Este artículo se publicó hace 9 años.
Baltasar Garzón: “El de Rato no será el último caso que dé que hablar”
El juez inhabilitado denuncia la falta de colaboración del PP con la Justicia, la inhibición de demasiados jueces por temor y afirma que “la impunidad es el caparazón del corrupto”. Sobre caso Bárcenas aventura que quizás “no estén todos los que son”.
-Actualizado a
MADRID.- Es abogado, pero ha sido alpinista, candidato del PSOE, delegado del Gobierno y, por encima de todo, estrella de la toga. 32 años juez, 22 en la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón fue azote del narcotráfico, de ETA, de Augusto Pinochet, a quien consiguió arrestar en Londres… hasta que se topó con la Gürtel y la instrucción le costó una condena por prevaricación y 11 años de inhabilitación.
Garzón se emplea ahora en la defensa de Julian Assange y se entretiene con el negro sobre blanco. Aunque asegura que nada tiene que ver con un ajuste de cuentas, acaba de presentar ‘El Fango’, un libro, casi una enciclopedia, sobre los últimos 40 años de corrupción en España.
No tiene cuenta en Twitter. Pero nos atiende desde la fundación proderechos humanos que preside y lleva su nombre, la Fundación Internacional Baltasar Garzón, @Fibgar_
600 páginas de ‘fango’ e igual se ha quedado corto, Sr. Garzón….
No lo dude.
Y eso que quedan fuera asuntos como el de Rodrigo Rato ¿Qué se huele?
Lo mismo que se temen muchos ciudadanos: que no sea el último caso que dé que hablar
¿Amnistía fiscal mediante? ¿Para qué ha servido? ¿Para recaudar, como dijo Montoro?
La pregunta es ¿para qué se hizo la amnistía si se sabía que era una tapadera que serviría para ocultar movimientos de dinero distantes de la legalidad?
¿Cómo fabrica tantos corruptos este país?
No se quedan atrás otros. En el nuestro, viene de atrás, de la época del franquismo.
Un régimen no democrático carece de los sistemas precisos para controlar el lucro ilícito de quienes ostentan un cargo público.
Si a eso se le añade una transición poco transparente…
Dice usted que “hay que pedir explicaciones a la Transición” ¿Por qué?
Porque por diferentes razones no se afrontó la imperiosa necesidad de cerrar correctamente el franquismo.
Ese cierre en falso se hizo palpable en la ausencia de medidas de transparencia y erradicación de la corrupción que se extendió en el tiempo, hasta hoy.
Y hoy no hay día en el que no nos desayunemos con un nuevo corrupto con el café...
Algunos vienen de atrás, otros son de ahora. En todos hay dos constantes: la impunidad, q es la coraza del corrupto y la indiferencia social
Indiferencia que nace de la frustración y hace que el ciudadano se quede inerme ante la inmensidad del fenómeno.
Y a veces un malsano consentimiento con el fango generado. “Si todos son lo mismo ¿para qué actuar?”
Del caso Matesa hasta la Gürtel, los ERE o el caso Pujol. ¿Se atrevería a señalar el más dañino de estos 40 años?
Todos hacen daño porque incrementan la impunidad y la frustración, pero posiblemente dos se destacan de los demás:
Los GAL y fondos reservados, que afectaron a la legitimidad en la lucha contra el terrorismo.
Y el caso Gürtel, que afecta al propio sistema de partidos y la credibilidad de muchos de quienes nos gobiernan.
En el caso Gürtel-Papeles de Bárcenas ¿se quita usted una espina con el libro?
El libro no es un ajuste de cuentas, sino la evidencia grave de un sistema que no ha respondido como debía desde las instituciones y que, a veces, ha perseguido mas a quien investigaba la corrupción que a los corruptos.
La verdad es que, como magistrado, la espina solo te la quitas cuando justicia cumple al cien por cien.
¿Es Baltasar Garzón un juez prevaricador?
Lo dice una sentencia injusta. Pero, en modo alguno me siento como tal.
En algún momento quedará demostrada, frente a todos, la arbitrariedad cometida. Pero hay que seguir hacia adelante.
¿Cuál es la razón de su condena pues?
Quizás resultaba demasiado incomodo y había riesgo de que el caso Gürtel volviera a mi jurisdicción.
Habrá que profundizar en las razones, sobre todo a la vista de los acontecimientos posteriores.
De momento peleo porque se reconozca que no hubo debido proceso. Demasiadas negativas en el mismo.
