Así es el nuevo plan de Catalunya para mejorar la protección de menores frente a la violencia machista
El Departament d'Igualtat i Feminismes pone en marcha este mayo un grupo de expertas en asesinatos machistas de hijos e hijas y violencia vicaria para mejorar la protección de los menores.
Barcelona--Actualizado a
Cinco mujeres y cinco criaturas asesinadas desde el 1 de enero de 2024 en Catalunya. Cifras que resuenan en los medios de comunicación acompañadas de conceptos como "feminicidio" o "violencia vicaria". Pero ¿en qué consisten exactamente estos términos? ¿Cómo están reflejados en la ley? ¿Qué se puede hacer para prevenir este tipo de violencia contra las mujeres y los niños?
La directora general para la Erradicación de las Violencias Machistas en el Departament d'Igualtat i Feminismes, Laia Rosich, explica que "la ley define la violencia vicaria como cualquier tipo de violencia machista ejercida contra los hijos e hijas con la finalidad de provocar daño psicológico a la madre". Esto significa que el padre instrumentaliza a las criaturas para castigar a la mujer, sin necesariamente tener que matar a los hijos o a la madre.
El caso más reciente del triple homicidio en el Prat de Llobregat, por lo tanto, no se ajusta del todo a la definición de violencia vicaria, porque "no acaba de reflejar toda la complejidad de lo que ocurrió", argumenta la psicóloga especializada en violencias machistas Alba Alfageme, también asesora del Departament d'Interior. Dice que "nos encontramos con una situación en la que ha habido un asesinato múltiple por violencia machista", una afirmación que concuerda con la calificación de "triple feminicidio" que hizo el Departament d'Igualtat.
"La violencia vicaria se da cuando la intención es hacer daño a la madre, pero en este caso lo que mueve al padre es algo mucho más complejo. Debemos entender que probablemente ha habido un proceso en el que ha agredido a los hijos para hacer daño a la mujer, pero los niños a veces también son un objetivo final. Forman parte de una vida que se ha roto y el hombre siente que ha perdido el poder sobre una familia que debería estar bajo su control", reflexiona Alfageme.
Alfageme: "Utilizan la violencia como una forma normalizada de relacionarse debido a cómo han sido socializados"
De acuerdo con su argumentación, en muchas ocasiones "estos hombres utilizan la violencia como una forma normalizada de relacionarse debido a cómo han sido socializados". Así pues, se trata de una problemática estructural nacida de una cultura patriarcal que educa a los hombres a ser los "personajes dominantes" con "derecho a actuar con violencia para que los demás obedezcan o se sometan".
De esta manera, Rosich asegura que "el género es una variable que ayuda a entender" la raíz de esta violencia. "Esto tiene que ver con el marco patriarcal y con la disposición que hace el hombre de la familia. Hay mucha gente que tiene dificultades o que puede tener problemas de salud mental y que no mata. No se mata aleatoriamente a una persona que pasaba por la calle. Hay un marco familiar que está intrínsecamente relacionado con las cuestiones de género", añade. En esta misma línea, Alfageme agrega que "no hay ningún tipo de estudio que apunte a que los agresores tengan un trastorno mental o una psicopatía. Son hombres que han socializado con el machismo violento", un sistema que "justifica que puedan utilizar herramientas para mostrar y mantener su poder".
Para saber si se trata de un caso de violencia vicaria, por lo tanto, sería necesario averiguar los detalles del crimen, saber si se ha agredido a los niños con la única intención de castigar a la madre, porque de lo contrario se estaría invisibilizando el homicidio de unas criaturas que se combina con un feminicidio.
Una deuda con la infancia
Históricamente no se ha puesto sobre la mesa que los niños pudieran ser víctimas directas de violencia machista, sino que este cambio en la legislación catalana ha sido relativamente reciente. Según Rosich, "la violencia machista no solo afecta a las mujeres, sino que afecta a niños, niñas y adolescentes, es decir, todo aquello que el marco patriarcal tiene debajo y está sujeto a él".
Según Rosich, "la violencia machista no solo afecta a las mujeres, sino que afecta a niños, niñas y adolescentes"
Alfageme asegura que "es una de las deudas más importantes que tenemos como sociedad con la infancia" y lamenta que aún cueste entender que "un hombre que agrede a su pareja o expareja nunca será un buen padre, porque para él el lenguaje de la violencia es un lenguaje emocional".
Desafortunadamente, Rosich explica que "la cuestión de diferenciar al hombre maltratador de cómo es como padre aún es muy discutida" porque la legislación civil dice que hay una "potestad parental". Son muchas las entidades de víctimas de violencia vicaria que exigen acabar con las visitas de padres maltratadores.
¿Cómo se comunica la violencia machista?
Los medios de comunicación tienen un papel importante a la hora de informar sobre los diversos casos de violencia machista, ya que, según Alfageme, se genera un efecto de "refuerzo de la conducta". "Un hombre que no ejerce violencia, no se lo planteará nunca, ya debe tener la idea", explica. Para la psicóloga, es clave la manera en que se informa, porque "cuando un hombre es violento, está desesperado, siente que ha perdido a su mujer y ve que otros hombres lo hacen, puede sentir reforzada su conducta".
"Un hombre que no ejerce violencia, no se lo planteará nunca, ya debe tener la idea", explica Alfageme
Es esencial "hacer una denuncia social" para generar confianza en las mujeres, pero lo que no ayuda a acabar con esta "lacra" es dar detalles de cómo o qué ha pasado, porque puede generar incluso "un efecto de imitación de determinadas prácticas". Rosich, por su parte, asegura que hay "datos y estudios que indican que hablar de feminicidios y de violencias machistas no genera un efecto llamada, sobre todo cuando se hace de forma adecuada", pero que habría que estudiar y preguntarse lo mismo "poniendo la mirada en los niños y niñas".
Un análisis exhaustivo de los asesinatos de criaturas
Ante los últimos crímenes cometidos en Bellcaire y en el Prat del Llobregat, la consejera de Igualtat, Tània Verge, convocó de urgencia al grupo de análisis de los feminicidios. En esta reunión, acordaron crear un grupo de expertas en asesinatos machistas de hijos e hijas y violencia vicaria para mejorar la protección de los menores. Verge aseguró que no tenían "suficiente información para calificarlo de fenómeno" y que por ello creaban el grupo que arranca en mayo y que presentará las conclusiones en un plazo máximo de cuatro meses.
Según ha informado el Departament, "el grupo elaborará un informe que será una hoja de ruta con medidas y políticas concretas para la prevención, detección y protección de los niños, niñas y adolescentes frente a las violencias machistas". Rosich completa la información explicando que "el concepto de violencia vicaria está en nuestra legislación desde el 2020; anteriormente otras situaciones similares entraban por violencia doméstica, por ejemplo". En este sentido, es necesario analizar bien los datos, hacer un histórico y valorar si efectivamente el asesinato de criaturas es un fenómeno. "Tenemos preguntas abiertas", concluye.
Para Alfageme, es muy importante poner el foco en la "detección precoz" y en el acompañamiento, además de trabajar desde la base con los hijos e hijas para intentar desmontar la violencia estructural. "Debemos estar mucho más atentos a las violencias que sufren los niños e investigar más sobre el perfil de los agresores, entender cómo van todos estos procesos, qué elementos entran en juego y descifrar qué hay detrás de muchas de estas realidades, porque sí que es cierto que no hay un patrón único, pero hay unas dinámicas que se repiten".
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