Este artículo se publicó hace 8 años.
Puigdemont fija el referéndum de independencia "sí o sí" para septiembre de 2017
El president de la Generalitat insiste en que el próximo verano Catalunya estará preparada para la “desconexión” y ha expresado su voluntad de convocar nuevas elecciones “si no se aprueban los presupuestos”.
Laura Safont
-Actualizado a
BARCELONA.- “Referéndum o referéndum”. Así de contundente se ha expresado el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante su intervención en la cuestión de confianza para asegurar que si continua como jefe de Gobierno se celebrará un referéndum el próximo mes de septiembre de 2017, pactado o no con el Estado.
“Trabajaremos con la voluntad de hacer un referéndum acordado con el Estado, pero si no hay una respuesta positiva convocaremos un referéndum en septiembre del próximo año”, ha expresado el president al final de su discurso. La diputada de la CUP, Anna Gabriel, ha expresado tras la intervención de Puigdemont “plena sintonía” con el “referéndum o referéndum” del president, pese a desconfiar en conseguir un acuerdo con el Estado.
Aun así, Puigdemont ha insistido en que la “fórmula ideal” es un referéndum pactado y que “no se puede descartar”. El president ha reclamado, una vez más, “coraje y compromiso” al sistema político español ya que “la demanda de un referéndum pactado es mayor que la de la independencia”. Puigdemont también ha lamentado que el Gobierno español se reuniera hasta en dos ocasiones con ETA y con su ejecutivo “no aceptan ni sentarse en la misma mesa”.
El president ha iniciado la cuestión de confianza en el Parlament de Catalunya supeditando su continuidad como presidente a la aprobación de los presupuestos de este año. "Quien no tenga intención de aprobar los presupuestos, que no me otorgue la confianza que reclamo", ha pedido Puigdemont al iniciar su debate en clara alusión al grupo parlamentario de la CUP, cuyo rechazo a las cuentas de 2016 hicieron que el jefe de Govern solicitara someterse a la cuestión de confianza que este martes se ha celebrado por primera vez en la historia del Parlamento catalán.
"O se aprueban los presupuestos o haré uso de las facultades de las que dispongo para convocar elecciones", ha advertido Puigdemont a los anticapitalistas. Sin embargo, es poco probable que el jefe del Govern convoque elecciones ya que la CUP ya le ha garantizado el apoyo sin condiciones y, tras la cuestión de confianza, la diputada Gabriel ha ratificado la declaración del president en relación a las cuentas del Govern para este año: “se necesitan presupuestos para gobernar bien”. De esta manera, mañana jueves, cuando se realicen las intervenciones y votaciones de los grupos parlamentarios, el president sólo necesita el “sí” de la CUP para obtener la mayoría simple que requiere la cuestión de confianza y todo parece indicar que Puigdemont continuará la legislatura y con unos presupuestos tramitados.
El jefe de Govern ha remarcado el carácter “excepcional” de esta legislatura que debe acabar, según la hoja de ruta acordada tras el 27S y “aún vigente”, con un nuevo Estado independiente. “Es un mandato que me comprometo a cumplir”, ha defendido si consigue este jueves la confianza que reclama a las Cortes catalanas y continúa con esta legislatura de desconexión.
Por ello, Puigdemont ha asegurado: “en junio de 2017 tendremos preparadas las estructuras de Estado para integrarnos como Estado independiente en la Unión Europea y la comunidad internacional”. “Lo haremos de manera pacífica y democrática”, ha añadido. También ha prometido iniciar la desconexión de España “con plenas garantías” en relación a la viabiliad económica y la sostenibilidad jurídica de estas nuevas instituciones de un futuro Estado independiente. Si la cuestión de confianza prospera, las leyes de desconexión —por el momento, la de una agencia tributaria propia— se empezarán a tramitar en el Parlament y se aprobarán a finales de julio de 2017.
Puigdemont, para continuar con el proceso hacia la independencia, ha reclamado el apoyo de “una mayoría en el Parlament y una ciudadanía movilizada”. Ha recordado el alto grado de movilización que existe en el seno de la sociedad catalana, “admirada en el mundo y sostenida en el tiempo”. “No hay proyecto político en Europa que movilice a tanta gente”, ha insistido.
El president también se ha abierto a iniciar “una cadena de confianzas” con las demás fuerzas políticas en el Parlament, incluidas las que no son independentistas pero que sí defienden el derecho a decidir. Asimismo, se ha comprometido a trabajar “con más cooperación” con aquellos grupos que le ratifiquen la confianza. El portavoz de CSQEP, Joan Coscubiela, ha celebrado tras la sesión parlamentaria la apuesta por el referéndum que ahora defiende Puigdemont pero que, como ha recordado, su grupo siempre había defendido. Aun así, ha defendido que el referéndum solo tiene sentido si cuenta “con garantías jurídicas y políticas”.
En las valoraciones tras la intervención de Puigdemont de los demás grupos parlamentarios, que mañana jueves los portavoces detallarán en el Parlament, el PSC ha defendido que “referéndum o referéndum” equivale a “fracaso o fracaso” ante un Puigdemont que “sólo se preocupa por su hoja de ruta” y “muy debilitado”. El PP catalán ha equiparado referéndum a “conflicto” ya que, según los populares, del 27S no surge un mandato democrático de desconexión y Puigdemont sólo consigue provocar “división” entre la sociedad catalana. Por el contrario, el grupo de Gobierno Junts pel Sí ha considerado la propuesta de referéndum de Puigdemont “una mejora de la hoja de ruta para validar las leyes de desconexión”.
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