Este artículo se publicó hace 5 años.
Resultados CatalunyaManuel Valls simboliza el fracaso de la derecha en Catalunya
El ex primer ministro francés apenas mejora el resultado obtenido por Cs en 2015 y el partido naranja calca prácticamente los apoyos de hace cuatro años y seguirá sin tener ningún alcaldía en Catalunya. El PP pierde más de la mitad de los votos y sólo tendrá 67 concejales, pero se mantiene como primera fuerza en dos ciudades importantes como Badalona, con García Albiol, y Castelldefels, donde podría recuperar la alcaldía. Vox sólo suma tres concejales, todos en Salt.
Barcelona-
Manuel Valls, una vez más, ha fracasado en las urnas. El ex primer ministro francés ha quedado muy lejos de tener opciones reales de luchar por la alcaldía de Barcelona, su gran objetivo político desde que hace aproximadamente un año aterrizó en la capital catalana, la ciudad donde nació y en la que pasó parte de su infancia.
Barcelona por el Cambio - Ciudadanos, la candidatura que lideraba, tendrá seis concejales en el Ayuntamiento, sólo uno más de los que obtuvo Cs en 2015, entonces en una lista encabezada por Carina Mejías. El fracaso de Valls y Cs en Barcelona resume el rol que ha tenido la derecha española en estas municipales en Catalunya. El partido de Albert Rivera seguirá sin ninguna alcaldía y su progreso es mínimo con relación al 2015.
Paralelamente, el PP ha perdido más de 100.000 votos y sólo las victorias -y posibles alcaldías- en Badalona y Castelldefels le permiten salvar los muebles. La ultraderecha de Vox, que concurría en 45 municipios, sólo ha obtenido tres concejales en Salt (Girona), una ciudad donde previamente tenía representación Plataforma per Catalunya, la formación xenófoba de donde provienen sus candidatos en la ciudad.
El ex primer ministro francés, que ha basado su candidatura en recetas clásicas de la derecha como prometer más policías y una mejor relación con las grandes empresas, se ha confirmado como un candidato de las élites. En total ha recibido 99.500 votos, el 13,2% del total, una cifra que mejora en 22.000 -y 2,2 puntos- los resultados de Cs en 2015.
Valls se ha impuesto en uno de los diez distritos de la ciudad, y no es casualidad que sea el de Sarrià-Sant Gervasi, el de mayor renta de Barcelona
El progreso, sin embargo, es del todo insuficiente para las expectativas generadas y , sobre todo, queda lejos del 21 de diciembre de 2017, cuando el partido naranja se impuso en la capital en las elecciones al Parlament, con casi 220.000 papeletas (el 24% del total). Valls se ha impuesto en uno de los diez distritos de la ciudad, y no es casualidad que sea el de Sarrià - Sant Gervasi, el de mayor renta de Barcelona, donde ha recibido el 24,4% de los votos.
También fue aquí donde Cs obtuvo un mejor dato en 2015. El segundo distrito que más ha votado por Valls ha sido el de las Corts, con el 18,5%, donde se ubica Pedralbes, el barrio más rico de la ciudad . Los soportes a Valls, sin embargo, han sido muy inferiores en las zonas populares de la ciudad, como Nou Barris (13,3%), Sant Andreu (11,3%) o Sant Martí (11,8%) y los de clase media, como Sants - Montjuïc (10,5%) o Gràcia (8,9%). Tampoco ha triunfado en Ciutat Vella (10,8%), epicentro de su campaña securitaria.
Más allá de Barcelona, Cs queda muy lejos de los resultados pretendidos. El partido de Albert Rivera había aumentado candidaturas, pero apenas gana 45.000 votos, unos setenta concejales -suma 244- y medio punto de apoyo en el conjunto de Catalunya.
En la mayoría de grandes ciudades se mantiene estable, como tercera o cuarta fuerza y con 3 o 4 concejales, como L'Hospitalet de Llobregat, Sabadell, Terrassa, Santa Coloma de Gramenet, Lleida, Tarragona, Mataró, Sant Boi, Cornellà, Rubí o Reus. Queda muy lejos, sin embargo, de convertirse en alternativa al PSC en estas ciudades, como aspiraba, y pierde la representación, por ejemplo, en Badalona, donde tenía un concejal.
En la Catalunya interior, donde el independentismo es mayoritario, Cs prácticamente no tiene representantes locales y tampoco puede alcanzar la alcaldía en municipios de la Costa Daurada donde tiene fuerza, como Salou (4 concejales), Vila-seca (5), Cambrils (4) o Cunit (3).
Badalona y Castelldefels maquillan la hecatombe del PP
El PP, por su parte, ha dado un nuevo paso hacia la irrelevancia política en Catalunya, sólo paliado parcialmente por sus victorias en Badalona, cuarta ciudad del país con 215.000 habitantes, o Castelldefels (66.000 hab.). El partido de Pablo Casado, sin embargo, pierde más de la mitad de los votos -suma 108.000, apenas el 3,1% del total- y sólo tiene 67 concejales, cuando aglutinaba 215.
En Barcelona supera por una décima el umbral mínimo del 5% de los votos, lo que le permite conseguir dos concejales, cuando tenía tres. En Tarragona pierde dos de los cuatro que tenía, mientras que en Lleida sí conserva los dos y en Girona se queda sin representación. Tampoco obtiene concejaes en otras grandes ciudades como Sabadell o Terrassa -ambas por encima de los 200.000 habitantes-, Mataró, Sant Cugat, Santa Coloma de Gramenet, Sant Boi, Cornellà, Rubí, Reus o Manresa.
El partido de Pablo Casado pierde más de la mitad de los votos y se queda solo con 67 concejales
Los únicos éxitos vienen de Badalona, donde el ex presidente de la formación Xavier García Albiol gana un concejal, y alcanza los 11, y 7.000 votos; y Castelldefels, donde la lista de Manuel Reyes se mantiene en ocho asientos, pero gana dos puntos de apoyo y 2.500 votos.
El PSC tiene la clave en las dos ciudades, ya que si se alía con ERC y los Comuns puede articular mayorías de izquierdas y evitar que el PP recupere unas alcaldías que tuvo entre 2011 y 2015. Las otras victorias del partido son en dos pequeños municipios como Pontons (Barcelona), donde acumula dos décadas en la alcaldía, y Gimenells (Lleida), donde ya había gobernado. Dos excepciones en un mapa municipal claramente esquivo con el PP.
Finalmente, Vox no ha repetido los guarismos de las elecciones generales y sólo ha obtenido tres concejales en toda Catalunya, a pesar de presentar 45 listas. La representación se concentra en Salt (Girona), donde toma el relevo de PxC, que se disolvió hace unos meses para que sus dirigentes se integraran en el partido de Santiago Abascal.
En Barcelona, por ejemplo, la formación ultraderechista sólo ha recibido 8.723 votos, el 1,16% del total. En total, los tres partidos estatales de derechas han sumado alrededor del 12% de los votos totales de Catalunya, claramente por debajo del 15% que entre PP y Cs aglutinaron en las municipales de 2015.
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