Este artículo se publicó hace 2 años.
Un vertido de petróleo pone en peligro una colonia de corales en Tailandia
Star Petroleum Refining, la empresa responsable del vertido, continúa trabajando para limpiar el petróleo que llegó a provocar una mancha de 45 kilómetros cuadrados.
Madrid--Actualizado a
Un vertido de petróleo provocado por la rotura de una boya de almacenamiento marina amenaza con contaminar unos corales en la turística isla de Samet, en el sureste de Tailandia, según alertó este lunes el experto biólogo marino Thon Thamrongnawasawat.
El vertido se acerca a la playa Prao de Samet, donde los corales podrían morir y adquirir un color blanco en 24 horas si son contaminados por el crudo.
El derrame fue causado el pasado martes por un escape en un oleoducto de una boya de almacenaje marina a unos 20 kilómetros de la costa. La rotura provocó un vertido de entre 20 y 50 toneladas, aunque la compañía asegura que consiguió reducirlo a unas cinco toneladas.
Star Petroleum Refining, la empresa responsable del vertido, afirmó el domingo que continúa trabajando para limpiar el petróleo, que el día anterior contaminó la playa Mae Ram Phueng en la provincia de Rayong.
Las autoridades han declarado la playa como área de desastre y han pedido a la población que no se acerque al lugar. Allí, varias decenas de operarios trabajan para limpiar los restos de petróleo, que llegó a generar una mancha de 45 kilómetros cuadrados, según fuentes de EFE.
Vertidos mortales
Según la Fundación Aquae, en los últimos 50 años se han producido al menos 130 derrames graves desde barcos petroleros y plataformas de extracción que, en ocasiones, "han provocado alteraciones en los ecosistemas marinos y costeros que tardan décadas en recuperarse".
Así, los vertidos de petróleo se encuentran incluidos en la lista de catástrofes medioambientales más graves y más frecuentes. Los principales afectados son la fauna y la flora del lugar: las algas mueren porque el petróleo obstruye el paso de luz solar y son incapaces de hacer la fotosíntesis. Los peces no logran sobrevivir a la ingesta de estos hidrocarburos. Mientras las aves y los mamíferos sufren de intoxicación o hipotermia al impregnarse de petróleo y dañarse la capa de piel que les protege del frío.
Junto con el vertido acaecido en Perú el pasado 15 de enero, que terminó afectando a la reserva de Ancón (Lima), y el ocurrido en Ecuador, que ya ha llegado a contaminar el río Coca, el derrame en Tailandia suma ya tres desastres ambientales provocados por problemas con el hidrocarburo en tan sólo un mes.
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