Este artículo se publicó hace 10 años.
La querella argentina desmiente el dictamen de la Fiscalía sobre la extradición de 'Billy el Niño'
Los abogados que llevan la causa contra los crímenes del franquismo acusan al Ministerio Público español de contradecir la normativa internacional sobre los delitos de lesa humanidad
Ana Delicado Palacios
El escrito de la Fiscalía de la Audiencia Nacional mediante el que se opone a la extradición del ex inspector Juan Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, llega a conocimiento de los abogados argentinos que impulsaron su pedido de captura internacional durante el último día de feria judicial en Argentina.
Máximo Castex, representante de las víctimas del franquismo en la causa que busca enjuiciar en Argentina a los responsables de la dictadura, ha asegurado a Público que la Fiscalía incurre en una contradicción. "Si el fiscal admite que los crímenes de los imputados son delitos de lesa humanidad, son por lo tanto imprescriptibles, y si hay una acusación, se tiene que llevar adelante el proceso", afirma. "No pueden dar prioridad a una norma interna frente a una del derecho penal internacional".
Aunque la Fiscalía admite la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad de acuerdo a los tratados internacionales, hace suya la consideración del Tribunal Supremo español sobre este asunto, que considera que esta norma general no puede aplicarse de forma retroactiva.
"Los hechos denunciados ocurrieron entre el 24 de febrero de 1971 y el 18 de abril de 1975, por tanto el plazo de prescripción de 10 años previsto en el Código Penal vigente al momento de los hechos habría transcurrido con creces", constataba en su dictamen, dado a conocer este viernes, el fiscal de la Audiencia Nacional Pedro Martínez Torrijos."Si por un lado reconoce que se tratarían de delitos de lesa humanidad, estos son imprescriptibles, por lo que va de suyo que no tiene que meterse a analizar la retroactividad de la ley", rebate Máximo Castex.
El abogado argentino manifestó su extrañeza de que la Fiscalía haya anticipado por escrito su dictamen, cuando se esperaba que lo hiciera directamente en la vista pública que se celebrará ante la sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, cuando el juez Pablo Ruz decidirá si autoriza la extradición de Billy el Niño y del ex capitán de la Guardia Civil, Jesús Muñecas, acusados en Argentina del delito de torturas en el marco del genocidio que perpetró la dictadura franquista.
"La Fiscalía se descubrió sola cuando se precipitó en su postura de negar la extradición ante las órdenes de detención dictadas por Servini de Cubría en septiembre de 2013", constata Castex. "Todavía no tenían la resolución misma de la jueza porque al fiscal sólo le había llegado la orden de Interpol, que es telegráfica".
Por eso el abogado no se muestra sorprendido con la postura de la Fiscalía. "Sus argumentos siempre se basan en la prescripción, pero porque toman la tortura como un delito autónomo, como un crimen infringido en un hecho concreto, de tiempo, modo y lugar. Si le quito a la tortura el carácter de delito de lesa humanidad, como delito cometido en el desarrollo de un genocidio, puedo tomar las reglas generales de los delitos clásicos".
Pero esta argumentación se cae ante un proceso que juzga crímenes de lesa humanidad. "Esto no se puede aplicar a los delitos complejos como lo es el de genocidio: una de las conclusiones jurídicas que tienen es que no prescriben. Por lo tanto, se puede llevar a adelante el juicio aun mucho tiempo después de haberse cometido el hecho, como es nuestro caso", añade el letrado.
La otra justificación de la Fiscalía para negar la extradición consiste en defender el principio de territorialidad frente a la jurisdicción universal, reconocida en la Constitución argentina para juzgar crímenes de lesa humanidad. "Una vez más, invocan normas internas para desobedecer normas internacionales", arguye el abogado. "Un ejemplo de ello es la ley de Amnistía de 1977, que está en contraposición con las normas jurídicas de carácter internacional. Ellos lo que están haciendo es invocar esa normativa interna, en cualquier momento, para negar la extradición".
De cara "a la galería"Máximo Castex, impulsor de la causa contra los crímenes franquistas desde su nacimiento en abril de 2010, interpreta como un gesto "para la galería" la decisión del Consejo de Ministros de permitir, en noviembre de 2013, que el pedido de extradición continuara en la Justicia española para decidir si cedían al reclamo de la jueza argentina María Servini de Cubría.
"Probablemente aquello fuera un guiño político a sabiendas de cuál iba a ser la respuesta jurídica", analiza Castex. "Políticamente quedaron bien porque ya saben cómo va a seguir. Tenemos el fallo del caso Garzón, con el que el Tribunal Supremo ya manifestó que los crímenes franquistas no pueden ser investigados en España".
En todo caso, el juez Pablo Ruz todavía tiene que decidir si accede al pedido de extradición. "Está en una encrucijada de la historia judicial española, porque podría convertirse en el juez que denegó la extradición de los dos franquistas", advierte Castex. "Pero reconocemos que tomó medidas cautelares contra los acusados al retirarles el pasaporte y al exigirles que se personaran semanalmente ante un juzgado o una comisaría. Veremos ahora cómo reacciona ante el dictamen de la Fiscalía".
La última palabra, no obstante, la tendrá el Consejo de Ministros, que será quien decida si accede a que Billy el Niño y Jesús Muñecas sean juzgados en Argentina.
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