Este artículo se publicó hace 7 años.
El PP ataca a Ciudadanos para contrarrestar su subida en las encuestas
La formación de Albert Rivera es la única que saca rédito de su postura frente al independentismo de Catalunya y ve aumentado su apoyo en el CIS. Los conservadores, pese a agradecerles el apoyo, arremeten contra sus socios: "Una cosa es opinar y otra gobernar"
Madrid-
El líder mejor valorado. El único partido que sube en las encuestas. La formación que recoge el voto perdido por el resto. Esas son las tres características que el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) otorga a Ciudadanos y que han dado varios dolores de cabeza a sus socios del PP, que han empezado a arremeter contra ellos en lo que se considera ya el inicio de la precampaña del 21-D.
Los datos de este sondeo se recogieron antes del cese del Govern, el encarcelamiento de Oriol Junqueras y los consellers y la persecución judicial de Carles Puigdemont. Pero, pese a ello, los de Albert Rivera son los únicos que parecen haber rentabilizado su duro discurso contra el independentismo en Catalunya, también según otros sondeos del último mes y medio (). En un principio, ellos mismos se negaban a apoyar la aplicación del 155 pero, desde que cambiaron su mensaje, subieron como la espuma mientras PP, PSOE y Podemos descendían notablemente.
El éxito naranja -al menos mediáticamente- comenzó después de las sesiones del Parlament de Catalunya del 6 y 7 de septiembre en las que se aprobaron las leyes de desconexión (referéndum y transitoriedad). Los naranjas empezaron ahí a recordar sus orígenes como partido catalán que sufrió los "ataques" del independentismo que ni PP ni PSC habían sabido frenar en 30 años de democracia. Ya después de la consulta del 1 de octubre (1-O), Rivera endureció su mensaje y, avalado por los primeros sondeos, siguió esa misma senda: comenzó a azuzar a Mariano Rajoy para que aplicase cuanto antes dicho artículo de la Constitución.
A su vez, siempre se mostró al lado del Ejecutivo central y apremió también al PSOE a decidirse y hacer lo propio. Pero sus declaraciones, pese a eso, molestaron tanto en Moncloa como en Génova. "Es más fácil opinar que decidir", sentenciaban los conservadores a modo de pulla cada vez que tenían ocasión.
Ese mismo discurso repiten ahora, al tiempo que destacan la labor de Rajoy como salvador de la legalidad y la democracia en Catalunya. "El PP es el partido que ha sacado a Catalunya de este atolladero. Con todo el respeto a quienes han acompañado al Gobierno, pero es el presidente del Gobierno quien ha tenido que tomar la decisión y asumir esa responsabilidad", defendió el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, el lunes.
Ya el martes fue el coordinador general quien repitió ese mismo mensaje. "El Gobierno de Rajoy no se ha dejado llevar por prisas, ni por presiones ni por cambios de opinión; siempre ha actuado por el interés general", sentenció Fernando Martínez-Maillo tras recordar titulares de prensa de la época en que Cs no quería (aún) el 155.
Además, el número tres de Rajoy copió el mensaje victimista de Cs en Catalunya: "El PP es el partido más perseguido por el independentismo porque somos el partido más incómodo para el independentismo. Ha sido este Gobierno el que ha frustrado sus planes", destacó. Y, por si la indirecta no había quedado clara, añadió: "Nosotros tenemos experiencia de Gobierno. Sabemos gobernar, que es algo que algunos no han testado nunca. No es lo mismo tener opiniones que tomar decisiones", espetó. Después, siguió mitineando: "El PP es un valor seguro", zanjó.
Eran las 10 de la mañana y el CIS no había salido todavía. La precampaña de los comicios catalanes del 21 de diciembre había empezado ya de manera extraoficial y, pese al mensaje de "unidad" del autodenominado bloque constitucionalista, volvían los rifirrafes habituales entre PP y Cs. Tras conocerse los datos del último barómetro -del que el número do s de Cs, José Manuel Villegas, presumió valorando que los electores "premian" su discurso unitario de "proyecto para España"-, los conservadores no pudieron esconder su preocupación.
Sin embargo, todavía hay quien se muestra convencido de que la burbuja de Cs acabará por desinflarse ya que, consideran, el barómetro del CIS no refleja la realidad. "Se hizo antes del 155, cuando Rivera apremiaba a aprobarlo y el sector más extremo del PP también lo quería así, aunque fuera sin el apoyo del PSOE. Ahora tanto ellos como la gente en la calle se ha dado cuenta ya de que Rajoy hizo lo correcto en el tiempo correcto", argumenta un alto cargo del PP en conversación con este diario.
Mientras tanto, los naranjas valoran su subida, pero se niegan a devolver las pullas al PP. "Sería absurdo bajar al barro cuando estamos por encima. Y, además, la gente en Catalunya lo que quiere es unidad, no más división", concluye un dirigente de Cs.
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