Sánchez y Feijóo cumplen un año sin contactos y con la "oposición destructiva" del PP en su punto máximo
El presidente del Gobierno y el líder del PP no hablan ni se reúnen desde el 22 de diciembre del año 2023.
PSOE y PP han pactado la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la reforma del artículo 49 de la Constitución pero las relaciones han sido tensas durante 2024.
Madrid--Actualizado a
Para conseguir una imagen de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo juntos hay que remontarse un año atrás. Tampoco hay registros de conversaciones, ni públicas ni privadas, entre ambos desde entonces. El pasado día 22 de diciembre, hace un año, tuvo lugar el último encuentro entre el presidente del Gobierno y el líder del PP. Sus relaciones solo han ido a peor a nivel dialéctico y no hay ni un atisbo de mejoras.
Aquella reunión de hace un año ya fue extraña. Se produjo poco después de la investidura de Sánchez, que había sido en noviembre. Feijóo exigió que se celebrara en el Congreso de los Diputados en lugar de Moncloa. "Para usted la perra gorda", dijo entonces el líder del Ejecutivo tras dos semanas de diferentes excusas de los populares para postergar la reunión. Feijóo también exigió un orden del día por escrito.
En él, Sánchez incluyó tres posibles acuerdos. Uno, la reforma del artículo 49 de la Constitución Española para cambiar el término "disminuidos" en referencia a las personas con discapacidad. Ese pacto sí salió adelante tras la reunión y se formalizó con el cambio constitucional el mes siguiente, de manera casi inmediata.
El segundo pacto tenía que ver con la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Aquí finalmente hubo acuerdo pero se tardó mucho más. Los socialistas aceptaron entonces una nueva exigencia del PP para llevar las negociaciones a Bruselas con la mediación del comisario europeo de Justicia, Didier Reynders. Tras varios meses de tira y afloja se consiguió renovar el órgano en el mes de junio, bloqueado más de cinco años por los populares.
El tercer asunto que puso sobre la mesa Sánchez fue la reforma del modelo de financiación autonómica. Un tema complejo y enquistado también desde hace años. Feijóo ni siquiera aceptó formar un grupo de trabajo para estudiar un nuevo modelo, que era el punto de partida propuesto por el Gobierno. Las diferencias entre las propias comunidades del PP han sido un factor determinante para que no se avanzara pese a que los populares cuentan ahora con un poder territorial mucho mayor que los socialistas.
Tras el acuerdo sobre el CGPJ se alentó la posibilidad de que socialistas y populares llegaran a otro tipo de acuerdos institucionales como venía siendo habitual los últimos años en el bipartidismo. El Banco de España, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) o el Consejo de Administración de RTVE.
Nada de eso ha llegado. De hecho, en algunos organismos la tensión ha sido máximo. En el Banco de España el Gobierno decidió nombrar al exministro José Luis Escrivá provocando el rechazo tajante de los populares. En RTVE el Ejecutivo decidió cambiar la normativa para desatascar posibles situaciones de bloqueo y aumentando el número de consejeros el Consejo de Administración tendrá ahora mayoría afín a la investidura. Esto incluye directivos nombrados a propuesta de ERC, Junts o PNV. La misma situación ha ocurrido recientemente con la CNMC, renovada sin el concurso del PP por sus posiciones de máximos y la imposibilidad de llegar a acuerdos.
El concurso del PP también se veía necesario para otros dos pactos relevantes. Primero, la reforma de la ley de extranjería para reubicar por comunidades a centenares de menores migrantes llegados a Canarias. Pese a las innumerables reuniones, el acuerdo ha sido rechazado de manera reiterada por el PP. Los socialistas creen que la presión de Vox y la interna de los populares han provocado la dilatación de este pacto que piden especialmente en Canarias y Ceuta, con presencia del PP en sus gobiernos.
Más cerca parece estar la renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Según publicó este medio, las negociaciones avanzaban hace un mes en el buen camino y con sintonía entre todos los grupos parlamentarios, PSOE y PP incluido. No así Vox, que ya fue el único partido que no se sumó al anterior Pacto de Estado. PP y PSOE también han coincidido este año en votaciones relevantes como la de la Ley ELA o los decretos de ayudas para las zonas afectadas por la DANA.
El PP, "a los bulos"
Sánchez comenzó a usar el término "oposición destructiva" ya en el mes de enero de este año para referirse al PP. Los cruces de declaraciones han sido frecuentes. "No hay oposición política en España", ha proclamado el presidente del Gobierno recientemente. La ofensiva judicial contra el Ejecutivo ha marcado estos últimos 12 meses y los populares han dado pábulo a las acusaciones contra Begoña Gómez o el hermano de Sánchez, presentadas por organizaciones de ultraderecha.
El planteamiento de choque se vio reflejado precisamente este jueves, en las atenciones a los medios que realizaron tanto el PSOE como el PP. "Acabamos el año como lo empezamos, con un PP que va a lo suyo. Sin proyecto político, anclado en los bulos y la desinformación. No hablan de las cosas que le importan a los españoles", señaló la secretaria de Economía de los socialistas Enma López.
Casi a la misma hora, la vicesecretaria de Educación y Sanidad del PP, Ester Muñoz, ofreció una rueda de prensa en la que puso el foco en los asuntos judiciales, principalmente. "Sánchez está acorralado por la corrupción y ha decidido desacreditar y atacar a quien investigue, publique o hable de todos los casos que le afectan", ha afirmado la dirigente popular.
En las relaciones entre PSOE y PP también entra en juego la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso. Los socialistas consideran que ella es la que realmente manda sobre Feijóo. "La jefa", la ha llamado directamente Sánchez. En Ferraz y Moncloa han querido explotar la confrontación, mutua, con Ayuso, con el objetivo también de minar el liderazgo de Feijóo.
Por si fuera poco, el caso de la pareja de Ayuso, Alberto González, ha irrumpido con fuerza. La presidenta madrileña ha llegado a acusar a Sánchez de "haber enloquecido" y de montar una "operación de Estado" contra ella por la supuesta implicación del Fiscal General del Estado. El presidente del Gobierno ha sido citado además por un juez a un acto de conciliación previo a una demanda por llamar "delincuente confeso" a la pareja de Ayuso.
Con quien sí se ha reunido Sánchez este año ha sido con todos los presidentes autonómicos del PP durante una ronda que tuvo lugar en Moncloa. Ayuso fue la excepción y en una decisión inédita decidió no asistir. Ambos sí coincidieron el pasado 13 de diciembre en Santander con motivo de la Conferencia de Presidentes. La presidenta madrileña ha llevado también el choque institucional a la Delegación del Gobierno en Madrid, con la que decidió no colaborar en los actos conmemorativos de la Constitución a principios de diciembre.
Durante su balance anual realizado la pasada semana en Moncloa, Sánchez tiró de ironía para responder una pregunta sobre las relaciones, nulas, entre él y el líder de la oposición. "Dado que parece que hay un deshielo entre Junts y PP, a ver si se produce un deshielo entre PP y PSOE, Nosotros siempre vamos a tender la mano, ojalá podamos llegar a acuerdos", afirmó. Pero este acercamiento no es algo que esté en los planes de los socialistas ni tampoco de los populares.
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