Este artículo se publicó hace 4 años.
Merkel compensa con miles de millones a las empresas por la retirada del carbón
Alemania cierra un acuerdo histórico para desconectar sus centrales térmicas para el año 2038, a cambio de compensar a trabajadores, empresas y gobiernos regionales.
Berlín-
Alemania se convertirá en el primer país en abandonar la energía nuclear y el carbón en virtud de un acuerdo histórico para desconectar sus centrales térmicas de lignito para el año 2038, a cambio de compensar a trabajadores, empresas y gobiernos regionales.
El Gobierno alemán acordó en la madrugada del jueves compensaciones de más de 40.000 millones de euros con los primeros ministros de las regiones carboníferas alemanas.
Las regiones de minería de carbón de Renania del Norte-Westfalia, que en su día fueron el corazón de la industria alemana, han pasado por momentos difíciles debido a la pérdida de influencia de la industria pesada tradicional, mientras que las regiones carboníferas del este aún no se han librado del impacto de cuatro décadas en la Alemania comunista.
Diseñados para asegurar que la mayor economía de Europa cumple sus objetivos de reducir los gases de efecto invernadero para 2030, el apagón del carbón irá acompañado de fuertes inversiones en energía renovable.
"Alemania, una de las naciones industriales más fuertes y exitosas del mundo, está adoptando enormes pasos hacia el fin de la era de los combustibles fósiles", dijo el ministro de Finanzas Olaf Scholz en rueda de prensa.
La decisión supone un importante cambio para la coalición de gobierno de la canciller Angela Merkel. Esta abandonó por incumplible un objetivo clave de emisiones poco antes de asumir el cargo en 2017, aunque cambió de rumbo poco después ante una creciente inquietud de la población sobre el cambio climático que se avivó con la subida en las encuestas de Los Verdes.
"Fueron negociaciones duras", dijo la ministra de Medio Ambiente Svenja Schulze. "Pero puedes ver el resultado: somos el primer país que tiene un acuerdo vinculante para dejar el carbón y la energía nuclear, y eso es una señal importante internacionalmente".
El ministro de Economía, Peter Altmaier, dijo que la legislación podría ser llevada al Parlamento antes de finales de enero.
Las plantas más antiguas y contaminantes, algunas de las cuales datan de los años 50, se desconectarán primero, comenzando con una planta de 300 megawatios (MW) en Renania, cuyo cierre está previsto para este año. Las 29 restantes cerrarán en los siguientes 18 años.
"Lo que tenemos aquí es un buen acuerdo para la protección del clima porque deja claro que hablamos en serio", dijo Altmaier en una conferencia de prensa.
Una serie de veranos inusualmente calurosos y el impacto del movimiento Friday for Future impulsado por la estudiante sueca Greta Thunberg han provocado una mayor conciencia medioambiental y el gobierno alemán introdujo el año pasado un importante paquete climático que incluía la fijación de precios para las emisiones de dióxido de carbono en toda la economía.
El gobierno añadió el jueves que los certificados de emisiones de carbono de las centrales eléctricas se cancelarían después de su cierre, una medida que debería limitar las emisiones y aumentar los precios de unos certificados comercializados bajo un programa de la Unión Europea.
Los analistas piensan que el impacto en el mercado del carbón será limitado, ya que la demanda de carbón de la UE se ha estancado durante mucho tiempo frente a la competencia de las energías renovables y el gas. Los precios del carbón cayeron un 40% el año pasado y apenas se han recuperado desde entonces.
Compensación para todos
Los estados afectados de Brandenburgo, Sajonia y Sajonia-Anhalt en el este y Renania del Norte-Westfalia en el oeste recibirán hasta 40.000 millones de euros en compensación de Berlín. Las empresas afectadas recibirán 4.350 millones de euros.
Entre ellas se encuentran RWE, que según dos fuentes gubernamentales obtendrá 2.600 millones de euros por el cierre de dos plantas de carbón, y la minera Mibrag, propiedad del grupo energético checo EPH, que obtendrá 1.750 millones de euros.
Las acciones de RWE, el mayor operador de centrales eléctricas de carbón de Alemania, llegaban a subir con las noticias a su nivel más alto más de cinco años.
La compañía dijo posteriormente que el cierre de sus térmicas conllevará la destrucción de 6.000 puestos de trabajo, casi un tercio de su plantilla.
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