Un español acusado de narcotráfico narra su vida y redención en la prisión Modelo de Bogotá

"Estaba en jaulas con olor a hambre, excrementos de día, sin agua potable, teníamos acceso a teléfonos por el módico precio de 20.000 pesos, que eran móviles que te daban los presidiarios". Es solo un fragmento de la increíble historia de Pedro, un español que pasó 41 meses en este infierno, la prisión Modelo de Bogotá, una de las peores del mundo. Acabó aquí porque trató de superar una deuda económica a través del narcotráfico, pero las cosas no acabaron bien y terminó en la cárcel. "Cuando se abre la puerta de la modelo de Bogotá, te das cuenta de que es otro mundo. La comida era siempre la misma, el arroz era con cucarachas, quitábamos las cucarachas y nos comíamos el arroz, las patatas eran con gusanos, quitábamos los gusanos y nos comíamos las patatas". Una vida completamente truncada que se refleja en su rostro al recordarlo y que ahora plasma en su libro para intentar concienciar a los que siquiera se están planteando seguir sus desdichados pasos.

-Redacción-