Muchas señales entre Junts per Catalunya y Partido Socialista (PSOE) en el Congreso y también fuera de él. Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) siguen muy cuesta arriba, eso nadie lo niega, pero existen movimientos en La Moncloa y la Cámara Baja que dejan entrever una intención drástica por parte de los socialistas de enderezar las relaciones con los de Carles Puigdemont y lograr una cierta normalidad parlamentaria que empiece por aprobar la senda de déficit y poner, así, la primera piedra de una eventual negociación para hacer lo propio con las cuentas públicas.

Es muy difícil. El Gobierno de coalición ha constatado en las últimas semanas que navega en un Congreso sin mayorías. No era ningún secreto, pero el desplante de Junts en la ley de los alquileres de temporada y el triunfo del Partido Popular (PP) en la votación para reconocer a Edmundo González como ganador de las elecciones venezolanas gracias al voto del Partido Nacionalista Vasco (PNV) inauguraron un clima de particular incomodidad. 

Esa actitud de Junts dibujó un escenario verdaderamente complejo de cara a una futura negociación de Presupuestos, pero el PSOE ha movido dos fichas de forma muy evidente que permiten a sus socios de Gobierno ver "agua" en la piscina de los Presupuestos.

El Ejecutivo, para empezar, ha retirado del orden del día del Pleno de este jueves el debate y votación de los objetivos de estabilidad presupuestaria. Lejos de leerse como un mal augurio, se ha entendido como una solicitud de tiempo extra para tratar de sacarlos adelante. Míriam Nogueras, portavoz de Junts per Catalunya en el Congreso y persona de confianza de Puigdemont en Madrid, ha celebrado la decisión y ha indicado a Pedro Sánchez, a distancia, cuáles son los términos en los que tendría que producirse el diálogo entre ambas fuerzas para llegar a algún tipo de entendimiento.

Nogueras habla, en todo momento, en clave de senda de déficit sin llegar, por ahora, a los Presupuestos. Pero la señal es clara. "No apoyamos a cambio de nada", insiste una y otra vez. Si ya sería muy difícil sacar adelante los Presupuestos habiéndose puesto de acuerdo en los objetivos de estabilidad, parecería misión imposible aprobarlos si se produce una nueva rotura con Junts en la senda, por lo que cabe esperar que se extremen las negociaciones.

Tanto fuentes de La Moncloa, como del Grupo Parlamentario Socialista han deslizado este martes que existe la posibilidad de modificar la propuesta de objetivos de estabilidad e incluso el techo de gasto. "Existen unos nuevos datos económicos que dan margen", deslizan. Es un cambio de paso radical con respecto a lo que había defendido el Ministerio de Hacienda en las últimas semanas. Desde el Congreso, los socialistas alimentan el cambio de tesitura. "El del Gobierno es un movimiento que da a entender que hay posibilidades". 

Las condiciones en las que se disputa la partida de las cuentas públicas siguen siendo muy malas, pero las distintas fuentes consultadas ―en particular, de los distintos partidos que conforman el Grupo Plurinacional Sumar― denotan un repunte de optimismo. Varios de ellos también ven voluntad de acercamiento con Junts en el hecho de que el PSOE haya reactivado las comisiones de investigación de Operación Cataluña y los atentados de 2017 en las Ramblas y Cambrils. Ambas fueron compromisos que adquirieron los socialistas con los posconvergentes al principio de la legislatura.

Errejón: "Hay que recuperar la confianza"

Así, la retirada de la senda de déficit y la nueva puesta en marcha de las comisiones de investigación ―cuyos planes de trabajo se debatirán este jueves― se leen en Sumar como pruebas de que "Hacienda ve agua en la piscina de los Presupuestos", tal y como lo resumen fuentes parlamentarias. De todas formas, su portavoz, Íñigo Errejón, que ha puesto en valor este martes el trabajo de su grupo para desbloquear la ILP de regularización mediante un acuerdo con el PSOE, ha señalado que antes de nada "hay que recuperar la confianza en Junts".

Se refiere a volver a fiarse de los de Puigdemont tras su volantazo en el último segundo de la votación del alquiler de temporada, que Errejón ha calificado como "un error" de los posconvergentes que erosionó "una parte de la confianza" que "habrá que reconstruir", tanto en cuanto a un nuevo intento en el Congreso por parte de Sumar de reformar los alquileres, como en la negociación de los Presupuestos.

Fuentes de otros partidos integrados en el grupo como Compromís, Comuns o Més per Mallorca también son optimistas y señalan que, en estos momentos, ya hay negociaciones en materia presupuestaria, aunque incipientes. En el grupo parlamentario hablan, además, de que se están moviendo cosas tanto con el PSOE, como con otros grupos de la mayoría de investidura también en términos de políticas de vivienda de cara a los Presupuestos. 

También en EH Bildu creen que Sánchez aguantará hasta que se aprueben las cuentas y ven posibilidades de que salgan adelante. Arnaldo Otegi, coordinador general de los abertzales, es meridianamente claro en su posición. EH Bildu votará a favor de unos eventuales Presupuestos. Desde Esquerra Republicana (ERC) no descartan que Junts pueda aprobar el techo de gasto, pero avisan de que una cosa muy distinta es una posterior votación de Presupuestos. En cualquier caso, advierten: "Si se abren las negociaciones para unos, se abren para todos".

Guiño al PNV

Así, este martes, el PSOE ha lanzado señales a Junts, pero también ha tenido un gesto en las últimas horas con el PNV. Los jeltzales han llevado al Congreso una ley para reformar el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), como ya hicieran en la legislatura pasada. La diferencia es que entonces el PSOE no la votó a favor y esta vez, en plena negociación de los Presupuestos, sí lo ha hecho. De todas formas, los de Aitor Esteban no deberían de ser un dolor de cabeza para Sánchez.

Con todo, las sensaciones con los Presupuestos han cambiado. Si el Ejecutivo hace pocos días se esmeraba en deslizar que se puede dar continuidad a la legislatura sin ellos y que no se iba a modificar un ápice de la senda de déficit, el nuevo mensaje es que esos cambios sí son posibles. Junts, por su parte, anima al PSOE a negociar, pero sin separarse un milímetro de su principal petición: más porcentaje de gasto para las autonomías en los objetivos de estabilidad.