El Tribunal de los Pueblos pide a la UE que controle sus empresas

Las multinacionales y la UE fueron ayer el objetivo de una sentencia sin precedentes. El Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), un órgano interpretativo que se reunió estos días en Madrid con motivo de la Cumbre de los Pueblos, emplazó a las empresas europeas que operan en América Latina a que "se comprometan a cumplir allí los tratados internacionales" y promulguen los derechos humanos. Asimismo, exigió a los estados que velen por el cumplimiento de esos derechos y que, en el caso de que sean vulnerados, "promuevan sanciones contra sus empresas nacionales".

El brasileño Marcos Arroda, miembro del jurado, aseguró que en América Latina los trabajadores "están reducidos a objetos por los sistemas impuestos por las transnacionales". "Actúan como si las leyes no tuvieran importancia", lamentó. El escritor Carlos Taibo, otro de los magistrados, denunció, por su parte, que el "capitalismo social" que dice promulgar la UE ha sido superado por el modelo más agresivo de EEUU.

El presidente del TPP, el magistrado del Tribunal Supremo Perfecto Andrés Ibáñez, recordó que la sentencia es fruto de un proceso "no institucional", pero destacó que, por primera vez, "la víctima ha pasado de ser el sujeto pasivo a sujeto histórico a favor de la transformación". El TPP estuvo compuesto por especialistas del derecho de la mayoría de los países latinoamericanos.

Todos ellos participaron por la tarde en un acto en San Fernando de Henares (Madrid) convocado por la organización Enlazando Alternativas que sirvió de colofón a la Cumbre de los Pueblos. El presidente boliviano, Evo Morales, dejó plantados a los 500 representantes de los movimientos sociales porque tenía que acudir a la cena oficial de la cumbre UE-América Latina en el Palacio Real.

En el mitin participaron el ministro para Europa de Venezuela, Temir Porras, y el de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez. También estuvo el coordinador de IU, Cayo Lara, que alabó que, a diferencia de otras cumbres, la de los Pueblos ha "antepuesto la solidaridad a los intereses financieros".