias del caso más grande hasta la fecha de la institución, tras el que fallará sobre las obligaciones de los Estados para combatir la crisis climática. ¿Qué expectativas tiene?
Ojalá haya sentencias realmente contundentes porque sería un contrapeso muy fuerte a esos lobbies, que con tanta intensidad frenan cualquier avance. Y también servirían para combatir el discurso negacionista, que hace que las políticas contra la emergencia ambiental avancen mucho más despacio de lo que sería necesario.
Este lunes han alargado la prisión provisional del defensor de las ballenas Paul Watson, que será extraditado a Japón desde Nuuk (Groenlandia). ¿Hay una caza de brujas contra los ecologistas?
Totalmente. Hay un salto cualitativo en la persecución. Cuando yo estuve en prisión en el año 2009, creo que era de las primeras veces que un ecologista iba a prisión por una acción pacífica, pero ahora se produce una persecución a mayor escala. Lo vemos en muchos ámbitos: la Fiscalía llamando terroristas a los activistas de Futuro Vegetal, la persecución contra las activistas de Rebelión Científica por echar crema de remolacha en el Congreso, además de lo que ocurre en otros países. El tema de Paul Watson es claramente un ejemplo. Con esto, lo único que se pretende es frenar al movimiento ecologista y que la gente no salga a la calle o no se movilice. Me parece que es síntoma de que el movimiento ecologista es efectivo y por eso se le persigue de esta manera.
Hay una importante movilización civil contra la emergencia climática, pero ¿cuál es el panorama en la política institucional?
Trabajamos con Podemos para construir un espacio político con un importante peso del ecologismo de izquierdas
Desde Alianza Verde tenemos muy claro que hace falta un ecologismo que sea crítico, independiente del PSOE, y que sea un ecologismo de izquierdas. Además, entendemos que la crisis climática está muy vinculada con los conflictos internacionales, por lo que creemos que el ecologismo también debe ser pacifista. Esto nos lleva, en este momento, a tener un espacio y un trabajo de alianza estratégica con Podemos. Estamos tanto en el Parlamento Europeo como en las Cortes Generales y las instituciones autonómicas. Trabajamos con Podemos en la constitución de un espacio político en el cual el peso del ecologismo de izquierdas sea importante.
¿Identifican un relevo generacional?
No, y eso es lo que estamos haciendo ahora porque entendemos que ese –el ámbito institucional– es el espacio en el que debemos estar. Los jóvenes se interesan mucho por los movimientos sociales, pero quizás no tanto por la entrada en las instituciones. Desde el ecologismo, sí hay cierto rechazo a la política en las generaciones más jóvenes. A pesar de que hubo grandes movilizaciones, sobre todo, alrededor de Greta Thunberg, no se acercan a la política. Yo creo que eso es un error porque evidentemente el movimiento social es imprescindible, pero no puedes dejar que la política te la hagan otros. Es un mensaje que yo les digo, pero es verdad que en este momento la política no parece ser un espacio atractivo para los jóvenes. Eso tienen que corregirlo ellos.
¿No se puede hacer algo también desde las propias organizaciones políticas?
Indudablemente nosotros tenemos que hacer lo posible para que la militancia en el ecologismo político sea atractiva también para los jóvenes. Esa es también nuestra labor, pero son ellos quienes finalmente tienen que dar pasos.
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