Este artículo se publicó hace 8 años.
Abel Caballero: “El PSOE está saliendo de la estrechez de miras a la que nos habían llevado”
El alcalde de Vigo es el único de una gran ciudad española que gobierna con mayoría absoluta, y su respaldo electoral está 32 puntos por encima del de su partido en las generales.
-Actualizado a
VIGO.- El alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero (Ponteareas, 1946) , tiene sus razones para sacar pecho. Es el único alcalde de una gran ciudad española que gobierna con mayoría absoluta, y su respaldo electoral está 32 puntos por encima del de su partido en las generales. Doctor en Ciencias Económicas y catedrático de Teoría Económica, ha estudiado y enseñado en varias ciudades españolas y europeas y además de sus ensayos políticos y económicos, ha desarrollado una incipiente carrera literaria con cuatro novelas en el mercado.
Ministro con Felipe González, se presentó a las autonómicas gallegas de 1997, pero, derrotado por Fraga y por el BNG de Xosé Manuel Beiras, se alejó de la política y recuperó su etapa docente, de “ciudadano normal”. Fueron cinco años que le sirvieron, según cuenta, para “reflexionar sobre la forma de hacer política”: “Hay que ser mucho más activos en lo económico, mucho más tolerantes en lo liberal y absolutamente intransigentes en lo social”. “En esa etapa Volví a empatizar y conectar con la gente joven, me rejuveneció las ideas. Fíjese como se produjo esa conexión que donde tengo el mayor porcentaje de votantes es entre la población de 18 a 30 años”, asegura.
Se le nota que está orgulloso de eso y de su currículum, cuyos inicio, sin embargo, tienen poco que ver con todo lo anterior. Su primera profesión fue la de oficial de la Marina Mercante, título que obtuvo con 18 años y que le permitió ejercer también de aventurero. Aún recuerda el nombre de aquel mercante de más de mil toneladas de arqueo, el Miguelín Pombo, a cuyo mando lo dejaba el capitán del buque en medio del Mar del Norte y en circunstancias complicadas. “Es la peor zona de navegación del mundo. Con esa edad, en el puente de un barco, en el Canal de la Mancha, con cincuenta personas que dependen de ti y una carga que vale una fortuna, el sentido de la responsabilidad se multiplica exponencialmente”.
Ese sentido de la responsabilidad es el que aduce ahora para justificar su apoyo a la destitución de Pedro Sánchez al frente del PSOE y la abstención en la investidura de Rajoy, y la que enarbola a la hora de defender su gestión municipal como el ejemplo del camino que debe seguir su partido para recuperar los apoyos perdidos ante la emergencia de Podemos en España y de las Mareas en Galicia.
Véndame Vigo en cinco o diez palabras.
Es una ciudad maravillosa que te engancha en cuanto llegas. Es moderna, tecnológicamente muy avanzada, económicamente puntera...
Dice que debería ser un modelo para su partido, ¿le hacen caso?
La verdad es que sí, de hecho presido la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Es un modelo municipal porque estamos creando una nueva ciudad, en lo físico, en lo económico, en lo cultural, en lograr metas. Y también un modelo político porque eso tiene su reflejo: tenemos 17 de 27 concejales, y si hoy hubiera elecciones tendríamos 20 con más del 60% de los votos.
Hasta Paco Vázquez [ex alcalde de A Coruña y compañero de partido pero, en sus tiempos, también rival] le envidiaría.
“Podemos es el resultado de la habilidad del PP para dividir a la izquierda”
Me envidia, me envidia. Conseguir en una ciudad de 300.000 habitantes el 52% de los votos cuando el partido tiene el 20% significa que se puede hacer política muy progresista con mucha transversalidad. Estamos literalmente cambiando la ciudad, humanizándola. Y hacemos obras en el centro, en la periferia y en el rural, en todos los estamentos sociales. Este año enviamos a 650 niños a estudiar con una beca a Inglaterra. Allí van los hijos de los dueños de las fábricas, que pagan un poco, y van los hijos de la señora que me hace la limpieza a mí aquí, que no pagan nada. A mí me vota todo el PSOE, buena parte de la derecha y buena parte de la izquierda que en otros sitios se va a Podemos o a las Mareas.
La gente joven de la que hablaba antes, ¿no?
Si envías cada año a entre 500 y 700 jóvenes a estudiar inglés, se dan cuenta de que la política es útil. Si te vuelcas en el deporte, que es donde están sus expectativas de ocio, ven que la política es buena. Y eso es lo que le piden a un Ayuntamiento. Vigo es la prueba de que no es cierto que los jóvenes tengan que estar en Podemos.
¿Habla de un modelo de gestión municipal o de uno que se pueda trasladar al Gobierno nacional?
