La debilidad del PP en el Ayuntamiento de Sevilla lleva al alcalde a una cuestión de confianza para aprobar los presupuestos
Si no hay un candidato a alcalde alternativo, es decir si la oposición no se pone de acuerdo en un nombre, lo que es imposible porque requiere el acuerdo de PSOE y Vox, el PP logrará que las cuentas queden aprobadas automáticamente.
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La debilidad del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, que gobierna en minoría, ha llevado al alcalde, José Luis Sanz, a anunciar, tras el rechazo de toda la oposición a sus presupuestos, que presenta una cuestión de confianza. La idea es con ello, poder aprobar en solitario las cuentas para lo que queda de este año.
El PP no ha logrado cerrar un pacto con ningún partido —Vox quería entrar a cambio en el gobierno de la ciudad, algo que el PP de Juan Manuel Moreno Bonilla no ve con buenos ojos— y ha recurrido este lunes, tras el no del Pleno a su presupuesto, a una maniobra inédita hasta ahora, que está prevista en la ley electoral del Estado.
Las consecuencias en la práctica de ir a "una cuestión de confianza vinculada a la aprobación de los presupuestos" —este es su nombre jurídico— es que en el plazo de un mes desde que se vote la moción —lo que se producirá este viernes previsiblemente, según fuentes muncipales— si no hay un candidato a alcalde alternativo, es decir si la oposición no se pone de acuerdo en un nombre, las cuentas quedarán aprobadas automáticamente.
En Sevilla, es imposible que la oposición se ponga de acuerdo para echar a Sanz. Para superar los 14 concejales del PP, se requiere un pacto completamente fuera de la ecuación entre PSOE, que tiene 12 ediles, y Vox, que obtuvo tres. Podemos-IU logró dos, por lo que la suma con los socialistas no les alcanza.
Este es el escenario que se abre ahora, según recoge la ley electoral: "En el caso de que la cuestión de confianza no obtuviera el número necesario de votos favorables para la aprobación del acuerdo, el alcalde cesará automáticamente, quedando en funciones hasta la toma de posesión de quien hubiere de sucederle en el cargo".
"Se entenderá otorgada la confianza y aprobado el proyecto [de presupuestos] si en el plazo de un mes desde que se votara el rechazo de la cuestión de confianza no se presenta una moción de censura con candidato alternativo a alcalde, o si ésta no prospera".
"Cada alcalde no podrá plantear más de una cuestión de confianza en cada año, contado desde el inicio de su mandato, ni más de dos durante la duración total del mismo. No se podrá plantear una cuestión de confianza en el último año de mandato de cada corporación".
"Incapacidad política"
Durante el pleno, el exalcalde Antonio Muñoz, hoy portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, reprochó al alcalde Sanz su "incapacidad para negociar y dialogar", y manifestó que era un gobernante "intervenido" por San Telmo, que le había impedido, según esta versión, cerrar un pacto de gobernabilidad con Vox.
Sanz le replicó con aspereza y contundencia: "Incapacidad política manifiesta es que te regalen una alcaldía a dedo y perderla en un año. Si el candidato hubiera sido otra persona, le hubiera ido mejor al PSOE".
"¿Ahora qué? –le espetó Muñoz al alcalde— ¿Va a seguir con este vodevil? Empiezan a gestionar una amplia mayoría, pero los desautorizan desde San Telmo. Su reacción es una huida hacia delante. No arrastre a la ciudad a su fracaso. No hablen de bloqueo. Usted tiene que negociar y dialogar, pero eso no está en su vocabulario".
"Negociar –agregó Muñoz— no es mandar un email. [La] incapacidad política [es] manifiesta. Eso de dialogar no va con usted. Sus ocurrencias dañan la imagen de Sevilla. Somos noticia por sus ocurrencias frívolas respecto a Sevilla, la plaza de España, la feria, ahora la moción de confianza…"
Luego, el socialista le ofreció diálogo para las cuentas de 2025: "Pongámonos a trabajar el presupuesto del 25. No intente aprobar los presupuestos por la gatera, por la puerta de atrás. Usted tiene suerte. La artimética no va a posibilitar otro alcalde. Nunca nos vamos a poner de acuerdo con Vox para tener otro alcalde".
La portavoz de Podemos-IU, Susana Hornillo, manifestó: «Hemos vivido un circo. Se ha pillado al PP in fraganti tratando de pactar con Vox. Al final vamos a tener que agradecer a Moreno que nos haya librado de Vox. Las decisiones se toman en San Telmo. Esto es un paripé, una huida para adelante para el alcalde".
Y sobre el contenido del presupuesto, Hornillo dijo: "Sanz no conoce la realidad de los barrios de Sevilla. Las cuentas no sirven para solucionar las necesidades de los ciudadanos: están pensadas para contentar a las empresas privadas, a los touroperadores, a los fondos buitre, a los nuevos señoritos que se quieren quedar con nuestra ciudad. Estas cuentas estaban diseñadas para aprobarse con Vox".
La portavoz de Vox, Cristina Peláez, le dijo a Sanz: "La realidad ya la conoce: gobierna en minoría. [La] excepcionalidad de la ley electoral le podrá valer para este presupuesto, pero no para mucho más".
El alcalde Sanz, además de arremeter contra Muñoz, despejó con estos argumentos las críticas: "No ha tenido usted [le dijo a Muñoz] intención de negociar nada. Nadie le cree. No se cree nadie que usted haya tenido intención de negociar nada. Su lema es yo o el caos. [Está] en intentar que esta ciudad esté lo peor posible".
"PSOE y Vox —cerró Sanz— unen sus fuerzas no contra este alcalde, sino que lo hacen contra la ciudad de Sevilla. Hay un partido centrado en solucionar problemas, y otros tres centrados en resolver problemas personales o políticos de cada uno de ustedes. Sevilla necesita un presupuesto para funcionar. Lo que voy a hacer [es] presentar una cuestión de confianza vinculada al presupuesto. Solo hay una manera de evitar que se apruebe: presenten una noción de censura".
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