La familia de la niña que murió por una peritonitis denuncia a los médicos que la atendieron por "homicidio imprudente"
La menor había acudido hasta en tres ocasiones a los servicios médicos del País Valencià sin obtener un diagnóstico.
Madrid--Actualizado a
La familia de la niña que falleció el pasado 6 de febrero en València a causa de una peritonitis purulenta no diagnosticada ha presentado en el juzgado una querella contra los médicos que la atendieron. En la denuncia, califican lo sucedido de "homicidio por imprudencia grave profesional". Cabe recordar que la menor había acudido hasta en tres ocasiones a los servicios de urgencias sin que los facultativos le practicasen las pruebas pertinentes.
En el relato de los hechos, los progenitores lamentan la falta de atención sanitaria que recibió su hija tanto en el Centro de Salud de Viver de las Aguas (Castelló) como en el Hospital de Sagunto. La víctima, de 12 años, había visitado ambos lugares tras permanecer con fuertes dolores abdominales, náuseas y vómitos durante varios días.
Según la querella, no se cumplieron los protocolos médicos establecidos. La madre asegura que, una vez identificados los primeros síntomas, el doctor que la exploró determinó que la niña tenía un dolor en la fosa ilíaca derecha. Ella advirtió de que su hijo mayor había sufrido apendicitis a la misma edad y que había sido tratado mediante cirugía. Pese a ello, el médico envió a la paciente a casa y le pautó paracetamol cada ocho horas.
Cuatro días después, la joven acudió de nuevo a la consulta porque las molestias persistían e incluso habían aumentado. La denuncia refleja que en esta ocasión el facultativo "ni se levantó de la silla" e incluso le "recriminó" que se hubiera presentado de nuevo en urgencias, pues ya le habían indicado que todo "era consecuencia de un virus". La madre le explicó que su hija "apenas podía moverse" y llevaba varios días sin comer. Ante esta información, el profesional de turno le diagnosticó "diarrea no especificada" y le dio el alta.
Como las dolencias no cesaban y la menor se encontraba cada vez más débil, su padre, que hasta entonces había estado fuera por motivos de trabajo, la llevó al Hospital de Sagunto. Allí, un médico residente le prescribió paracetamol y calificó la sintomatología de "dolor abdominal no especificado". Algo que, según recoge la denuncia, no se correspondía con la realidad, pues la paciente presentaba "abdomen blando y depresible, doloroso a la palpación en la parte inferior", reacción que es "señal indicativa" de irritación peritoneal.
El texto continúa relatando que "no resulta lógico y supone una clara infracción de la práctica profesional médica que se realizara un análisis de orina y no uno de sangre y que tampoco se realizara una prueba diagnóstica de imagen" para descartar o confirmar la apendicitis, que en ese momento estaba "presumiblemente a punto de la perforación intestinal". Un día después de su visita hospitalaria, la menor se desvaneció y, tras entrar en parada cardiorrespiratoria, ingresó en el Hospital Clínico de València. Horas más tarde fallecía. El informe certifica el "abdomen agudo" como causa inicial de la muerte.
Para la familia, los hechos son constitutivos de un presunto delito de homicidio imprudente. Este proceso legal se suma a la investigación abierta por la Fiscalía Provincial de València para esclarecer la negligencia médica. La Conselleria de Sanidad del País Valencià ha mostrado su disposición a colaborar con la causa y también investiga el incidente.
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