Este artículo se publicó hace 13 años.
Desfibriladores son útiles en lugares públicos, no en el hogar
Por Frederik Joelving
Dispositivos para restablecerlos latidos después de un paro cardíaco no serían tan útiles enel hogar como en los lugares públicos, informó un equipo elmiércoles.
Los llamados desfibriladores automáticos externos (DAE) yaestán instalados en aeropuertos y casinos de Estados Unidos.Pero algunos estudios habían sugerido que cada vez másestadounidenses tienen el corazón muy debilitado como pararevivirlos con un DAE.
Y, según publica New England Journal of Medicine, esapreocupación está parcialmente justificada.
Con datos del mayor registro mundial de paros cardíacosfuera de hospitales en Estados Unidos y Canadá, un equipo hallóque los DAE podrían haberse utilizado mucho más en lugarespúblicos que en el hogar.
"Los DAE tienen enorme valor para revivir a personas con unparo cardíaco en sitios públicos. No es que no sirvan en elhogar, sino que no son tan útiles allí", dijo Myron L.Weisfeldt, de Johns Hopkins University, Baltimore, quiendirigió el estudio.
El equipo de Weisfeldt observó que, cuando una ambulanciallegaba al lugar, el 60 por ciento de las personas que habíacolapsado en un sitio público a la vista de un tercero teníaritmos cardíacos que permitían el uso de un DAE, comofibrilación ventricular y taquicardia ventricular sin pulso.
En cambio, si el paro cardíaco hubiese ocurrido en elhogar, el DAE habría ayudado al 35 por ciento.
"Pensamos que las personas que sufren un paro cardíaco enel hogar tienen enfermedad cardíaca crónica y están medicadas",dijo Weisfeldt.
En esos casos, el corazón dejaría de latir en lugar deentrar en una meseta de debilidad, en la que los DAE siguensiendo efectivos, agregó.
Sólo el 2 por ciento de los casi 13.000 pacientes que elequipo incluyó en el estudio habían recibido asistencia de untercero con un DAE en la vía pública y apenas un 7 por cientosalió del hospital con vida.
"Sabemos que no hay suficientes personas que sepan realizarlas maniobras de RCP", dijo el doctor Benjamin Abella, expertoen resucitación de University of Pennsylvania, Filadelfia, queno participó del estudio.
"También llama la atención cuán pocas personas recibieronasistencia con un DAE. Deberían existir un uso de los DAE y unentrenamiento en su uso más intensivos", añadió.
Abella dijo que los nuevos resultados sugieren que eldinero público debería invertirse mejor en la instalación demás dispositivos en sitios públicos que en los hogares, dondeen algunos casos también podrían salvar una vida.
FUENTE: New England Journal of Medicine, 26 de enero del2011.
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