Yo no hago sólo gestión. Yo hago política. Y la política tiene mucho que ver con temas que el PSOE se tiene que plantear. En el edificio donde yo vivo todos somos clase media acomodada. Yo soy profesor de universidad, enfrente vive un alto cargo de una consultora; debajo, un juez y una fiscal; arriba unos empresarios; más abajo una señora que tiene una tienda.... Toda esa gente tiene que estar con nosotros y tienen que vernos hacer políticas que tiene que ver con ello. Por ejemplo, yo me vuelco en la enseñanza pública, pero atiendo muchísimo a la concertada. La política de ricos y pobres es Podemos, pero el mundo es mucho más complejo y enriquecido intelectualmente que esa idea tan simple. El populismo de Podemos se asienta en nuestra incapacidad de atender a la sociedad. Y eso es lo que aquí no pasa.
Se refiere a la incapacidad del PSOE.
Sí, sí, en la incapacidad del PSOE, claro.
¿Y el PSOE está mejor hoy que ayer?
Sin ninguna duda, porque hoy tenemos un horizonte de futuro, y ayer o lo teníamos. Hoy sabemos a dónde queremos ir, y ayer no lo sabíamos.
¿Y a dónde quiere ir el PSOE?
A buscar el espacio de la socialdemocracia y a plantearnos, desde España, reconstruir la socialdemocracia e impulsarla para Europa. Debemos tener una posición hegemónica en la política española con apoyo de los aliados tradicionales del Partido Socialista. No podemos estar en la pelea con Podemos a ver quién es segunda y tercera fuerza. Nuestra opción es ser una alternativa al PP para ser primera fuerza. Eso se llama socialdemocracia, está inventado y no es cierto que la crisis rompiera eso. La rompió nuestra incapacidad para ver lo que estaba pasando.
Le he preguntado si el PSOE estaba hoy mejor que ayer porque esa es la frase que usted empleó para justificar el derrocamiento de Pedro Sánchez. Pero, ¿cree que con un partido dirigido por una gestora la ciudadanía advierte esa reconstrucción de la socialdemocracia?
La cuestión no es si el PSOE está mejor o peor con una gestora, la cuestión es que el PSOE dio un giro en su posición política, está ampliando su espectro y saliendo de la estrechez de miras a la que nos habían llevado.
¿Quién les había llevado allí? ¿Pedro Sánchez?
Sí, Pedro, en parte, pero ya se venía produciendo en los últimos años. Desde el Parlamento y el partido no entendimos lo que estaba pasando. Que esta sociedad se estaba polarizando, que la crisis entraba de determinada forma, que había sectores sociales muy afectados, que había una nueva categoría de gente en situación de necesidad que hasta entonces no existía, y que teníamos que hacer una política, a través de Europa. distinta a la que se estaba haciendo. Y se podía hacer. Teníamos que haber cambiado nuestro discurso, pero el Partido Socialista no fue sensible a eso. Le cuento una anécdota: yo desde aquí percibí, porque lo viví, el problema de los desahucios. Y me fui a Ferraz, hablé con Alfredo [Pérez Rubalcaba] y él me dijo que hablara con varios diputados.
“Si se hubieran celebrado unas terceras elecciones a lo mejor teníamos a un PP con 165 diputados”
No entendieron nada. Alfredo sí, pero la gente nuestra que estaba llevando aquello me contestaba con simpleza diciendo “Quebrarán los bancos”. ¡Pero de qué me estáis hablando! El acuerdo energético que se sacó adelante la semana pasada lo impulsé yo desde la FEMP. Porque lo veo en mi ciudad. ¿Quién evita los cortes energéticos en Vigo? Este Ayuntamiento. ¿Los desahucios? Se evitan en esta mesa. Esta es la mesa de la Plataforma Antidesahucios. Esta es la mesa de la Plataforma contra la Pobreza Energética. Ese es el espacio que tiene que ocupar el Partido Socialista. Y por eso digo que el PSOE está hoy mejor que hace dos meses. Mucho mejor. No es que se hayan resuelto los problemas, pero lo importante es que ahora sabemos muy bien cómo hay que marcar nuestro proyecto como alternativa al PP, y no como alternativa a Podemos. Podemos es un partido al que delatando y planteando abiertamente sus carencias, queda marginado. Podemos no da respuesta a los problemas que está produciendo la crisis, ni en lo general ni en lo concreto. Pretender que siguiendo a Laclau, que dedicó su pensamiento a países de características sociológicas completamente distintas, es no entender lo que pasa. Eso es populismo. Tiene un horizonte limitado, y este país lo empieza a ver.
Disculpe, pero está haciendo usted más oposición a Podemos que al PP.
