Este artículo se publicó hace 2 años.
El Gobierno aprueba la ley del empleo de Yolanda Díaz: estas son las claves
La norma convierte el Servicio Público de Empleo (SEPE) en una Agencia Estatal para el Empleo, apuesta por el historial laboral único y pretende aumentar las ratios de orientadores para atender a los demandantes de trabajo.
Madrid--Actualizado a
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes de manera definitiva la nueva ley del empleo elaborada por el Ministerio de Trabajo y Economía Social que lidera Yolanda Díaz. Se trata de una norma que ya había recibido el visto bueno del Ejecutivo en diciembre del pasado año en primera lectura, y que ahora también completa el trámite de segunda lectura.
La ley será remitida a las Cortes para su tramitación. La nueva legislación tiene el objetivo de transformar de manera integral la búsqueda de empleo y la implicación de la Administración Pública en la misma.
Las políticas activas de empleo diseñadas por el Ministerio de Trabajo recogen la necesidad de avanzar hacia un modelo de empleabilidad en el que los servicios públicos asuman la 'responsabilidad' y el objetivo de la ocupación plena, de manera que la búsqueda de trabajo no recaiga solo sobre los hombros de los demandantes de empleo. La norma aprobada este martes tiene el objetivo de desarrollar esta meta.
Díaz la ha calificado este martes como "una de las grandes reformas estructurales que, junto a la ley de formación (que se encuentra en negociaciones en el diálogo social), tiene una mirada europea del empleo". Estas son sus principales claves.
Creación de la Agencia Estatal de Empleo
La nueva ley del empleo afecta directamente a la estructura misma de las administraciones públicas y a su organización. En este sentido, se recoge la transformación del actual Servicio Público de Empleo (SEPE) en una Agencia Española para el Empleo.
El objetivo es que esta agencia sea, por un lado, más eficiente para que el ciudadano pueda encontrar trabajo (o conservar el que ya tiene) y, por otro, pueda medir su actividad y el nivel de empleabilidad logrado para corregir errores y reorientar sus políticas si es necesario.
La ley establece que no podrá haber menos de una oferta de trabajo al año y, cuando pasen seis meses sin que haya una oferta, se tendrán que justificar las razones que han llevado a esa situación. Las empresas deberán comunicar sus vacantes al sistema de la Agencia Española para el Empleo, de manera que se conozca de primera mano la realidad laboral de cada momento, la oferta y la demanda de empleo.
Orientación e itinerarios personalizados
La norma recoge la elaboración de un perfil individualizado del usuario (demandante de empleo) que permita, a través de evidencias estadísticas, mejorar su empleabilidad.
Se tendrán en cuenta las habilidades, las competencias, la edad, el ámbito territorial, la pertenencia a un colectivo prioritario, y el tiempo y los motivos del desempleo, entre otros factores, con el objetivo de elaborar itinerarios y rutas personalizadas que permitan encontrar de manera ágil un empleo.
Uso de la inteligencia artificial
Para lograr la confección de estos itinerarios personalizados (el camino que recorrerá la persona que busca trabajo hasta que lo encuentra, donde la formación tendrá un papel destacado) se utilizará la inteligencia artificial como herramienta.
Este análisis personalizado será posible gracias a la digitalización de las administraciones públicas, de manera que la futura Agencia Española para el Empleo será la encargada de cruzar datos y de garantizar que los algoritmos y las herramientas digitales de tratamiento masivo de datos no penalizan a los demandantes de empleo y no introducen sesgos (existen ejemplos de herramientas algorítmicas que han 'aprendido' e interiorizado sesgos de género, por ejemplo, penalizando a las mujeres).
Desde hace más de un año, los orientadores de los servicios públicos de empleo trabajan con una herramienta denominada 'Senda', que cruza datos de manera masiva con el objetivo de ofrecer itinerarios personalizados eficaces a los demandantes de empleo. Esta herramienta, explican desde Trabajo, ha ido "aprendiendo" y "mejorando" el cruce de datos, de manera que cada vez "ofrece mejores resultados", en un proceso que sigue en marcha.
Más orientadores e historial laboral único
Para cumplir con el objetivo de que los usuarios de estos servicios puedan contar con atención personalizada y, a ser posible, presencial, en Trabajo se maneja una ratio de 7.000 orientadores por cada millón de demandantes de empleo. Los orientadores serán los encargados de ofrecer esos itinerarios personalizados adaptados a cada ciudadano en función de sus necesidades.
Una de las principales novedades de la ley es la creación de un expediente laboral personalizado único que facilite la búsqueda de empleo. El impulso de los servicios de empleo locales también tienen un lugar importante en esta legislación; como novedad, cuando haya entidades locales (ayuntamientos) con recursos para desplegar las políticas activas de empleo, la Conferencia Sectorial de Empleo podrá destinar a través de las comunidades autónomas partidas presupuestarias para que los consistorios puedan desarrollarlas de manera autónoma.
Autoemprendimiento sin "aventuras"
La norma recoge modificaciones importantes en el impulso del emprendimiento y el autoempleo. Trabajo ha detectado que hasta ahora este impulso es muy genérico y que conlleva importantes riesgos (desde las administraciones públicas se anima a los ciudadanos demandantes de empleo a ser emprendedores sin ningún tipo de base).
Para focalizar este impulso se implantará un modelo de asesoramiento para el emprendimiento y el autoempleo con garantías, cuyo elemento central será la realización de una auditoría de viabilidad que analice si los proyectos emprendedores tienen base para desarrollarse, para que el autoempleo deje de ser una "aventura" y se puedan minimizar sus riesgos.
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