Este artículo se publicó hace 9 años.
Con la victoria de SYRIZA vencemos los pueblos de Europa
Carlos Martínez
-Actualizado a
Primer secretario de Alternativa Socialista
Apoyo decididamente a SYRIZA en estas próximas elecciones anticipadas en Grecia. Pero deseo argumentar tanto por qué, como muy brevemente el camino transitado para llegar a un paso de su victoria electoral. Para que la Coalición de la Izquierda Radical griega SYRIZA según sus siglas en la lengua de Platón, haya llegado a tener la posibilidad de vencer las próximas elecciones, han transcurrido años de trabajo y esfuerzos de unidad y esperanza de un importante sector de las izquierdas helenas. No nacen en los platós de televisiones privadas, ni en gabinetes técnicos, ni en seminarios intelectuales, sino en las calles y las luchas sociales, sindicales y por la paz. SYRIZA es el fruto de el tesón de los eurocomunistas griegos de SINAPISMOS, la confluencia de movimientos sociales tras el primer Foro Social Europeo de Florencia(2002) y la construcción de la unidad en las luchas de diversas izquierdas de carácter ecologista, orígenes maoístas y trotskistas, así como de la aportación de socialdemócratas cabales y socialistas levantados frente a la claudicación de su partido de origen el PASOK ante los recortes y las políticas impuestas por la Troika y la Unión Europea.
SYRIZA lleva ya unos pocos años, construyendo un programa electoral de gobierno, serio y responsable pero transformador y diferente al duro austericidio impuesto al pueblo griego, con una crueldad y racismo anti-mediterráneo, digno de potencias coloniales e invasoras. El pueblo griego ha sido el primer laboratorio de las políticas troika inmediatamente exportadas a Portugal, Chipre, España e Italia. Pero que SYRIZA ha sabido enfrentar con éxito político y desde la izquierda y la lucha de clases y popular. Ellos han propuesto la reestructuración de la deuda llamada pública y la Conferencia Europea sobre la deuda, al objeto de revisar las nefastas “políticas deuda” y acabar con ese magnífico negocio de bancos y especuladores. Por eso SYRIZA puede ser ahora el faro que guíe al resto de los pueblos de Europa y de las izquierdas europeas al objeto de exigir e implementar otras políticas diferentes y demostrar que estas pueden y deben ser una realidad. Pero no solo eso, sino también con un camino de transformación social y no una simple regeneración política.
Por todo lo anterior, el FMI, la Troika, los llamados mercados, es decir el poder del capital especulador y los fondos financieros, junto a los poderes conservadores y las derechas europeas que forman un conglomerado de dominio, han comenzado ya su campaña electoral dura, con amenazas e intimidación contra la voluntad del pueblo griego, pero también contra las esperanzas del resto de los pueblos de Europa.
Los poderes financieros y las derechas, no reconocen jamás la democracia, si no son ellos los vencedores –ellos o sus aliados-. Estamos ante un capitalismo del siglo XXI al que la democracia, incluso liberal, ya no le es útil si no se gobierna según sus dictados.
Por eso debemos volcarnos ya en el apoyo a SYRIZA y al pueblo griego. Si vencen y lo harán, van a tener inmensas dificultades y presiones. Hemos pues de estar con ellos, que será lo mismo que estar con nosotros y nosotras.
Pero SYRIZA puede lograr algo más difícil todavía y por tanto más peligroso para el sistema como es que sin renunciar a sus esencias de izquierdas, a la izquierda y a un programa socialdemócrata real y cabal, de izquierdas, poder vencer y trabajar por el reparto de la riqueza y contra las políticas de destrucción del bienestar y de expropiación de lo público. No esconden su bandera roja, no renuncian al discurso de la igualdad, no ceden al chantaje de negar de sus esencias para vencer a los que desahucian a los pueblos y a las clases trabajadoras. No esconden sus símbolos. Por eso su sonrisa y su discurso suenan sinceros y cálidos. Suenan a cambio verdadero y por tanto, nadie, nadie desde el sector de medios privados o públicos les ha apoyado jamás. La izquierda siempre nos las hemos de apañar solos, es decir con los pobres, los y las humildes, las clases obreras y trabajadoras, a las que solo por nuestros propios medios llegamos.
Por tanto, gracias al pueblo griego. Gracias a la clase obrera griega por hacernos vislumbrar un 2015 con esperanzas.
Los griegos han construido una nueva izquierda plural, con profundas raíces en la resistencia popular, en el comunismo resistente y en los rebeldes del PASOK que no se han resignado a ser una minoría de izquierdas en un partido liberal, como ocurre en el PSOE.