No, no, yo quiero ser la alternativa al PP, yo soy la alternativa al PP, pero lo cierto es que el PP ganó. Y gobierna porque Podemos decidió que gobernara. Sabiendo claramente lo que hacía.
Pero en la investidura de Rajoy Podemos votó no y el PSOE se abstuvo.
Pudo gobernar Pedro[ Sánchez] y Podemos no quiso. Eso es un dato objetivo, no hay que discutirlo. Si Podemos le hubiera votado, Pedro sería hoy presidente del Gobierno.
Insisto, si usted...
El causante de los recortes en este país fue el PP, el PP es la opción que nos trajo a esta situación complicadísima. Pero este es casi el único país de Occidente donde el Gobierno, en un momento de crisis, aguanta. La crisis se llevó todo por delante. Todo. En todos los países excepto...
Aquí se llevó por delante a Zapatero.
... excepto en Alemania y aquí. ¿Y sabe por qué?
¿Por qué?
Porque la derecha tuvo la habilidad de darle espacio político a Podemos. Y eso dividió a la izquierda. Y Podemos se lo creyó. Podemos es el resultado de la habilidad del Partido Popular para dividir a la izquierda. Y Podemos tenía que haber respondido apoyando un Gobierno socialista, pero se lo creyó tanto que cometió un error fatal. Para el país y para ellos.
¿A usted le satisface que Rajoy sea presidente del Gobierno?
¿A mí? ¿A mí, que llevo toda la vida peleándome en esta provincia con él. ¿A mí, que cuando fue el referéndum de la OTAN a quien tenía enfrente en esta provincia era a Rajoy? ¿A mí, que me he presentado por el PSOE contra Rajoy y contra el PP toda mi vida? ¿A mí, que estoy soportando a una Xunta de Galicia que quiere hundir esta ciudad? ¿A mí, que sufro a un Gobierno de España que nos abandona de forma continua? No, no, eso se lo tiene que preguntar usted a Pablo Iglesias, porque Podemos votó a Rajoy por la vía de los hechos. Lo que no podía haber era la tomadura de pelo de unas terceras elecciones. Habría sido reírnos de los ciudadanos. Eso es a donde nos quería llevar Podemos, porque ellos se mueven muy bien en esos escenarios de la inestabilidad, de la ausencia de políticos, ahí es donde el populismo enraíza. A ellos les interesaba, y a la derecha también. Y ahí confluyeron. Es un dato objetivo, no una opinión. No estoy opinando, estoy constatando.
Pero, ¿cómo van ahora a convencer a la ciudadanía para que vuelva a confiar en ustedes sin un liderazgo claro?
Ya lo tendremos, lo estamos buscando. En un partido que cayó hasta el 22% de los votos... Con muchísimos mejores resultados se fue Alfredo Pérez Rubalcaba, dimitió Almunia, ha habido cientos de dimisiones...
No pretendo que nos retrotraigamos a lo que pasó si no a lo que van a hacer ahora.
Lo que ha sucedido es que el PP ganó las elecciones y la alternativa era ir a otras elecciones. No había un Gobierno alternativo. Porque un Gobierno con ERC que hace un Gobierno unilateral...
El PSOE gobernó en Galicia con los nacionalistas, y usted aquí, en Vigo, también.
Claro. Los nacionalistas que no pedían un referéndum.
Se refiere entonces a los separatistas.
Yo no repudio al nacionalismo. Yo repudio, a los separatistas unilaterales y no quiero tener ningún trato político con ellos. La gente que reclama la independencia está en su derecho, lo conseguirán o no, vale, para hay una Constitución que dice cómo hay que hacerlo. Lo que ha pasado aquí es que un proyecto personal se quería asentar en pactos ideológicamente inadmisibles. Eso es lo que obligó a tomar determinadas decisiones.
¿Qué hubiera sucedido si se hubieran celebrado terceras elecciones?
Pues que a lo mejor teníamos a un PP fuerte y con 165 diputados. Ahora es un PP débil y en minoría. Todo lo que estamos consiguiendo ahora es porque el PP es débil. Si no lo fuera, aplicaría su programa.
Hablando de fortaleza, ¿cómo le sienta la etiqueta de hombre fuerte del socialismo gallego?
Yo no soy el hombre fuerte del socialismo gallego. Sucede que en Vigo tenemos un proyecto de ciudad que tiene éxito, y eso es algo que en Galicia los ciudadanos valoran muchísimo. De tal modo que las dos personas con mejora valoración política en Galicia somos Feijóo y yo. Él desde Galicia y yo desde Vigo.
Cuando dice que Feijóo quiere hundir a esta ciudad, ¿ es por algo personal con usted o por el proyecto que representa?
