El desafío de la conciliación laboral y familiar en verano
Las vacaciones escolares se convierten en la pesadilla de muchas familias que no pueden compatibilizar su horario laboral con el cuidado de sus hijos.
Lucía Rivero
Madrid--Actualizado a
Durante 11 semanas al año, el aburrimiento de muchos niños tiene que convivir con el estrés de algunos padres que no saben cómo dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿qué hacemos con los niños este verano?
Esta es la realidad que asola a muchas familias españolas que se enfrentan cada año a la complicada tarea de la conciliación, cuya dificultad incrementa con la llegada de las vacaciones escolares.
"Es una asignatura pendiente en nuestro país" reivindica la directora de la Federación de Padres y Madres del Alumnado (FAPA), María Carmen Morillas. Desde la federación se han planteado propuestas a diferentes partidos políticos para que la voz de las familias se haga eco en el discurso político.
Gracias a las peticiones de esta y otras asociaciones, el pasado 30 de junio se aprobó un Real Decreto-ley por el que se garantizaban nuevos permisos familiares que facilitasen la conciliación. No obstante, "es un avance, pero todavía es necesario avanzar mucho más".
La conciliación familiar y laboral "es una asignatura pendiente en nuestro país"
El debate de los tiempos escolares y laborales está sobre la mesa. Los padres reivindican pasar más tiempo con sus hijos, sobre todo durante el verano, época en la que los pequeños pasan más tiempo en casa.
"No se trata del conformismo de pasar poco tiempo con tus hijos pero que sea de calidad. Necesito estar más tiempo con mis hijos y mis hijos necesitan estar más tiempo con sus padres", expone María Carmen. Afirmación que secunda David Marín: "Mi prioridad es estar con mi hijo, que sienta que su padre está con él".
David está divorciado, y explica que la conciliación es más compleja desde entonces. Ha necesitado llegar a acuerdos con la empresa en la que trabaja que le permitan una flexibilización adaptada a su situación porque "si no es imposible".
No todas las empresas permiten este tipo de acuerdos, muchos ligados al teletrabajo. En este tipo de casos, muchas familias optan por ir a juicio. "Estos temas son de orden público y se están vulnerando derechos", explica Marisol del Pozo, abogada y funcionaria en los Juzgados de lo Social.
"Estos temas son de orden público y se están vulnerando derechos", explica Marisol del Pozo
Cabe mencionar que, según ha declarado la FAPA, varios organismos europeos le han dado "toques de atención" al sistema educativo español al considerar que "no se estaban garantizando los derechos de la infancia y adolescencia" en lo relativo a la conciliación familiar.
Sin los abuelos no hay conciliación
Las opciones para las familias durante las vacaciones son escasas. "Tenía dos alternativas: o un campamento que, a veces, no me cubría el horario; o la abuela", señala Cristina Martínez. A ello, añade que los campamentos "no son nada baratos, incluso los del ayuntamiento", y más "siendo dos niños".
Desde hace unos meses, Cristina es autónoma y reconoce "que es más sencillo" pero que algunos días tiene que seguir "recurriendo a la abuela". La decisión de dejar su anterior trabajo para hacerse autónoma fue un cúmulo de factores que no le permitían pasar tiempo con sus hijos ni llegar a una conciliación real. "La conciliación familiar no existe", denuncia.
"La conciliación familiar no existe"
Las opciones de Cristina son las que barajan la mayor parte de familias que no pueden compatibilizar el horario laboral con las vacaciones de sus hijos. El teletrabajo se ha añadido a la lista de opciones de conciliación tras la pandemia, pero no todos los puestos permiten esa posibilidad.
Claudia Fernández trabaja en una empresa de telecomunicaciones que le permite teletrabajar siempre que lo necesite. Reconoce que "gracias a ello" puede hacerse cargo de su hija en el verano, pero señala que "si no estaría con los abuelos". Al final, para muchos padres, recurrir a los abuelos es la solución más sencilla y económica.
Desde la FAPA se toma en consideración el papel de los abuelos y se aboga por otra serie de medidas bajo la premisa de que "los abuelos también tienen derecho a vivir. Una cosa es que estén con los nietos disfrutándolos y otra cosa es que se les imponga los cuidados de los menores. Eso tampoco es conciliar".
"Los abuelos también tienen derecho a vivir"
"No me lo puedo permitir" es la afirmación más repetida entre las familias entrevistadas por Público ante la posibilidad de inscribir a sus hijos en un campamento. Esta es la otra opción que ronda la cabeza de las familias de cara al verano, pero la cuestión económica se convierte en una barrera y muchos terminan descartándolo.
Cada vez más asociaciones reclaman campamentos públicos y completamente gratuitos para conseguir que la conciliación deje de estar estrechamente ligada a una cuestión socioeconómica y se convierta en una posibilidad real para todas las familias.
Autismo y conciliación, una tarea aún más compleja
"Las ayudas son pocas", resume Cristina Sánchez, madre de Nico, diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y un trastorno de la conducta grave. A sus ocho años, "Nico depende completamente de una persona y, en verano, es complicado que la tenga".
Cristina intentó que le dieran un horario más estable para poder estar con el niño. Lo consiguió gracias a UGT y recalca que "le costó muchísimo" que se lo concediesen. Incluso así, le es muy complicado conciliar su trabajo con los cuidados que requiere Nico, y reclama aquello que a muchas familias les falta: "Con Nico tienes que trabajar un montón y necesita mucha estimulación. Para eso tienes que tener tiempo y yo no lo tengo".
Al igual que Cristina, muchas familias tienen necesidades específicas que no pueden gestionar solas. Recurrir a familiares vuelve a ser lo habitual para muchas de ellas. Asimismo, económicamente muchas veces es "imposible", señala Verónica Huertas, madre de mellizas, una de ellas con TEA. Ella tiene que invertir en terapeutas y logopedas que ayuden a su hija; gastos que otras familias no tienen.
"Durante el curso es complicado, pero en verano aún más. No puedo apuntarlas a un campamento y tampoco sé cómo reaccionaría Natalia a esa situación. Además, necesita que haya personas cualificadas para estar con ella", apunta la madre.
Es necesario que se legisle de acuerdo con la diversidad
La diversidad familiar es una realidad que apenas se contempla y cada vez está más presente la necesidad de que se legisle de acuerdo con esta diversidad, poniendo en el centro el interés del menor.
"Sin inclusión no hay educación" afirma la directora de FAPA, y explica que cada vez hay más AMPAS que realizan un trabajo de sensibilización, especialmente en la cuestión de los campamentos, algo atrasados aún en la materia.
Una cuestión de género
Los roles tradicionales de género se van difuminando, pero las mujeres siguen soportando mayoritariamente las tareas relacionadas con el cuidado de los hijos e hijas.
Marisol del Pozo, indica que las peticiones que pasan a vía judicial para poder conciliar la vida laboral y familiar son generalmente de mujeres. "A día de hoy, siguen siendo ellas las que se hacen cargo de los hijos".
Según un informe publicado por Malasmadres, el 64% de las mujeres con hijos ha asumido algún coste laboral. El abanico de costes es muy amplio, desde reducir la jornada hasta abandonar el mercado laboral. Como consecuencia, el 57% de ellas ha asumido una pérdida de ingresos derivada de la misma para poder dedicarse al cuidado de los hijos.
"No le tiene que corresponder solo a las mujeres. Siempre somos las mujeres las que tenemos que ceder y atender a los cuidados de nuestra familia", reivindica María Carmen.
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