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Las organizaciones ecologistas denuncian a Shell por su contribución al calentamiento global

Una coalición de organizaciones medioambientalistas ha demandado a la compañía petrolera por no actuar y descender las emisiones vinculadas a sus actividades empresariales.

Un avión sobrevuela una estación de servicio de Shell en Londres. REUTERS/Toby Melville

A. T. R.

Las actividades empresariales de Shell están en el punto de mira de las organizaciones ecologistas. Tanto es así, que este viernes una coalición de ONG's ha demandado a la compañía petrolera por su contribución al calentamiento global. Con ello, se inicia un proceso legal que busca, entre otras cosas, evidenciar la inacción de la empresa para descender su porcentajes de contaminación. 

La denuncia ha sido presentada por una coalición de agrupaciones ecologistas holandesas, entre las que destacan Amigos de la Tierra, ActionAid, Both ENDS, Fossielvrij, Greenpeace, Jóvenes Amigos de la Tierra, Waddenvereniging, además de un grupo de 500 co-demandantes.

La noticia es la culminación de la campaña iniciada por Amigos de la Tierra Países Bajos, que hace un año reclamó a Shell medidas para poner fin a la destrucción del planeta que estaban ocasionando sus actividades empresariales. Unas advertencias que, según las ongs, fueron omitidas por los dirigentes de la compañía. Tanto es así, que los denunciantes señalan que los objetivos climáticos de la compañía "sobrepasan el umbral de 1,5ºC".

"Los directores de Shell aún no quieren decirle adiós al petróleo y al gas; arrastrarían al mundo a un colapso antes de renunciar a sus operaciones. Ahora la justicia puede evitarlo”, ha explicado Donald Pols, director de Amigos de la Tierra Países Bajos. Un razonamiento que lleva a los ecologistas a hablar de una "negligencia perjudicial" para el planeta.

En virtud de ello, sostienen que Shell está violando sus obligaciones de "proteger los derechos humanos" al no intentar siquiera reducir sus emisiones, que contribuyen al calentamiento global de manera directa. De hecho, la denuncia, compuesta por más de 230 páginas, expone que el comportamiento comercial de Shell supone una violación de "los artículos 2 y 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos: el derecho a la vida y el derecho a la vida privada y familiar".

"A pesar de que la propia empresa ha reconocido la contribución de la industria de los combustibles fósiles al calentamiento global y afirma que apoya plenamente el Acuerdo de París, sigue sin actuar, y continúa presionando en contra de las medidas que favorecen al clima y el interés general, e invirtiendo miles de millones en la extracción de petróleo y gas", explican en un comunicado los grupos ecologistas.

"Shell sigue eligiendo las ganancias sobre las personas y el planeta, es hora de usar las leyes para detenerlo y hacer que la compañía se ponga en marcha", opina Joris Thijssen, director de Greenpeace Holanda, que reclama que la compañía asuma "la responsabilidad de sus acciones y cambie de rumbo" para poder tener "un planeta habitable".

"Si esta demanda llega a buen término, podría ser la primera vez que una de las multinacionales más grandes del mundo se vea obligada a modificar sus operaciones empresariales", ha afirmado Roger Cox, quien se encarga de esta demanda contra Shell.

"Si los tribunales obligan a Shell a reducir sus emisiones de CO2 en un 45% antes de 2030 basándose en los niveles de 2010, y reducirlas a cero antes de 2050, de conformidad con el Acuerdo de París sobre el Clima, esta victoria sentaría un precedente e incrementaría la presión para que las empresas de combustibles fósiles modificasen sus conductas",opinan desde la coalición ecologista que ha impulsado la denuncia.

La denuncia contra Shell llega después de que su nombre apareciera en el último informe de InfluenceMap, que demuestra como las cinco grandes firmas petroleras destinaron en el último año cerca de 200 millones de dólares para bloquear y retrasar las iniciativas orientadas a combatir el cambio climático

Esta no es la primera vez que las Ong ponen el foco en Shell por sus mala práxis empresarial. En 2017, el nombre de la compañía estuvo salpicado por una denuncia de Amnistía Internacional en la que se pedía una investigación contra el gigante del petroleo por presuntas violaciones y torturas en Nigeria.

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