Si la crisis económica provocada por la emergencia sanitaria del coronavirus dio lugar a un escudo social, las consecuencias de la invasión de Rusia a Ucrania deberían hacer saltar de nuevo los resortes institucionales para que el Gobierno despliegue una nueva batería de medidas que protejan a la ciudadanía. Esta es la postura de la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, que este viernes ha pedido un "nuevo escudo social y verde" para paliar el "golpe económico" de la guerra.

La líder de la formación morada ha realizado esta petición durante su intervención en el Consejo Ciudadano Estatal, una intervención en la que ha advertido de que los efectos económicos del conflicto pueden golpear de manera muy dura a las familias, sobre todo a las más vulnerables, y ha desgranado cuáles son las medidas propuestas por su partido para evitar que las consecuencias sean catastróficas.

"Nos enfrentamos a una nueva crisis económica justo en el momento en que empezábamos a levantar la cabeza tras dos años durísimos de crisis social, económica y sanitaria derivada de la pandemia de la covid-19. Estamos muy preocupadas por el fuerte golpe, económico y emocional, que este conflicto bélico va a suponer para muchas familias de nuestro país", ha dicho la ministra de Derechos Sociales.

En este sentido, ha defendido que "no es momento de parches, ni de volver a pedirle a la gente que posponga sus urgencias, es tiempo de abordar los problemas desde su raíz", después de que el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, haya pedido a las familias de la UE que bajen la calefacción en sus casas para consumir menos gas ruso.

El escudo social verde que propone Podemos, ha explicado Belarra, se basa en cuatro grandes ejes que contienen medidas. El primero es el despliegue de un "plan de emergencia energético" que se base en varias acciones. La líder de Podemos pide "un duro recorte adicional" de los denominados beneficios caídos del cielo de las eléctricas, así como la desconexión del "precio del gas de la fijación de precios en el mercado mayorista eléctrico, algo a lo que Europa nos ha dado luz verde".

"El Gobierno ya intentó una vez recortar los beneficios caídos del cielo y las empresas eléctricas encontraron un agujero en la regulación para seguir ganando aún más. No puede volver a pasar, esta vez no podemos fallar", ha insistido.

El 'no a la guerra', el "camino más difícil"

Otra de las medidas es la puesta en marcha de un cheque- ayuda energético de 300 euros para 19 millones de familias españolas, "similar al que ha desarrollado en Francia". La ministra cifra el coste de esta medida en 5.700 millones de euros, "algo perfectamente viable y que evitaría la pérdida de poder adquisitivo y la reducción del consumo de los hogares".

También incluye Podemos en este plan de emergencia su propuesta de un recargo del 10% en el Impuesto de Sociedades para las grandes empresas eléctricas, una medida recogida en su proposición para una reforma fiscal. El último punto de su plan energético es el abandono de los combustibles fósiles y la apuesta firme por las energías renovables con el objetivo de "reforzar nuestra soberanía energética y reducir la dependencia exterior".

Los otros dos ejes que plantea la ministra de Derechos Sociales son el impulso a la reforma fiscal pendiente (el Ministerio de Hacienda ya ha apuntado a que esta reforma se tiene que aplazar hasta completar la recuperación económica y dejar atrás las consecuencias económicas de la guerra) y un segundo escudo social para proteger a las pequeñas y medianas empresas y al sector primario.

"Es fundamental establecer ayudas directas a estas pequeñas y medianas empresas, para que puedan hacer frente al aumento de costes. Además, el conflicto va a afectar particularmente a nuestro sector ganadero, que importa piensos de Ucrania", ha explicado Belarra.

En esta línea Podemos propone, por ejemplo declarar como estratégicos los proyectos de producción local de piensos sobre especies autóctonas, "y al mismo tiempo pisar el acelerador para terminar con la dependencia exterior en materia alimentaria".

El cuarto eje tiene que ver con transformar la política de asilo para hacer frente al éxodo de las familias ucranianas que huyen del conflicto. "En esta ocasión tenemos la oportunidad de estar a la altura, transformando nuestra política de asilo a las personas refugiadas que huyen de la guerra de Ucrania, y también de otros conflictos y problemáticas mucho más olvidados", ha concluido Belarra.

La líder de Podemos ha defendido también ante el Consejo Ciudadano la postura de su formación del 'no a la guerra' y el rechazo al envío de armas, y ha insistido en la necesidad de que la UE y los organismos internacionales se involucren en el diálogo entre Rusia y Ucrania. "Hemos vuelto a elegir el camino más difícil en un momento clave, pero creo firmemente que es el camino correcto. Hemos defendido las vías diplomáticas y pacíficas como medida más eficaz para acabar cuanto antes con la guerra en Ucrania".

En este sentido, ha destacado el impulso de "un movimiento europeo por la paz, de la mano de líderes progresistas como Jean-Luc Melènchon o Jeremy Corbyn. Un movimiento que nos permita tender puentes con la otra Rusia, la que no acepta el autoritarismo y el desprecio por los derechos humanos de Putin. Un movimiento europeo para lograr, lo antes posible, una solución pacífica y duradera para Ucrania".