Por dos razones: porque no entiende esta ciudad y porque aquí hay un proyecto que él no considera apropiado. Su política es de confrontación total con esta ciudad, y yo la defiendo. Si la tratara bien, hablaría con él. Pero a Vigo Feijóo le quiso quitar un aeropuerto, le quitó una caja de ahorros, le metió un hospital privado, pactó con Gallardón dejar a la ciudad sin partido judicial, paró el AVE.... Pero para parar a la derecha hay que ganarles en las elecciones, que es lo que hicimos aquí. Si toda Galicia hubiera tenido el resultado de Vigo [en las últimas autonómicas], Feijóo se habría quedado seis escaños por debajo de la mayoría absoluta.
¿Se plantea presentarse otra vez a las autonómicas?
No, no. No lo volveré a repetir. En las últimas yo creí que era el momento de buscar un proceso de unidad, y no lo volveré a repetir. Una parte del partido, incluido Pedro Sánchez, con Pilar Cancela [presidenta de la gestora del PSdeG] y con Leiceaga [candidato a la Xunta y portavoz parlamentario autonómico] lanzó un proyecto de parte. Se equivocaron, pero no tienen vocación de unidad. Yo soy alcalde de Vigo, tenemos un proyecto fantástico, y también en la provincia con Carmela Silva [presidenta de la Diputación de Pontevedra]. Yo hice a la gestora del PSOE una propuesta de gestora para Galicia, y el Partido Socialista verá lo que hace.
¿Y será antes de que se cumpla un año con el partido sin liderazgo en Galicia y dirigido por una gestora? Porque lleva así desde marzo pasado.
La gestora en Galicia no tuvo ninguna prisa en convocar un congreso antes de las autonómicas. Era una gestora pensada en términos orgánicos de Pedro Sánchez. Y no tiene presencia social. Con todos mis respetos personales, quienes la componen no existen políticamente, no infunden respeto ni afecto en la ciudadanía. Así tuvieron el resultado que tuvieron. Nos llevaron al desastre absoluto. Con mucho mejor resultado, en 1997 yo me fui a casa. Pero la gestora y el candidato parece que siguen encantados de la vida.
Yo le creo cuando dice que su intención es no volver a presentarse a la Xunta. De verdad se lo digo. Pero no me creo que, llegado el momento, su partido considere que es la persona adecuada, como cuando...
No, está completamente descartado.
Como cuando estaba en la Autoridad Portuaria de Vigo y le propusieron ser alcalde
Yo sé que en Galicia uno de los políticos más valorados, muy por encima del resto, soy yo. Pero mi decisión política es Vigo. Es una decisión irreversible. Me presentaré en Vigo, en las siguientes, en las siguientes y en las siguientes.
Ya lleva tres mandatos.
Pues quiero estar veinte años más. Sin contar estos tres ¿eh?
A los que les llaman a ustedes “la vieja guardia del partido”...
¡Pregúntele a los chicos de 18 a 30 años, que en Vigo me valoran con un 8 sobre 10!
No lo digo peyorativamente, déjeme hacerle la pregunta, por favor. Esa “vieja guardia” la componen socialistas que llevan en el partido desde la dictadura, y cuando retoman las riendas...
Es que no tiene que ver con eso. En algunas direcciones en las que yo estuve en los ultimísimos tiempos había “nueva guardia” y nos llevaron al desastre. Pero no es una cuestión de edades ni de generaciones. Es una cuestión de formas, de actitudes. Siempre pongo de ejemplo a Mitterrand, que era una referencia cuando en España estaban llegando los nuevos socialistas.
Lo que quería preguntarle es precisamente si no cree que quienes critican a la “vieja guardia” no tienen en cuenta su experiencia.
La experiencia y la cohesión. Para entender una sociedad vale cualquier edad. Hay que interpretarla, empatizar con ella y actuar en la línea que se necesita. Ahí está Mitterrand, pero también Churchill. Y seguro que a ellos también les llamaron “vieja guardia”. Los mediocres hacen debate político con estos calificativos. ¿Si me pregunta usted por políticos de Galicia que respeto? Beiras [ex líder del BNG, de 80 años y uno de los impulsores de la unidad de En Marea, Podemos, los nacionalistas de Anova e Izquierda Unida]. Si En Marea hubiera presentado a Beiras a la Xunta, habría obtenido un resultado mucho mejor. ¿Y Beiras es “nueva guardia”? No, pero si usted le pregunta a la gente joven, también le hablan de Beiras.
Una última cuestión. 'Público' lleva varios meses sacando a la luz denuncias de malos tratos a menores en el Hogar de San José, aquí al lado, y siguen saliendo más irregularidades. ¿Qué opinión le merece?
Eso se tiene que corregir de manera inmediata. El Ayuntamiento no tiene trato ni competencias sobre ese centro, pero la Administración autonómica debería acabar con eso inmediatamente.
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