Este artículo se publicó hace 15 años.
Los fallos detectados en Filipinas no alteran los resultados
Benigno Aquino seguía el jueves encaminado a convertirse en el próximo presidente de Filipinas, ya que la comisión electoral y los monitores dijeron que los fallos en las elecciones de esta semana no eran suficientes para revertir su abrumadora victoria.
Recuentos no oficiales de las elecciones del lunes han mostrado que Aquino, descendiente de un clan político que sacó al régimen de Ferdinand Marcos del poder en 1986, tiene más del 40 por ciento de los votos, 15 puntos por delante del ex presidente Joseph Estrada.
Las elecciones eran las primeras en celebrarse en Filipinas usando un nuevo sistema de votos automatizado, y los mercados temían que los problemas técnicos pudieran desbaratar las elecciones. Pero la votación fue mejor de lo esperado a pesar de los problemas en algunas regiones.
La Comisión de Elecciones oficial (Comelec) dijo el jueves que había descubierto discrepancias entre el recuento de votos transmitido por algunas de las nuevas máquinas de papeletas y el recuento de los votos impresos desde las tarjetas de memoria de las máquinas.
"Los datos transmitidos desde las máquinas fueron precisos, pero los impresos desde las tarjetas de memoria no cuadraban, causando las discrepancias", dijo el portavoz James Jiménez.
Agregó que el total de votos sobre los que se discrepaba eran unos 150.000, lo que supone que la victoria de Aquino no se vería afectada.
LOS MONITORESS FELICES, MÁS O MENOS
Los monitores dijeron que en general, las elecciones fueron justas.
La Red Asiática para unas Elecciones Libres (ANFREL) dijo que las votaciones en las remotas comunidades musulmanas del sur de Filipinas se vieron afectadas por incidentes de violencia y fraude, como la compra de sufragios, votaciones múltiples, intimidación y acoso.
"Hay defectos, hay algunos problemas que deberían rectificarse, pero las elecciones son razonablemente aceptables", dijo el monitor nepalí Gopal Siwakoti en una conferencia de prensa.
"Las elecciones del 10 de mayo en Filipinas demostraron un notable progreso en asegurar la libertad de las elecciones con un procedimiento razonablemente aceptable, aunque todavía no pueda igualarse con los estándares y compromisos internacionales".
Dos candidatos presidenciales, que entre los dos tienen menos de 100.000 de los más de 30 millones de votos contados. se han negado a aceptar la victoria de Aquino, y dicen que dudan de la precisión y credibilidad de los resultados automatizados.
Las denuncias de fraude aparecieron después de que la transmisión de resultados desde las provincias se retrasara, y tras el descubrimiento de docenas de máquinas en la residencia de un técnico en una ciudad al este de la capital el jueves.
Los observadores de ANFREL mostraron fotos de votantes depositando su sufragio en varias ocasiones, niños distribuyendo materiales de campaña y líderes de los distritos dando dinero a la gente que había votado.
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