Este artículo se publicó hace 8 años.
Los obispos han cedido a Cáritas sólo 21 de los 992 millones sacados del IRPF en los peores años de la crisis
La aportación de la Conferencia Episcopal no llega al 2% del total del presupuesto de la organización dedicada a luchar contra la pobreza.
Vicente Clavero
-Actualizado a
MADRID.- La Conferencia Episcopal Española (CEE), gracias a la asignación tributaria, recibió del Estado nada menos que 992,4 millones de euros entre 2011 y 2014. Sin embargo, a Cáritas sólo le llegaron 21 millones (un 2,12%) durante ese periodo, el más duro de la crisis, con el desempleo y los niveles desigualdad social disparados.
El resto del dinero obtenido gracias a quienes marcaron la casilla correspondiente de la declaración del Impuesto sobre la Renta (IRPF) fue para sufragar los gastos de funcionamiento de las diócesis, la Seguridad Social del clero, el sueldo de los propios obispos y la actividad pastoral desarrollada en España y en el extranjero.
Cáritas es una organización de la Iglesia católica dedicada a luchar contra las situaciones de pobreza y exclusión, que se han incrementado sustancialmente en España a lo largo de los últimos años. Como consecuencia de ello, ha tenido que movilizar más recursos, procedentes tanto del sector público como del privado.
De un gasto de 259,7 millones de euros en 2011, pasó a 305,6 millones en 2014, con un incremento de casi el 22%. La aportación de la CEE al presupuesto de Cáritas también creció (de cuatro a seis millones de euros), pero siguió siendo residual y al cierre de 2014 no llegaba ni siquiera al 2% del total.
La escasa aportación no ha privado a los obispos de sacar pecho cuando llega la hora de justificar el destino de los fondos de la asignación tributaria
Eso no ha privado a los obispos de sacar pecho con su labor cuando llega la hora de justificar el destino de los fondos obtenidos de la asignación tributaria. El último informe de actividades de la CEE, correspondiente a 2014, alardea de haber beneficiado, a través de Cáritas, a casi 4,4 millones de personas necesitadas.
Muy superior a la contribución del órgano representativo de los obispos es la que Cáritas obtiene mediante la casilla de Fines sociales. Más de veinte millones de euros anuales le llegan por ese procedimiento.
No obstante, el principal financiador de Cáritas, con diferencia, es el sector privado (personas físicas, empresas y otras entidades). Ahí cosecha la organización dos tercios del dinero que luego emplea en el desarrollo de su función caritativa y asistencial. El resto son subvenciones autonómicas, estatales e internacionales.
La actividad de Cáritas, desplegada a través de 6.000 delegaciones parroquiales y 70 diocesanas, la desarrollan unas 85.000 personas, que en su inmensa mayoría son voluntarios laicos. Trabajadores remunerados tiene algo más de 4.500.
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