El Ayuntamiento de Madrid denuncia el "ninguneo"de Interior en el episodio del CIE de Aluche

MADRID.- El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha vendido hoy una imagen de tranquilidad en el CIE de Aluche en el que desde la noche del martes y hasta la mañana del miércoles cerca de cuarenta personas han permanecido en los tejados para denunciar su situación, pero hasta el momento Interior no ha permitido la entrada de ONGs o cargos públicos en el centro.

Decenas de activistas y varios diputados de Podemos y En Comú Podem han permanecido a sus puertas durante la mañana, mientras seguían llegando los gritos de "¡Libertad, libertad!" desde el centro. En torno a las 13.00 horas, la diputada de la formación morada Ione Belarra reforzaba la denuncia de otros representantes de su partido, a los que también se les ha denegado el acceso al centro.

Y, mientras los internos agitaban prendas de ropa o trozos de papel desde los huecos de las ventanas -que no permiten ver el interior de las estancias en las que se apilan estas personas-, el concejal de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, criticaba el "ninguneo" al que se ha visto sometido el Consistorio por parte del Ministerio del Interior, responsable último del centro de internamiento de extranjeros (CIE), que no ha dado respuesta a la oferta de ayuda del Ayuntamiento. "Se ha ninguneado información a esta Concejalía", asegura a Público Barbero, que esperaba poder planear"las actuaciones que pudieran ser necesarias" y "estar coordinado" con Interior.

El edil madrileño, cuya formación ha emitido este miércoles un comunicado exigiendo el cierre de estos centros, asegura haber contactado con el subdelegado del Gobierno en torno a las 3.00 de la madrugada para pedir más información, pero esta mañana todavía no le habían devuelto la llamada.

Stop Racismo: "Si la situación es de normalidad, ¿por qué no nos dejan entrar? No quieren que hablemos con ellos sobre lo que ha pasado"

"Se nos ha impedido la entrada cuando hemos querido entrar a pedir información, y ni siquiera se han dignado a salir los responsables del CIE, sólo un agente de policía", apunta, insisitendo en que los recluidos en el centro "son ciudadanos de Madrid", y por eso el Consistorio debe velar por su bienestar.

Además de Barbero, los diputados de Podemos Irene Montero y Rafael Mayoral se han concentrado este miércoles ante la puerta del CIE, vigilado por agentes de la Policía Nacional, y han exigido el cierre de este tipo de centros. También lo han hecho organizaciones como Stop Racismo, cuyo presidente, Mohamed Gerehou,

Gerehou denuncia también que el centro ha denegado la entrada a los representantes de Stop Racismo que diariamente visitan a los internos, cuyo número nadie puede precisar (teóricamente el CIE puede albergar a 280 personas). "Si la situación es de normalidad, ¿por qué no nos dejan entrar?", cuestiona, antes de darse a sí mismo una respuesta: "No quieren que hablemos con ellos sobre lo que ha pasado", apostilla.

Mayoral: "Ha sido una noche de incertidumbre, opacidad y falta de información"

Quien sí ha podido cruzar las puertas del centro ha sido el diputado de En Comú Podem Fèlix Alonso Cantorné. Cantorné relata que ha sido recibido por las autoridades del centro en un despacho, que aseguran que la situación está bajo control y que nadie, ni internos ni agentes de Policía, han resultado heridos.

"Nadie ha facilitado ninguna información", criticaba Rafael Mayoral, diputado de Podemos, que ha pasado toda la noche frente al centro, viendo como entre 30 y 40 internos permanecían en la azotea a pesar del frío y de la lluvia, y sin explicaciones por parte de Interior o del centro. "Ha sido una noche de incertidumbre, opacidad y falta de información", relata.

En torno a las 12 del mediodía, reducida la presencia mediática y policial, un par de decenas de activistas permanecían frente al centro para mostrar su solidaridad con los concentrados, que seguían pidiendo libertad a gritos. Tirando trozos de papel higiénico por las ventanas, los recluidos en el CIE seguían gritando " ¡Gracias!" a quienes se concentraban frente al muro que les separa de la calle.