Este artículo se publicó hace 7 años.
'Sin techo'La situación límite de un 'sin hogar' en la ciudad de Sevilla
La asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía denuncia las escasas plazas públicas en albergues para los cientos de personas sin hogar que viven en la capital andaluza.
María Serrano
Sevilla--Actualizado a
Un invierno más. El centro de Sevilla y su periferia se encuentra ocupado por un colectivo excluido, las personas sin hogar, que combaten sin recursos la llegada del frío. Partidos políticos como Participa Sevilla o Izquierda Unida y asociaciones como Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) reclaman esta situación con la difusión de la campaña "Que la calle no sea un hogar en Sevilla".
El Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, "no debe maquillar las cifras de exclusión" reza el comunicado. El último conteo oficial realizado por el ayuntamiento habla de 444 personas sin recursos en Sevilla. Organizaciones internacionales como Médicos del Mundo hablan de más de mil "sin techo" en el entorno de la ciudad.
Pablo Fernández, delegado de APDHA, denuncia una deuda con este colectivo en grave situación de riesgo. Fernández señala a Público, como año tras año, las pésimas condiciones en las que se encuentran las personas sin hogar en Sevilla a las puertas del invierno aumenta. "Un año más siguen durmiendo personas en la calle por no disponer de una vivienda donde cobijarse cuando en otras ciudades se aplican medidas de urgencia. Esta realidad contrasta con las grandilocuencias de una administración que más que aplicar recursos para eliminar esta situación, parece festejar el Día (o la semana) de los Sin Hogar".
Pero ¿son las cifras del consistorio una muestra real de la situación? Cristina Honorato, activista por el derecho a la vivienda digna y concejala de Participa Sevilla aclara a Público que el conteo realizado por el gobierno municipal no alcanzaría en 2016 las tres horas de actividad con voluntarios y cubre "gran parte del centro histórico", dejando a un lado las "infraviviendas que se reparten en zona como el Vacie, el asentamiento chabolista más antiguo de Europa u otras zonas como el Polígono Sur".
"Un año más duermen en la calle cuando en otras ciudades se aplican medidas de urgencia"
Los datos del Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por el socialista Juan Espadas hablan en el conteo de 444 personas, con un solo margen de error del “5 por ciento en la muestreo” y un número de cuestionarios escasos. Por otro lado, la nota oficial del gobierno local recalca que en “los últimos dos años el presupuesto se ha incrementado en un 25% y la previsión es que siga aumentando en 2018”, a través de la Delegación de Bienestar Social. Sin embargos, las 449 plazas ofertadas no “darían cabida a más de la mitad de las personas sin hogar”, según señala las organizaciones.
Honorato reclama a Espadas y al equipo de servicios sociales que "se pongan en marcha programas gestionados por servicios públicos", ya que aclara que los tres centros que se encuentra abiertos, el Centro de Noche Alta Tolerancia para cinco pernoctaciones seguidas, el Centro de Acogida Municipal y el nuevo espacio Juan Carlos I, que abrirá sus puertas el próximo día 4, se encuentran gestionados por la empresa privada Grupo 5. "El presupuesto alcanza los ocho millones de euros", apunta Honorato. "Y No cubre las necesidades de los que están en esta grave situación. Ni la mitad de los sin techos están cobijados y las condiciones de acceso son un mundo para cada uno de ellos".
Uno de los primeros conteos del ‘sin hogarismo’
Fuentes del Ayuntamiento de Sevilla declaran a Público que “Sevilla ha sido una de las primeras ciudades que ha realizado un primer censo del sinhogarismo, a través de una Mesa Estratégica” a nivel nacional.
Sobre las medidas adoptadas en la reciente campaña de invierno 17-18 que ha dado albergue a 449 sin techo, el consistorio ha puesto en marcha una Red de Pisos de un convenio de la Fundación Atenea, que daría plaza a un centenar de personas en situación de exclusión en veinte viviendas. El acuerdo estaría destinado a alojar a “personas con necesidades sociales concretas”.
Otra veintena de pisos se han incorporado con el proyecto Housing Fair a través de la Fundación Rais que permite que veinte personas puedan encontrarse en una vivienda alquilada, a través de la tutorización de la estancia por parte de especialistas.
El presupuesto para entidades sociales en Sevilla es otra de las medidas que el gobierno local incrementará en 2018. El ayuntamiento de Espadas aumentará la partida para proyectos sociales, centros de día y orientación “de 92.814 euros a 395.000 euros para el próximo año”.
La paralización de tres desahucios diarios en sevilla
Entre las medidas de actuación para terminar con el 'sinhogarismo', los colectivos hablan de la paralización de "dos y tres desalojos diarios en Sevilla" que obliga a estas víctimas a una "situación de absoluta exclusión sino cuentan con el apoyo de familiares". Los afectados por los desahucios son "criminalizados", como señala Honorato "al tener causas penales pendientes por no poder pagar su hipoteca".
Los desalojos obligan a las víctimas a una "situación de absoluta exclusión sino cuentan con familiares"
Desde APDHA reclaman también la necesidad de proveer de prestaciones económicas básicas. Una pequeña renta que "garantice un ingreso económico con el objetivo de promocionar autonomía personal y, en paralelo, ampliar los proyectos públicos destinados a fomentar la empleabilidad".
El delegado de APHDA recuerda que partidos como Participa Sevilla han presentado ante el Pleno mociones sobre el problema principal que presentan las Personas Sin Hogar, en noviembre de 2015, motivado por la exclusión habitacional que padecen y la falta de organización de sus víctimas.
Cristina Honorato como miembro también de la Plataforma de la Vivienda y concejala destaca que "Sevilla es una ciudad con una fuerte nivel de desalojos y un paro del treinta por ciento. La gente va a la calle y se queda sin empleo. No son adictos a las drogas o personas con problemas psicológicos. Son también gente sin recursos las que encuadran en este colectivo, a raíz de la crisis".
