Este artículo se publicó hace 10 años.
Israel aumenta la contundencia de sus ataques contra Gaza y amenaza con más matanzas
El Ejército israelí bombardeó este lunes con constancia e intensidad toda la franja de Gaza, donde destruyó decenas de inmuebles y lanzó cierto tipo de bombas que causan temblores en los edificios, similares a los que producen los terremotos. Los ataques son indiscriminados. Prueba de ello es el segundo vídeo que acompaña esta información en el que se puede ver cómo un joven, acompañado por activistas internacionales, muere por los disparos de los soldados israelíes (ATENCIÓN: las imágenes pueden herir la sensibilidad de algunos espectadores).
Uno de los ataques más cruentos tuvo lugar poco después de que cayera el sol (cuando los gazatíes se reúnen en familia para romper juntos el ayuno del mes sagrado musulmán de Ramadán), contra un edificio civil de seis plantas en una de las principales avenidas del centro de la ciudad de Gaza. Según las primeras informaciones, al menos once personas, entre ellas cinco niños, perecieron en el ataque y decenas más resultaron heridas.
Horas antes, carros de combate israelíes situados cerca de la principal carretera de Gaza mataron a cuatro palestinos e hirieron a una decena más en un ataque contra un hospital de la localidad de Deir el Balah, en el centro de la franja. Según datos de la ONU, desde que pasado 8 de julio el Gobierno de Israel ordenó la actual ofensiva contra Gaza (conocida como "Margen protector"), el Ejército israelí ha bombardeado más de 200 edificios e inmuebles civiles, pese a lo que estipula el derecho internacional humanitario.
Asimismo, el Ejército de Israel ha atacado dos hospitales, el referido en Jan Yunis y otro en el norte de Gaza, en el que había un grupo de discapacitados y activistas internacionales. Israel asegura, en contra de la opinión internacional y la de organizaciones de defensa de los derechos humanos israelíes, que se trata de objetivos legítimos, ya que o bien acogen a supuestos líderes de las milicias, o esconden la boca de los túneles que recorren la franja de Gaza y penetran, en ocasiones, en territorio israelí.
La intensificación de los bombardeos se produce después de que los militares israelíes hayan perdido en combate en las últimas 48 horas veinte soldados, siete de ellos en enfrentamientos este jueves con milicias palestinas. De acuerdo con las mismas, tres de ellos fueron víctimas de una emboscada en el norte de la ciudad. El Canal 10 de la televisión israelí precisó, por su parte, que los otros cuatro perdieron la vida en enfrentamientos con un comando palestino que se infiltró en un kibutz israelí a través de un túnel desde Gaza.
Además, desde la noche del domingo a la de este lunes, tres uniformados más resultaron heridos de gravedad, 8 de carácter reservado y 19 leves, en diferentes misiones en Gaza. Con estas nuevas bajas, son ya 25 los soldados israelíes muertos desde que el pasado jueves el Ejército emprendiera una incursión terrestre para afianzar una ofensiva que, en principio, no parece que esté logrando todos sus objetivos a pesar del mensaje triunfalista lanzado por Benjamín Netanyahu.
En medio de los esfuerzos diplomáticos en la arena internacional para un alto el fuego, el primer ministro israelí advirtió de que la ofensiva militar en la franja será aún más intensa y seguirá hasta que los israelíes estén seguros. "El Ejército israelí está progresando en el terreno de acuerdo a lo programado. Los logros en el campo de batalla son claros. Estoy impresionado con las operaciones para destruir los túneles que han logrado resultados por encima de las expectativas", manifestó Netanyahu en una visita a posiciones militares en el sur de Israel.
Israel ha anunciado la destrucción de decenas de lanzaderas de cohetes, pero ello no ha mermado hasta el momento la capacidad de disparo de las milicias palestinas. Tras catorce días de intensos y repetidos bombardeos por tierra, mar y aire, las milicias mantienen la misma media de lanzamientos de proyectiles: según cifras del Ejército israelí, desde la medianoche del domingo volaron 135 cohetes sobre su espacio aéreo, 17 de los cuales fueron interceptados por el escudo antimisiles.
Israel también ha anunciado la destrucción de decenas de túneles, otro de sus principales objetivos, pero no ha podido evitar las infiltraciones, la última esta misma mañana. Además, las "Brigadas Azedim al Kasem", brazo armado de Hamás, anunciaron el domingo la captura en combate de un soldado israelí, una información sobre la que el Gobierno y el Ejército guardan un denso silencio.
Ante esta situación, la diplomacia comenzó este jueves a moverse con algo más de decisión para lograr una tregua humanitaria -solicitada por la ONU- que dé paso a un alto el fuego definitivo que abra de nuevo la puerta de la negociación. Con este propósito viajó a la región el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, a quien el presidente de EEUU, Barack Obama, le ha pedido que ponga fin a una guerra que ha costado ya la vida de cerca de más de 550 personas, en su mayoría palestinos civiles.
En la región del Pérsico ya se encuentra con la misma meta el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abas, quien este lunes se entrevistó en Catar con el líder de Hamás en el exilio, Jaled Meshal. Fuentes diplomáticas explicaron que la intención de Kerry es que ambas partes vuelvan a comprometerse con el acuerdo que puso fin a la ofensiva de 2012 (Pilar Defensivo), mediada a través de Egipto. En declaraciones desde Gaza, Ihab al Ghusein, ex viceministro de Información del Hamás, insistió en que cualquier pacto pasa por el levantamiento del asedio y el bloqueo israelí que sufre la franja desde 2007, la liberación de presos y la apertura de las fronteras que Israel y Egipto mantienen selladas.
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