El Ministerio del Interior ha decidido repatriar a Marruecos a diez activistas saharauis que llevan varios días retenidos en el aeropuerto de Barajas (Madrid). Los manifestantes, presos políticos perseguidos por el Estado marroquí, según habían denunciado, solicitaron asilo, petición que fue rechazada. Debido a esta situación, junto a las pésimas condiciones habitacionales en las que se encontraban, iniciaron una huelga de hambre este domingo.

Según señalan a Público fuentes del Ministerio del Interior, de los diez ciudadanos que permanecían en la sala de asilados del aeropuerto y que se sumaron a la huelga, cinco de ellos han desayunado esta mañana. "El personal sanitario sigue permanentemente su situación, por si fuera necesaria asistencia específica, que no ha sido requerida hasta este momento", añaden.

Casi 30 saharauis secundaron la huelga este fin de semana. En la sala de asilo del aeropuerto, se encuentran este lunes unas 57 personas con pasaporte marroquí. Los huelguistas forman parte de una treintena de activistas que exigen al Gobierno español que cumpla con su obligación de otorgarles asilo político y les permita recuperar su libertad.

El colectivo también ha denunciado las condiciones de "insalubridad" en las que se encuentran, afirmando que ha habido casos de chinches. "La situación es muy grave. Están en una situación de extrema vulnerabilidad. Algunos de ellos padecen enfermedades", señaló la abogada que representa a los activistas.

El sábado, familiares de los solicitantes de asilo se manifestaron frente a la sede del Ministerio del Interior para denunciar las condiciones infrahumanas que están teniendo sus familiares durante su estancia en Barajas, por la falta de higiene y las picaduras de chinches, sin acceso a luz solar y con la misma comida desde hace 20 días.

Podemos denuncia la situación "inhumana"

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha criticado las "condiciones inhumanas" que sufren los activistas saharauis en la sala de asilo del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Además, ha acusado al Gobierno de rechazar las solicitudes de asilo para evitar conflictos con Marruecos, al que califica como una dictadura.

Belarra también ha arremetido contra lo que considera una "hipocresía intolerable" del Ejecutivo, al comparar la retención de unos 30 activistas saharauis con la rapidez con la que se concedió asilo al opositor venezolano Edmundo González, a quien describió como un "ultraderechista violento y peligroso".

Estas declaraciones fueron realizadas ante los medios de comunicación después de que Belarra, acompañada de otros miembros de su partido, acudiera al aeropuerto de Barajas con el propósito de acceder a la sala de asilo en calidad de diputada para supervisar la situación de los solicitantes.

Posteriormente, desde Podemos explicaron que no se les permitió la entrada a dichas instalaciones. Belarra calificó esta negativa como una "gravísima" violación democrática, ya que, según ella, impide su función de supervisión del Gobierno.

Condiciones "absolutamente insoportables"

La líder de Podemos ha alertado de la situación de una niña de año y medio que, según le transmiten abogados y colectivos sociales, no ha recibido atención médica pese a encontrarse enferma. También ha criticado del estado de su madre, que abortó hace días.

"Creo que un país que se vanagloria y que se jacta de que nuestra sanidad pública atiende a todo el mundo independientemente del dinero que tenga la cuenta corriente es absolutamente inaceptable. Es una vergüenza democrática que estas dos personas no estén recibiendo atención médica, al igual que ese activista sordo que tiene un cáncer como hemos podido saber también", ha enfatizado.

Belarra ha insistido que las condiciones de estas personas en la sala de asilo de Barajas son deplorables y que Cruz Roja ya abandonó el servicio de atención hace meses para denunciar la situación "insalubre" en estas dependencias.

"Nadie denuncia que Marruecos es una dictadura, nadie denuncia las vulneraciones de derechos en Marruecos y eso tiene un nombre, hipocresía, hipocresía porque no quieren enfrentarse a un aliado de Estados Unidos ni a un aliado estratégico en política migratoria como Estados Unidos", ha zanjado.