Las recientes declaraciones de Espadas sobre Sevilla como una “ciudad referente en su atención a personas sin hogar” ha llevado a los colectivos a recabar de nuevo cifras sobre la situación. "La realidad es que, sin contar quienes viven en una vivienda insegura, infravivienda, chabolismo… centenares de personas, siguen durmiendo en la calle sin tener acceso a los recursos de los que se vanagloria el Ayuntamiento". El colapso de los servicios sociales en Sevilla "es algo tan evidente como que el Ayuntamiento pretende negarlo".
Honorato recuerda que las cifras de afectados van mucho más allá del dato oficial. "La atención que llevan a cabo organizaciones como Médicos del Mundo habla de más de mil sin techo y es una cifra bastante disparada", afirma la concejala de Participa.
Carlos: “Es duro mirar a la gente, a sus zapatos cada día y no verle la cara”
Carlos es una víctima directa de la exclusión. Se denomina así mismo como un "invisible". A sus 32 años lleva desde el paso invierno por las calles de Sevilla malviviendo de portal en portal, de un cajero a otro. "Es duro mirar a la gente, a sus zapatos cada día y no verle la cara". No ha logrado encontrar ningún empleo temporal. Solo en algunas jornadas de cierre en los bares del centro. Y se coloca a diario, casi sin esperanzas, con su cartel en una de las calles más concurridas del centro, la calle Tetuán.
Sabe que sino está empadronado en Sevilla capital no podrá acceder a las plazas del Centro de Acogida Municipal como posible solicitante. Es uno más en la lista, de la eterna lista y nunca podrá tener plaza fija. Ya se lo han dicho muchos agentes sociales. La trabajadora social le comentaría recientemente que su procedencia desde Extremadura, le obligaría a regresar a su lugar de origen, concretamente al pueblo de Moraleja en Cáceres. "La Cruz Roja te paga el billete para que te puedas ir de vuelta a tu tierra", le reclamaría la asistente social.
Carlos no entiende esta falta de oportunidades, esa falta de dignidad que le ofrecen la redes de acogida. "Tengo la ilusión de encontrar algo pero no gracias a los recursos públicos sino a la gente de la calle que cada día nos vamos ayudando un poco más". Los servicios de urgencia le dan una manta diaria que no sirve si esa noche ha tenido la mala suerte de que han caído unas gotas. "Puede estar empapada por la lluvia o el relente, la humedad y cogemos enfermedades por dormir en estas condiciones". Cuando Óscar va al médico le mandan medicamentos recetados, como a cualquier ciudadano. "Un ibuprofeno sí me lo cubren pero de los demás nada. ¿Qué podemos hacer con esas circunstancias?"
"Tu ánimo va decayendo y no crees que haya hueco para ti en este sistema abusivo"
La dignidad para Carlos ha pasado a un segundo término. "Ver como cada día pides para comer algo cuando en el comedor social solo hay posibilidades de tener un plato caliente al medio día. Tu ánimo va decayendo y no crees que haya hueco para ti en este sistema abusivo".
Sobre la situación de los albergues municipales, este joven extremeño recuerda que el Centro de Noche Alta Tolerancia solo le permiten estar cinco días seguidos de pernoctación. "No puedes llevar a tus animales, tampoco puedes entrar con tu pareja que se puede quedar fuera por estar las plazas divididas por género. No hay sensibilidad ninguna y a veces prefieres quedarte al raso".
De lo único bueno que puede hablar ahora Óscar es de su vida diaria en la corrala Dignidad, recientemente ocupada por 17 sin techo en el barrio de la Macarena. "No sabemos si nos van a desalojar. Dormimos dentro de una casa hace pocos días pero no podéis ni imaginar las condiciones de suciedad y deterioro en la que se encuentra".
"Los recursos están orientados a otros colectivos"
Puri es compañera de Óscar en la corrala. Acaba de cumplir 50 años. "El próximo mes de febrero hará cinco años que tuve que salir de mi casa en el barrio de los Pajaritos". Esta sevillana se dedicaba a la vigilancia de seguridad de un centro. "Las amenazas de un barrio dominado por el narcotráfico en Sevilla me obligaron a irme". Después de estar un tiempo hospitalizada, Puri ha tardado casi cuatro años en tener cita con los servicios sociales en el Centro de Acogida. "Te dicen que entienden tu caso pero que los recursos están orientados a colectivos de madres sin hogar, personas con adicciones o con problemas psiquiátricos”, señala a Público.
Puri: "Parece que tienes que estar casi loca para tener derecho a una cama"
A pesar de haber conseguido tener una paga como renta activa de 350 euros durante un tiempo, "no ha logrado salir de este bache”. Puri ha podido vivir en un piso alquilado durante un año. También ha logrado entrar en el Centro de Acogida Municipal durante dos meses. "No tenían más hueco y me dijeron que tenía que buscar mi futuro”. Relata que la incomprensión es “brutal y demasiado dolorosa".
"Parece que tienes que estar casi loca para tener derecho a una cama. Es una situación muy muy difícil y muchos compañeros pasan por una mentira así para no seguir durante unos meses en la calle, aunque tengan que tomar pastillas y pasar por un psiquiatra". Hoy vive en la corrala dignidad con dieciséis compañeros.
Lleva solo unos días pero el nerviosismo lo tiene ahí dentro. "No me creo que he conseguido nada. Solo no dormir al raso. No es un acceso a una vivienda por tu situación y encima tenemos el miedo de saber que nos pueden caer antecedentes y pasar por multas y juicios. Ante tal desesperación parece que pocas cosas nos dan miedo", afirma la afectada.
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