Este artículo se publicó hace 3 años.
PP, Vox y Cs echan balones fuera ante el posible fracaso de Colón: "No hemos convocado nosotros"
En la derecha se inhiben de toda responsabilidad si la protesta del próximo domingo en Madrid 'pincha' en asistentes. Señalan que la ha convocado una plataforma y que es lógico que no sea masiva porque se produce en pandemia.
Marta Monforte Jaén
Madrid-
La derecha prepara el terreno para eludir cualquier responsabilidad si la manifestación que se celebrará el próximo domingo en la madrileña Plaza de Colón en protesta a los indultos que previsiblemente concederá el Gobierno a los presos del procés acaba fracasando por el número de asistentes. "No la hemos convocado nosotros", esgrimen como principal argumento dirigentes de los partidos que acudirán a esa manifestación, que también apuntan a que se celebrará en un contexto pandémico.
Pablo Casado, Santiago Abascal e Inés Arrimadas, los líderes de Partido Popular, Vox y Ciudadanos respectivamente, ya han anunciado que asistirán pero que lo harán por separado. Oficialmente alegan que "el protagonismo lo tiene la sociedad civil", pero en privado señalan que no quieren reeditar una nueva fotografía conjunta que emule la del año 2019. Una fotografía que algunas voces de la derecha admitieron más tarde que fue un error porque impulsó al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que días después convocó elecciones generales.
En aquella ocasión se produjo una guerra de cifras entre los partidos, sindicatos policiales y la delegación del Gobierno. La estimación que hicieron desde el PP y Cs fue de 200.000 personas contando con las calles adyacentes a Colón. El Sindicato Unificado de la Policía (SUP), que se sumó a la protesta, cifró la asistencia en 120.000 personas mientras que la Delegación del Gobierno la situó en 45.000. Unas cifras que se quedaban muy lejos de otras manifestaciones históricas de la derecha.
En ese sentido, las cúpulas directivas del PP y de Ciudadanos exponen ahora que se trata de una manifestación organizada por la plataforma cívica Unión 78, impulsada por la fundadora de UPyD, Rosa Díez, los exdirigentes del PP vasco María San Gil y Carlos Urquijo y el escritor Fernando Savater, entre otros. Tanto Pablo Casado como Inés Arrimadas y su círculo cercano afirman que acudirán a la manifestación "a título personal". Es más, el vicesecretario de comunicación popular, Pablo Montesinos, ya ha dejado claro que el PP no tiene ninguna consigna de ir en grupo a la manifestación, en la que tampoco estarán tres de los cinco barones del partido.
En Génova temen que Santiago Abascal trate de acaparar el rédito de la protesta
Sin embargo, el propio Casado señaló en un desayuno informativo celebrado el pasado 1 de junio que dicha plataforma está liderada por cuatro personas que han sufrido la violencia etarra y dos, San Gil y Urquijo, pertenecen al PP, por lo que "habría que preguntarse, en todo caso, si hay otra fuerza política que se suma a lo que el PP ha hecho siempre". En Génova temen que Santiago Abascal trate de acaparar el rédito de la protesta y ese fue el motivo que llevó al líder del PP a asistir al acto aunque en primer lugar había descartado hacerlo. Un sector de la formación conservadora no comparte esta estrategia de oposición en las calles, como reveló Público.
La dirección del PP no fletará autobuses para arrastrar a afiliados y cargos intermedios hasta Madrid como sí hizo en la anterior manifestación de Colón. Tampoco lo harán Ciudadanos y Vox, aunque han dado libertad a sus afiliados y cargos para organizar autobuses por su cuenta sin el logo del partido. Lo que sí hará el PP es instalar carpas en los alrededores de Colón con la intención de recabar firmas contra estos hipotéticos indultos. Allí acudirán cargos de la formación. Una estrategia que seguirán a lo largo de diferentes ciudades de la geografía española.
El PP trata de 'transversalizar' la protesta contra los indultos
La dirección del PP trata de evitar que la foto con Vox monopolice la concentración y Casado criticó abiertamente que la agenda mediática estuviera "ocupándose del dedo y no de la luna" y acusó a la prensa de lanzar "globos sonda" al hablar de quién participará en el acto como parte de la "propaganda" de La Moncloa. Lo cierto es que en el equipo del líder popular tratan de revestir la protesta de transversalidad. Como parte de este discurso afirman que votantes socialistas se acercan a sus carpas para firmar contra los indultos.
Sin embargo, aquellos que ya han anunciado que también se manifestarán el próximo domingo no son precisamente socialistas. El lobby Hazte Oír, la Asociación de Militares Españoles y el presidente de la Fundación Nacional Francisco Franco, Juan Chicharro Ortega, han llamado a participar en la movilización. La ultraderecha agita la convocatoria desde las redes sociales, donde habla de "traición" y llama a "expulsar" a Pedro Sánchez de La Moncloa.
E PP también niega que el partido esté dividido en su posición contra los indultos, pero son conscientes de que algunos dirigentes territoriales no comparten las formas frente a Sánchez. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, el barón andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla, y su homólogo en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, declinaron la invitación a asistir a la concentración alegando problemas personales y de agenda. La única presidenta que sí ha confirmado su presencia ha sido la madrileña Isabel Díaz Ayuso, mientras que el murciano Fernando López Miras todavía no ha despejado la incógnita.
Sin embargo en la dirección popular aseguran que quien tiene "un lío enorme" es el PSOE y que Sánchez "ha roto" el partido y deshonrado al socialismo histórico. Por ese motivo están impulsando mociones de censura en todos los parlamentos autonómicos y ayuntamientos en los que tienen representación para escenificar esta división y ponen el ejemplo de la posición del presidente de Castilla La-Mancha, Emiliano García Page, contrario a los indultos.
Por su parte, el Gobierno de coalición ha cerrado filas respecto a esta medida de gracia y ha recibido con buena acogida la reciente carta del líder de Esquerra Republicana (ERC), Oriol Junqueras. En ella, el político catalán -actualmente en prisión- señalaba que "cualquier gesto en la línea de la desjudicialización del conflicto ayuda a poder recorrer este camino" y que la unilateralidad no es viable. Unas palabras del todo insuficientes para la derecha.
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