Este artículo se publicó hace 7 años.
La dirección de la Policía condecoró a un agente por ganar el rosco de 'Pasapalabra'
En 2015, Luis Esteban completó el rosco del programa. Por este motivo, el policía recibió la distinción por contribuir con su participación "a una inmejorable imagen de la Policía Nacional".
Madrid-
El inspector jefe Luis Esteban que ganó el rosco de Pasapalabra fue condecorado por la Dirección General de la Policía con una cruz con distintivo rojo por vencer en el concurso. Esta decisión se tomó durante la etapa de Jorge Fernández Díaz en el Ministerio del Interior, concretamente en el año 2015, destaca El País.
Esta condecaración supone, además del reconocimiento, un incremento vitalicio del 10% en su sueldo. Según la documentación remitida por el Ministerio del Interior y a la que ha accedido El País, el motivo de la distinción fue la participación en Pasapalabra al contribuir "a una inmejorable imagen de la Policía Nacional".
Luis Esteban participó por primera vez en el programa y llegó a estar durante 30 días, aunque no llegó a alzarse con el bote. Después, la cadena repescó a los mejores jugadoras y fue allí donde completó el rosco entero, sin ningún error y ganó los 354.000 euros.
Según la documentación recogida por el diario, esta decisión no es la única llamativa. En la etapa que ahora se investiga - de 2012 a 2016- varios policías de la conocida como brigada política recibieron condecoraciones y reconocimientos. Además, muchos de ellos bajo una distinción poco clara como "meritoria trayectoria profesional".
Esta categoría tan ambigua es, en palabras de policías y fuentes cercanas, "una forma de enmascarar la concesión de medallas que no están justificadas". Entre las distinciones más llamativas se encuentran, entre otras, la condecoración a uno de los componentes de una banda sinfónica "por su capacidad creativa", por dirigir y coordinar un libro sobre la Policía Científica, a la persona encargada de elaborar el texto legal que regulaba la uniformidad, a los encargados de los contratos de los suministros eléctrico que "controlaron el 15-M y otros actos reivindicativos" o al escolta de Adolfo Suárez.
Más allá de que estas condecoraciones sean llamativas y causen cierta extrañeza, lo realmente grave es que son incompatibles con el contenido del decreto que regula estas medallas desde 1964. Según este texto, este tipo de reconocimientos están reservados para aquellos agentes que han resultado "heridos en actos de servicio", han participado "en tres o más servicios" en los que hubiera riesgo de agresión con armas, han realizado un hecho "abnegado en circunstancias de peligro para su persona" o han participado en "hechos distinguidos y extraordinarios en los que haya quedado patente riesgo o peligro para las personas".
Además, tal y como denunció el Sindicato Unificado de Policía a través de un estudio, estas condecoraciones con compensación económica llegan al 7,26% de los comisarios, al 1,56% de los integrantes de la escala ejecutiva, pero solo al 0,45% y el 0,07% de los miembros de las escalas de subinspección y básica.
La relación de condecorados con cruces rojas y medallas de plata durante esta etapa recoge también casos de funcionarios que resultaron heridos graves en acto de servicios, de otros que asistieron a las víctimas del accidente ferroviario de Angrois, a una de las policías que participó en la investigación para recuperar el códice Calixtino, a otro que ayudó a los ciudadanos españoles durante el fallido golpe de Estado en Turquía y a los que sobrevivieron al ataque talibán a la embajada de España en Kabul.
También se encuentran los responsables de operaciones muy mediáticas como Edu (contra el fraude a la Seguridad Social con cursos de formación); Topolino (que terminó con la detención de 13 personas relacionadas con la cadena Vitaldent) y Nelson (que permitió el arresto de los máximos responsables de Manos Limpias y Ausbanc por la supuesta extorsión de bancos y empresas).
No obstante, en esta larga lista es más difícil encontrar a policías y otros trabajadores que han luchado contra la corrupción. Sólo hay cuatro distinciones: a una inspectora que participó en la llamada Operación Astapa que destapó en 2008 las irregularidades en el Ayuntamiento de Estepona (Málaga). El comisario que coordinó el caso Palma Arena, por el que fue encarcelado el presidente Jaume Matas. Uno de los responsables de la Operación Hades dirigida contra la familia Pujol. Y a un policía que intervino en Malaya.
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