Entrevista a El doctor jubilado que se plantó ante los recortes de Ayuso"Confunden vocación con explotación"
María Martínez Collado
Madrid--Actualizado a
Alfonso López García de Viedma es un médico de familia y cirujano infantil con una trayectoria profesional notable, marcada por su dedicación y compromiso con la Atención Primaria, y los derechos laborales de los médicos. Su decisión de no asistir al acto de homenaje por su jubilación, programado para el 22 de mayo, debido a su profundo descontento con la falta de reconocimiento y cuidado por parte de los sucesivos gobiernos de la Comunidad de Madrid, ha vuelto a poner sobre la mesa la degradación que sufre la sanidad pública madrileña.
El doctor ha expresado su sensación de desprecio institucional en una carta que han publicado varios medios de comunicación y que ha inundado las redes sociales. En primer lugar, destaca el retraso significativo en el reconocimiento de su jubilación por parte de la Gerencia, así como la ausencia de gestos de agradecimiento a lo largo de los años por sus años de servicio. Una falta de reconocimiento que, a su juicio, no es sino un síntoma de la deshumanización en la relación entre la Administración y sus trabajadores. Además, el cirujano ha lamentado la preocupante falta de atención a su salud física y mental durante su carrera, contrastando con las exigencias burocráticas al solicitar prórrogas de jubilación.
A lo largo de su carrera, el médico ha denunciando sin pelos en la lengua la precarización y desmantelamiento progresivo de la sanidad. En esta entrevista con Público, reflexiona sobre su decisión de no asistir al homenaje y las carencias más urgentes por resolver.
¿Cuál fue la gota que colmó el vaso para romper definitivamente con la Comunidad de Madrid?
Me he pasado 46 años de mi vida ejerciendo como cirujano sin que nadie se preocupe por mí, ni por mi salud física o mental. Nadie me ha preguntado si tengo depresión, tomo ansiolíticos o voy a trabajar dormido. Pero justo cuando decidí prorrogar mi contrato, una vez que alcancé la edad de jubilación, me dijeron que la condición era, lejos de mis méritos académicos o profesionales, pasar toda una serie de pruebas sanitario-laborales al completo. O sea, les importaron una mierda las condiciones en las que había vivido durante 45 años y para prorrogar uno solo me pusieron todo tipo de problemas, faltando médicos por todas partes.
¿Esa falta de control sobre el estado de salud de los médicos es habitual en la sanidad pública madrileña?
Al igual que cada trabajador ha de pasar un reconocimiento médico en sus respectivas empresas, como marca la lay de prevención de riesgos laborales, los médicos deberíamos hacer lo propio; pero en la Comunidad de Madrid eso no pasa, lo incumplen sistemáticamente. A veces, parece que se olvida que los médicos somos personas. También tenemos depresiones, esquizofrenia, perdemos la memoria, pero con un añadido: estamos delante de pacientes, diagnosticando y recetando fármacos.
Yo, que soy cirujano y no pasaba ningún tipo de control, podía tener sida o hepatitis, y lo podía haber transmitido en pleno acto quirúrgico. Hacer controles es una obligación, pero se incumple, salvo cuando interesa. A mí me molestó profundamente que luego me pusieran toda clase de inconvenientes para seguir ejerciendo, me hizo sentir muy maltratado. Ahora que no me vengan a contar que si homenajes o que si me quieren mucho.
¿En qué consiste ese homenaje al que os invitan?
Es un acto en el que nos citan a todos los que nos hemos jubilado desde el año 2020 porque con la pandemia se suspendieron todo este tipo de eventos. Pero vamos, nunca han hecho un acto de celebración por jubilación en un centro hospitalario, como quieren organizar ahora en el Ramón y Cajal. Nunca han reunido a la gente como esta vez. Lo que pasa es que la Gerencia quiere reunirnos a todos en un macro acto para darnos unos cuantos aplausos por soportar ese maltrato.
¿Cree que es una estrategia de blanqueamiento de imagen del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso?
Absolutamente. Ellos quieren dar la imagen de que aquí no hay ningún problema, de que estamos todos encantados, somos felices, la sanidad madrileña es la mejor de España, los médicos que protestan son unos peseteros y unos rojos, y aquí todos contentos. Está claro que viven completamente fuera de la realidad. No son conscientes de que hay centros de salud, como el de Abrantes, que no tienen médicos. No hay nadie. Si eso a la Consejería de Sanidad le parece normal y encima quieren que lo aplaudamos, que no cuenten conmigo.
La Comunidad de Madrid confunde vocación con explotación. Cualquier profesional merece respeto, dignidad y ética en su trabajo. Somos médicos que salvamos vidas. Sin nosotros, os morís, incluidos los miembros del Gobierno y la consejera. Parece que, ahora, con esto del acto, viendo la situación de desprecio, se les ha ocurrido esta genialidad. Quieren tapar las críticas, las movilizaciones y protestas semanales con un acto vergonzoso. Este mismo domingo 19 de mayo habrá una manifestación multitudinaria en la capital.