Pero al pueblo griego el valor y la capacidad de decisión frente a las dificultades, no le son ajenas. En 1940-41, veintidós divisiones del ejército alemán, varias de ellas blindadas y alpinas encuadradas en tres cuerpos de ejército, con apoyo de tropas y logística búlgara, rumana e italiana, estados todos ellos aliados de Hitler invaden Grecia. Tras el previo fracaso de invasión italiana. Los comunistas son la columna vertebral de la mejor resistencia europea y tras vencer a los aliados del eje, estalla una guerra civil para evitar la implantación de la monarquía. Una invasión británica logra imponer al rey y tras una dura guerra civil las derechas monárquicas, con tropas invasoras nuevamente, esta vez de Gran Bretaña, derrotan a la resistencia de izquierdas. Una frágil democracia y controlada durante la guerra fría y tras ella un golpe de estado y una dura dictadura conocida como la de los coroneles, -que precisamente y con la complicidad del rey Constantino, hermano de la madre del monarca español-, se impone para impedir un gobierno de centro-izquierda.
Tras la dictadura y ya con República y democracia, el PSOK inicial, es profundamente antiimperialista y nacionalista, además de pan-helénico. En su primer programa electoral figuraba la expulsión de las bases militares de los EE.UU que sustituyen a los británicos en su misión de controlar al pueblo griego de sus veleidades izquierdistas. A diferencia de España, no hay tiempo para las derechas, de crear una mentalidad anti-partidos y anti-sindical, anticomunista y anti-izquierdas, que el franquismo si pudo crear en no menos de tres generaciones, tras asesinar en masa a la izquierda obrera que no se pudo exiliar. Se amedrentó al pueblo a sangre y fuego. Se creó una profunda desafección política imbuida desde el falangismo y el nacional catolicismo, que subsiste y ha calado. Las desilusiones de la transición, la deslegitimación de la misma que la crisis y los recortes austericidas, el paro y el empobrecimiento de la clase media y la deslocalización y desaparición de industrias y de la clase obrera más concienciada, han logrado crear un caldo de cultivo generalizado anti-político, del que la derecha española, que nunca ha sido democrática, se beneficia o al menos despista y confunde. Por eso en Grecia, es una coalición de izquierdas la que en mayor fuerza –aunque no es la única estructura antineoliberal- capitaliza las luchas sociales y organiza y se organiza. A los Griegos les ha fallado el PSOK, el KKE no ha sabido vislumbrar los nuevos tiempos, pero han construido una nueva izquierda plural, con profundas raíces en la resistencia popular, en el comunismo griego resistente y duro y en las personas rebeldes del PASOK que no se han resignado a ser una minoría de izquierdas en un partido liberal, como si ocurre en el PSOE. Pero todo eso se ha producido en el seno de SYRIZA y en SIRYZA se reconocen las izquierdas.
Dicho esto, ahora hay que ver que vamos a hacer. Yo propongo:
En primer lugar el PIE –Partido de Izquierda Europea- al que SYRIZA pertenece deberá volcarse en apoyo de sus hermanos griegos y establecer en toda Europa una corriente de simpatía y solidaridad. Pero también proteger a los gobernantes griegos –si son la coalición de izquierdas- y defender sus políticas. Denunciar con contundencia el golpe de estado de los mercados financieros y defender la voluntad democrática del pueblo griego.
En segundo lugar, servirse de esa situación para que se caiga el velo de muchas personas del pueblo sencillo y vean que otra política se puede hacer y que por tanto se puede gobernar desde una izquierda transformadora y real y superar a una socialdemocracia oficial que tras la tercera vía, el blairismo y el felipismo, ya ni es lo que fue, ni tiene alternativas frente a las derechas y los poderes financieros.
En tercer lugar informar y combatir las campañas que los medios de “información” liberales y derechistas harán contra el futuro gobierno de SYRIZA, resaltando sus fallos y ocultando las zancadillas y ataques del capitalismo contra la democracia griega. Ya gobierne SYRIZA en solitario o como mayoría de una coalición anti-troika, esos ataques se producirán y si la Unión Europea es democrática o no, quedará demostrado. Yo creo que la UE carece de estructuras democráticas y es una institución neoliberal, pero el pueblo griego, le puede plantar cara.
El pueblo griego le puede plantar cara, insisto, y todos los pueblos de izquierdas de Europa con él. Construyendo una solidaridad activa que nos sirva a todas y todos para cambiar la faz de Europa. SYRIZA puede comenzar el futuro y sobre todo poner en crisis la estructura neoliberal de hierro de la Europa alemana. Sin embargo será un duro camino y para cambiar las sociedades hacen falta ideas, ideales, no solo programas.
Considero finalmente que SYRIZA es la legitima representante del socialismo democrático en Grecia.
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