Cuenta en el libro que recibió en casa algún mensaje de bastante mal gusto durante la instrucción ¿Qué decía?
Algo así como que la carne de juez era barata y la de Garzón tirada de precio, advertencias contra la familia, amenazas...
Pero es “normal” cuando te enfrentas a hechos de este tipo. Meter las narices en algunos temas, puede salir muy caro. Pero alguien tiene que hacerlo.
¿Confía en que terminen pagando TODOS los que tendrían que pagar por la financiación ilegal que constató Ruz?
“Ni están todos los que son… aunque puede que sí lo sean todos los que están”. Siempre, presuntamente
¿Hubiera citado el juez Garzón a Mariano Rajoy?
Si la instrucción así lo hubiera aconsejado, habría realizado el trámite para su toma de declaración ante el Tribunal Supremo. Es aforado.
En todo caso, ha faltado mucha colaboración desde las estructuras dirigentes del PP con la justicia.
Con tanto fango ¿cómo se entiende que, a pesar del fin del bipartidismo, PP y PSOE sigan siendo los que mejor salen en las encuestas?
Ese es uno de los grandes enigmas a resolver. A veces los votantes, prefieren lo malo conocido que lo bueno por conocer.
Quizás los hay que desean que las cosas no cambien y otros que tienen la esperanza de que su partido reaccione y cumpla el objetivo social que le debe caracterizar.
A los españoles les cuesta cambiar, a pesar de la urgencia y necesidad del cambio.
¿Confía Baltasar Garzón en los partidos emergentes como regeneradores de la democracia?
No hay ningún dato que impida pensar así.
Las nuevas voces son cuanto menos un severo toque de atención hacia las formaciones que se han quedado estancadas en su propia maraña interna y que han antepuesto los intereses del propio aparato a los legítimos de la ciudadanía.
¿Y en algún líder político con vocación de acabar con la corrupción? ¿Quién?
Hay algunos con buenas intenciones y algunos que lo hacen con firmeza.
La cuestión es que son manifiestamente insuficientes, frente a quienes instrumentalizan a la propia corrupción en beneficio propio
Haga autocrítica… ¿Cuánta culpa tiene la judicatura de que usted haya podido llenar 600 páginas de ‘fango2?
Sin duda hay responsabilidades importantes. Ni se ha dispuesto de medios suficientes, ni las voluntades han sido las necesarias para combatir eficazmente la corrupción.
A veces se antepone la promoción y el interés político corporativo frente a la firme decisión de no consentir los comportamientos corruptos.
Pero rompo una lanza a favor de muchos, muchos jueces y fiscales valientes que luchan contra el fango con independencia e imparcialidad.
¿Obstaculizan las administraciones corruptas?¿O son los propios jueces los que se autocensuran?
Una administración corrupta sin duda no facilita la tarea.
Y ante el mensaje de algunas instancias de poder en el sentido de “¡ojo!, ¡el que se mueva no sale en la foto!”, pasa que algunos se inhiben más de lo que debieran.
Si Montesquieu levantara la cabeza y se encontrara con Carlos Lesmes… (complete, por favor)
Se preocuparía ante quien no suda la camiseta de la Justicia
Al arrancar el libro se pregunta: “¿Ha habido en España alguna vez voluntad de acabar la corrupción?” ¿Cuál es la respuesta?
Durante mucho tiempo no existió; luego fue artesanal y voluntarista, y ahora, vivimos en la ola de la regeneradora. La pregunta es ¿hasta cuándo durará?
Y ¿cuáles las fórmulas?
Empecemos por las urnas en cada convocatoria electoral y sigamos por una exigencia rotunda hacia quienes nos administran, con una vigilancia y participación definidas de la sociedad en los mecanismos de prevención y combate frente a los comportamientos corruptos y la exigencia de responsabilidades
¿Cuánto echa de menos la judicatura, Sr. Garzón?
Ha sido mi profesión por 32 años; sigo siendo juez y es difícil dejar de pensar como tal, pero la nostalgia no es buena compañera de viaje.
De modo que camino ligero de equipaje y con ilusión renovada en la defensa de los mismos principios: compromiso por la justicia y defensa de las víctimas.
En ese camino ¿qué lo vincula a usted con la Banca Privada de Andorra?
Más allá de que, en un momento determinado, ejercí como abogado, en defensa de un cliente con arreglo a ley, nada.
¿Sacará a Julian Assange de la embajada londinense de Ecuador?
Esa es mi obligación como abogado y defensor de los Derechos Humanos. Es un caso de justicia.
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