¿Le consta si hay más compañeros que han decidido no ir a ese acto?
Sí, claro que hay más. Hay tres compañeros que me han dicho que están de acuerdo conmigo y que no van a ir, pero los invitados serán muchísimos. Si faltan cuatro, tampoco se va a notar. Si con la carta que he enviado a la Gerencia y que ha salido en diferentes medios de comunicación, otros médicos se sienten identificados conmigo y no van, pues mejor. Estaría encantado de que fuesen nombrando médicos en ese salón de actos y no subiese ni uno para que vieran que con la salud no se juega. Ojalá verlo en primera persona.
Era delegado sindical de AMYTS, ¿cómo ha sido negociar con la Comunidad de Madrid? ¿Se ha avanzado en algo desde el último acuerdo firmado con la Consejería de Sanidad?
Con la Comunidad de Madrid la relación siempre ha sido mala porque son muchos años luchando y, cuando uno pasa tantos años luchando, es porque las cosas no van bien. Cuando pedimos soluciones, avisamos de que los profesionales se están marchando, de que hay que hacer una serie de mejoras retributivas y laborales para retenerlos, y no hacen caso, la relación no puede ser buena.
En todos mis años de carrera, ni siquiera recuerdo todas las huelgas que he hecho. En 2022, hubo una huelga convocada por AMYTS que duró cuatro meses. No hacen caso de otra forma. Ha sido siempre una relación basada en la educación, no te insultan, gritan o chillan, pero de cara a la gente te ponen a caldo diciendo que los médicos no trabajamos. De hecho, firman acuerdos de huelga que luego nunca cumplen y obligan a retomar las movilizaciones.
En concreto, la parte de mejoras laborales del último acuerdo no se ha cumplido, aunque sí la económica. Así no se soluciona nada. Los médicos en Madrid trabajan en una situación inhumana. Ven hasta 70 y 80 pacientes al día en algunos sitios. Eso no es atender pacientes, es despacharlos. Y los perjudicados son siempre los mismos: quienes menos recursos tienen y no pueden, por ejemplo, pagarse un médico en la privada. Actualmente, mis compañeros doblan turnos de manera habitual. ¿Cuánto tiempo podemos seguir así?
¿Se está poniendo en riesgo la vida de los ciudadanos?
La política sanitaria de la Comunidad de Madrid está poniendo en riesgo la vida de los ciudadanos y la salud de los sanitarios. ¿Tú te montarías en un avión de un piloto que viene de un vuelo largo, de 18 horas, y vuelve a pilotar sin descansar? Evidentemente, no, a no ser que seas un descabezado. No entiendo por qué existen controles rigurosos y específicos para gremios como los camioneros o los pilotos, y con los médicos no se toma esto en serio, con la responsabilidad que conlleva.
¿Se puede estar de guardia 24 horas o pasar varios días seguidos operando? No se han preocupado jamás, ni del profesional ni de los riesgos del paciente. ¿Cómo se podría cambiar esto? Dotando de personal a los equipos. Con suficientes profesionales para poder rotar, no habría riesgo de que nadie se quedara dormido o de que estuviera intranquilo cuando tiene que llevar a cabo una operación por el cansancio que arrastra.
Parece que la Consejería piensa que todo se soluciona con dinero. Presumen de que nos pagan 50 euros la hora extra. ¡Nos ha jodido! Solo faltaba que trabajara fuera de mi horario laboral gratis.
Ya son cuatro los fallecidos en diferentes municipios de la Comunidad de Madrid donde no había médico de urgencias. ¿Cómo hemos llegado a esta situación?
Es una consecuencia más de todo este desastre de gestión. ¿Cómo pretenden que una enfermera atienda un infarto o una mujer cuyo marido se está muriendo le practique un masaje de reanimación? Es todo un despropósito. Las personas que viven en municipios alejados de Madrid, que no tienen taxis, ni ambulancias, ni un centro de salud abierto, como pasa en Colmenar Viejo, están sin opciones. Cuando les ocurre algo a estos pacientes, tienen que desplazarse media hora en coche hasta su hospital más cercano, poniendo en peligro su propia vida en la carretera. Son cuatro las personas que se sabe que han fallecido por la mala situación de las urgencias extrahospitalarias, pero, si no cambia, habrá más.
Ellos no son los únicos que están teniendo problemas para acceder a la atención sanitaria por la gestión del Gobierno de Ayuso. Durante la pandemia, 7.291 murieron encerrados en las residencias por los "protocolos de la vergüenza"...
Ahí la gente que se murió fue la que no se podía pagar una sanidad privada. Quien estaba viviendo en una residencia privada o tenía un seguro privado, sí que pudo ser atendido. Si tenías dinero, podías morir en condiciones dignas. En cambio, si eras de la pública, no tenías esa opción: te morías porque hubo unos protocolos que impedían que te viera un médico en un hospital. Su lógica, ya lo dijeron, fue que "se iban a morir igual". Eso es un abandono. ¿Se podrían haber muerto igual? Efectivamente. Pero a estas personas se les condenó a morir.
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