Las chanclas en octubre y las previsiones meteorológicas que alejan todavía el tiempo del abrigo son una prueba más de que algo no marcha bien; una certeza más de que la crisis climática avanza. El verano terminó en septiembre, pero sus temperaturas persisten. Tanto es así que este miércoles, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido la primera alerta naranja en el mes de octubre desde que hay registros, lo que indica que los termómetros alcanzan cifras inusuales para esta época del año.

El mes de septiembre, a pesar de su inicio marcado por las lluvias torrenciales y la DANA que sacudió el centro peninsular, se ha clausurado con temperaturas más propias del mes de agosto que del inicio del otoño. El termómetro del país, en la última semana del mes, ha rondado los 35ºC en buena parte del mapa, incluso en zonas que, en esta época del año, ya están marcadas por la lluvia y el frío como Galicia, que registró 36ºC en Ourense. 

Las previsiones de la Aemet, a finales de septiembre, hablaban de un mes de octubre marcado por temperaturas "inusuales". Los termómetros no han tardado en confirmar que el país no ha conseguido escapar del verano. Tanto es así que el día 1 de octubre se batieron 33 récords de temperaturas para el mes. Todavía, según los meteorólogos de la Agencia, quedan semanas de calor para que se vuelvan a batir registros.

De las 33 estaciones del país que registraron ese día temperaturas sin precedentes, sólo cuatro –Jaen, Navacerrada, Soria y Daroca– batieron récords que se registraron en el siglo pasado. Es decir, 39 de las marcas superadas se concentraban ya en el siglo XXI. Además, 12 de esas antiguas máximas de récord que se superaron se dieron en la última década. La forma en la que las marcas de temperaturas extremas se suceden y se concentran en las últimas décadas es una muestra de cómo el termómetro global del planeta se eleva poco a poco fruto de la crisis climática.

El día 2 de octubre, según los registros de Aemet, se volvieron a batir récords de temperaturas en siete estaciones. Lo sorprendente es que, salvo el caso de Bilbao, el resto de marcas superaron récords que se habían alcanzado el día anterior.

"La crisis climática se manifiesta en un aumento de las temperaturas en general y en un alargamiento del verano que estamos viviendo en España y por ello septiembre se está viendo afectado, con temperaturas más suaves. En general podemos decir que el cambio climático está templando las estaciones y en el caso del verano, extremando el calor", expresa Mar Gómez, doctora en Física y meteoróloga del portal eltiempo.es.

Hacia el abismo climático

Lo que ocurre en España no es otra cosa que un reflejo que lo que ocurre en el planeta. Los datos revelan que septiembre, a escala global, terminó como el más cálido desde que hay registros, con 16,38ºC de temperatura, un 0,5ºC respecto al récord anterior de 2020, según ha informado este jueves el Servicio Copérnicus de la UE.

Tal y como ha explicado John Kennedy, investigador del Servicio Meteorológico de Reino Unido, se trata de la ruptura más abrupta desde que hay registros, pues el anterior septiembre con mayor subida de temperaturas se dio en los años 40 del siglo XX con un aumento de tan sólo 0,2ºC.

La constante ruptura de récords y la escalada de temperaturas globales deja al planeta cerca del abismo. Las emisiones de CO2 y de gases que aceleran el calentamiento global se elevaron un 1% en el último año, según los últimos datos publicados por la ONU, y los objetivos que la humanidad se marcó hace menos de una década, en 2015, empiezan a parecer desfasados.

Gómez explica que "actualmente estamos 1,1ºC por encima de los valores de temperatura preindustriales". Los dirigentes políticos, apoyados en los datos científicos, acordaron trabajar para que esa el termómetro planetario no superase el umbral de 1,5ºC y, según la doctora en físicas, "las proyecciones no son buenas". "La temperatura promedio anual ha aumentado entre 0,08ºC y 0,09ºC por década desde 1980", apostilla.

La tasa de calentamiento se ha duplicado y ya hay científicos que señalan que, con el aumento de las emisiones de efecto invernadero, el ritmo con el que suben las temperaturas se va a acelerar. Investigadores de la Universidad de Columbia ya han demostrado que el fenómeno El Niño que actualmente está activo (un evento que se desarrolla, aproximadamente cada ocho años y que conlleva, entre otras cosas, una subida de temperaturas en varias partes del planeta) sugiere que la tasa de calentamiento del planeta podría aumentar un 50% respecto a la anterior década. De esta forma, el compromiso del Acuerdo de París para frenar la emergencia climática podría quedar en papel mojado y el planeta podría llegar a finales de década sobrepasando la marca del 1,5ºC.