Este artículo se publicó hace 6 años.
Matteo SalviniSalvini va a Libia para avanzar en la creación de los centros de detención de migrantes
El ministro de Interior italiano mantiene reuniones con las autoridades del país norteafricano para ampliar los acuerdos del anterior gobierno con Libia para frenar las llegadas de migrantes y refugiados.
Roma--Actualizado a
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, ha viajado este lunes a Trípoli para abordar con las autoridades libias el problema de la inmigración, mientras 300 personas rescatadas por una ONG esperan desde hace días en el Mediterráneo Central autorización para desembarca en un puerto. Mientras tanto, Salvini ha propuesto crear centros de detención en la frontera sur del país africano, en concreto, en los llamados países de tránsito hasta poder embarcar a Europa desde la costa libia.
Salvini anunció en sus redes sociales su viaje en un vuelo militar para entrevistarse con el primer ministro libio reconocido por la Unión Europea, Fayez Al Sarraj, según explicaron los medios italianos, ya que el Ministerio de Interior no había informado de esta visita.
Salvini, líder de la ultraderechista Liga, había agradecido ayer a las autoridades y guardia costera libia por haber "salvado y hecho regresar a Libia a 820 inmigrantes, haciendo inútil el trabajo de los traficantes y evitando las intervenciones incorrectas de los barcos de las ONG".
Las ONG como la española Proactiva Open Arms denunciaron ayer que se había lanzado la alarma de varias embarcaciones con unas mil personas en peligro y que les habían negado su participación en las tareas de rescate. Médicos Sin Fronteras también ha denunciado en numerosas ocasiones que Italia, ya antes de que llegara a poder la coalición entre populistas del Movimiento 5 Estrellas y los ultraderechistas de la Liga, que Italia sólo busca que los guardacostas libios se ocupen de las pateras para devolverlas al punto de salida, pese a que Libia no es un puerto seguro.
Los acuerdos del anterior Gobierno italiano y de la UE con el Gobierno libio de Trípoli han logrado un fuerte descenso de las llegadas de migrantes y refugiados a las costas italianas, aunque el precio de este bloqueo no sólo ha supuesto un aumento de llegadas por otras rutas, como la del Mediterráneo occidental hacia las costas españolas, sino que también ha aumentado la preocupación entre las organizaciones humanitarias por la constante vulneración de los derechos humanos de los migrantes en Libia y, también, a bordo de los barcos de los guardacostas norteafricanos.
Avanzar en los centros de inmigrantes fuera de la UE
Aunque por el momento no se han explicado los asuntos debatidos entre Salvini y las autoridades libias, en un vídeo del ministro italiano junto a su homólogo mabrebí Abdulsalam Ashour, Salvini le insta a desarrollar los polémicos centros de internamiento y selección de migrantes y refugiados en las fronteras del sur de Libia, una postura que choca con la defendida por España y Francia, que abogan por estos centros dentro de las fronteras europeas. "Eso sería un problema para nosotros y para Libia. En cambio, nosotros hemos propuesto lo mismo que su excelencia (en referencia a Ashour): centros en el sur de Libia para evitar que el país sea un embudo, como le pasa a Italia", ha explicado. Poco después, Salvini se veía con el vice primer ministro libio, Ahmed Maitig, donde afirmó que "Libia no es un problema, sino una oportunidad de desarrollo".
"Libia está preparada con su programa de inmigración y está de acuerdo con los europeos en muchas cosas, sin embargo, rechaza categóricamente los centros dentro de Libia. Eso está prohibido por la legislación libia", declaró Maitig en respuesta a la propuesta de Salvini. El también vicepresidente italiano se comprometió a ayudar más a las autoridades libias en materia logística y económica para "garantizar" la seguridad en el Mediterráneo así como a defender la propuesta italo-libia en el Consejo Europeo que se celebrará el próximo jueves para mostrar a Libia como "una gran oportunidad y no como un problema".
Continúa el cierre de puertos italiano
Mientras tanto, el barco de la ONG alemana Lifeline lleva cuatro días con unos 230 inmigrantes a bordo, entre ellos cuatro niños, en aguas internacionales pero muy próxima a Malta, esperando a que se le destine a algún puerto.
Otros 113 inmigrantes se encuentran en el buque mercante Alexander Maersk, de bandera danesa, en aguas territoriales italianas cerca de Pozzallo, en la isla de Sicilia, también esperando instrucciones.
La situación en el barco de Lifeline empieza a ser preocupante ya que lleva más del triple de las personas de su capacidad y empieza a escasear la comida, aunque el pasado viernes recibió suministros por parte de las autoridades maltesas, explicó a Efe el portavoz Axel Steier.
Steier hizo un llamamiento a la opinión pública para que les ayuden y pidió que se acerquen a aguas internacionales para llevar a algún inmigrante y aligerar la situación del barco de Lifeline, a pesar de que saben que es una acción que puede ser considerada ilegal.
"Si los líderes europeos no encuentran una solución, tendrán que ser los ciudadanos los que protejan a estar personas", agregó
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