El 'Año Castelao' revive la disputa entre PP y BNG por el legado de la gran figura del nacionalismo gallego

La Xunta de Galicia ha declarado 2025 como Ano Castelao en homenaje a Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, la gran figura intelectual, política e histórica del nacionalismo antifascista gallego, de cuya muerte se cumplieron 75 años este 7 de enero. El BNG ha anunciado que presentará una iniciativa para que el Parlamento autonómico le considere de forma “oficial y legal” el primer presidente del país, ya que fue presidente del Consello de Galicia en el exilio hasta su muerte en 1950.

Nacido en 1886 en Rianxo (A Coruña) en una familia marinera que emigró a Argentina, sus padres regresaron a Galicia cuando era adolescente. Estudió primero artes y luego medicina en la Universidade de Santiago, en una etapa en la que destacó como ilustrador y caricaturista y empezó a interesarse por la política en defensa de la cultura, la lengua y la identidad nacional de Galicia, valores que transmitió a través de una intensa labor como articulista y editorialista en diarios y revistas regionales, estatales y extranjeras.

Cofundador de las Irmandades da Fala –la organización que posicionó al nacionalismo sobre las posiciones regionalistas en el movimiento galleguista de la época– y del Partido Galeguista, en 1931 fue elegido diputado en Cortes como candidato independiente en las listas de la Federación Republicana Galega, y en 1936, en las del Frente Popular. Fue uno de los personajes más destacados en el diseño del primer Estatuto de Galicia, aprobado en plebiscito pocas semanas antes del golpe de Estado del 36 y del estallido de la Guerra Civil.

La barbarie fascista en ilustraciones

Castelao, que describió la barbarie fascista en dos series de ilustraciones tituladas Galicia mártir y Atila en Galicia, pasó la primera parte de la contienda en Madrid, València y Barcelona. En 1938 se exilió en Nueva York, y en 1940 se instaló en Buenos Aires, desde donde impulsó junto a otros diputados gallegos la creación del Consello de Galicia. 

Entre 1946 y 1947 fue ministro del Gobierno de la República en el exilio en París. Durante esas dos últimas décadas de su vida compaginó esa actividad política con la nutrida producción artística y literaria que llevaba desarrollando desde su juventud como pintor, ilustrador, dramaturgo, ensayista y novelista.

Tras su muerte, la Dirección General de Prensa del gobierno de la dictadura franquista emitió una orden con instrucciones a los periódicos sobre cómo debían enfocar su necrológica:

"Habiendo fallecido en Buenos Aires el político republicano y separatista gallego Alfonso Rodríguez Castelao, se advierte lo siguiente: la noticia de su muerte se dará en páginas interiores y a una columna. Caso de insertar fotografía, ésta no deberá ser de ningún acto político. Se elogiarán únicamente del fallecido sus características de humorista, literato y caricaturista. Se podrá destacar su personalidad política, siempre y cuando se mencione que aquella fue errada y que se espera de la misericordia de dios el perdón de sus pecados. De su actividad literaria y artística no se hará mención alguna del libro "Sempre en Galiza" ni de los álbumes de dibujos de la guerra civil. Cualquier omisión de estas instrucciones dará lugar al correspondiente expediente".

Referencia icónica y transversal

Con el tiempo, la figura de Castelao se ha convertido en una referencia icónica y transversal de la identidad nacional de Galicia, instrumentalizada desde hace décadas incluso por la derecha heredera del franquismo, que tardó muy poco en tomar conciencia de su poder simbólico entre el electorado galleguista conservador. 

En 1984, el Gobierno de Xerardo Fernández Albor, de la Alianza Popular de Manuel Fraga, presidió el traslado de sus restos desde el cementerio de La Chacarita, en Buenos Aires, hasta el Panteón de Galegos Ilustres, en Santiago. Ese mismo año, la Xunta bautizó con su nombre las medallas con las que distingue a las personas a las que destaca anualmente con su más alta distinción civil.

Pese a la distancia ideológica e intelectual, los sucesores populares de Albor, el propio Fraga y más tarde Alberto Núñez Feijóo, se arrimaron todo lo que pudieron a la sombra de Castelao, a quien el actual presidente del PP definió hace tres años como teórico de un "galleguismo amplio, plural, integrador e inteligente", encarnación de los "valores colectivos" de Galicia.

El Gobierno de Alfonso Rueda ha seguido la misma estrategia y en su última reunión, el pasado 27 de diciembre, acordó declarar 2025 como Ano Castelao –Año Castelao–, como "muestra de gratitud del pueblo gallego” a una de sus figuras "más conocidas y reconocidas". 

La Xunta de Rueda ha anunciado una exposición de sus dibujos que será guiada por la recreación virtual de Castelao; así como diversas acciones escolares para difundir su legado en los centros educativos y la reedición de una de sus obras, el drama Os vellos non deben namorarse –Los viejos no deben enamorarse–, que escribió en el exilio.

Por su parte, el Bloque Nacionalista Galego ha anunciado una programación propia de "actos por todo el país bajo el lema 'Castelao nacionalista'", con los que pretende subrayar "la verdadera dimensión de una figura imprescindible de la historia" de Galicia, "un referente de honestidad y confianza [...] y un defensor" de sus derechos como pueblo.

En el primero de esos actos, celebrado este martes en Pontevedra, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, anunció una iniciativa que pretende que el Parlamento de Galicia declare a Castelao primer presidente oficial y legal de Galicia, "recordando que fue este rianxeiro universal quien desde el exilio diseñó y presidió hace 80 años el Consello de Galiza, un Gobierno para el país con él al frente en plena dictadura".