Claves y consecuencias del corte de Ucrania al gas ruso
Kiev se enfrenta a la pérdida de unos 800 millones de dólares al año en tarifas de tránsito. Por su parte, Gazprom perderá cerca de 5.000 millones de dólares en ventas de gas.
El corte del paso del gas ruso por Ucrania hacia Europa ha generado tensión en el este, sobre todo con Eslovaquia, país miembro de la UE. Kiev ha rechazado extender el contrato que expiraba a fin de año y que reportaba a Moscú ingresos multimillonarios.
Ucrania ha tomado una decisión, en pleno conflicto con Rusia, que también sentirá en su país. Se enfrenta a la pérdida de unos 800 millones de dólares al año en tarifas de tránsito. Por su parte, Gazprom perderá cerca de 5.000 millones de dólares en ventas de gas.
Según el primer ministro de Ucrania, Volodímir Zelenski, el asunto era más benficioso para Moscú, que se embolsaba "miles de millones adicionales", por lo que ha tratado de impedir esta vía de financiación de su enemigo. "Hoy, el tránsito de gas ruso es 0. Ésta es una de las mayores derrotas de Moscú. Convertir la energía en un arma y el cínico chantaje energético a sus socios es lo que ha privado a Rusia de su mercado más atractivo y geográficamente accesible", afirmó Zelenski.
El contrato de tránsito expiró a final de año y la empresa rusa interrumpió el suministro: "Debido a la negativa reiterada y explícita de la parte ucraniana para prorrogar estos acuerdos, Gazprom se vio privado de la oportunidad técnica y jurídica para suministrar gas para el tránsito a través del territorio de Ucrania a partir del 1 de enero de 2025".
Tras el estallido de la guerra en Ucrania en 2022, la Unión Europea redobló sus esfuerzos para reducir su dependencia del aparato energético ruso buscando fuentes alternativas y contratos con otros países como Qatar y Estados Unidos que han ayudado al bloque comunitario a mantener los precios estables a pesar de la desconexión con Rusia.
"La infraestructura de gas europea es lo suficientemente flexible como para suministrar gas de origen no ruso a Europa central y oriental a través de rutas alternativas. Se ha reforzado con importantes nuevas capacidades de importación de gas natural licuado desde 2022", ha afirmado la portavoz de la Comisión Europea Anna-Kaisa Itkonen.
A pesar de la detención de los flujos, no se prevén impactos sustanciales en el mercado energético europeo por la desconexión con Rusia. El mercado del gas mantiene unas cotizaciones estables en el entorno de los 48,50 euros por megavatio hora.
No obstante, pese al reemplazo del suministro ruso a través de Ucrania, Europa ha sentido el impacto en forma de mayores costes energéticos que han afectado a la competitividad de la industria comunitaria, en especial, la alemana frente a Estados Unidos y China.
Gazprom también ha sufrido el corte de las compras de gas por parte de los países europeos. En el último año, la estatal rusa ha registrado unas pérdidas superiores a los 7.000 millones de dólares (6.727 millones de euros), la primera vez que firma números rojos desde 1999 y esto a pesar de los esfuerzos de la compañía por tratar de compensar esta caída de las exportaciones hacia occidente de la mano de China.
La UE, "preparada"
La red gasística ucraniana está conectada con cuatro países de la UE (Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia), desde donde circula a otros, pero los volúmenes desde Rusia se han reducido "drásticamente" en los dos últimos años.
El bloque recibió un total de 14,65 bcm (miles de millones de metros cúbicos) de gas en 2023, frente a los 40 bcm de antes de la guerra. El 1 de diciembre de este año habían llegado 13,7 bcm, según un documento de la Comisión Europea de diciembre de 2024, al que ha tenido acceso EFE.
Así, la UE considera que está "bien preparada" para afrontar la interrupción del tránsito del gas ruso gracias al despliegue "récord" de energías renovables en los últimos años, la reducción de la demanda de gas de un 18 % y el almacenamiento de este combustible para los meses de invierno (con las reservas de los depósitos europeos al 95 %).
La Comisión Europea considera también que "los 14 bcm que transitan actualmente al año a través de Ucrania pueden ser totalmente reemplazados por GNL (gas natural licuado) e importaciones por gasoducto no rusas por rutas alternativas".
El documento de la Comisión cita en concreto "cuatro importantes rutas" para diversificar la llegada de gas a Europa y la primera de ellas es a través de Alemania, gracias a la "reciente y significativa expansión" de terminales de GNL y de sus importaciones de gas por tubería desde Noruega, Países Bajos y Bélgica.
Austria y Eslovaquia
Dentro de los miembros de la Unión Europea, Chequia, Hungría, Italia, Eslovenia, Austria y Eslovaquia seguían obteniendo gas ruso que transita por Ucrania. Sin embargo, el impacto de la decisión tiene un alcance diferente en cada territorio. Eslovaquia, cuyo primer ministro, Robert Fico, estuvo con Putin en Moscú reaccionó airadamente y amenazó a Ucrania con represalias. Fico, junto al húngaro Víktor Orbán, son los principales puntales de Putin en la UE. La situación en Moldavia, país no miembro de la Unión, es más complicada.
El Gobierno de Austria consideró que el suministro de gas en el país está garantizado. "Hemos hecho nuestro trabajo y estamos bien preparados para este escenario", aseguró este miércoles la ministra de Energía, Leonore Gewessler.
El operador del sistema de gestión de gas en Austria (AGGM), informó este miércoles que ya había previsto la interrupción. Austria, según AGGM, adquirió ya cerca de 20 teravatios hora (TWh) de gas como reserva estratégica durante la crisis energética de 2022, después de la invasión rusa de Ucrania.
En la actualidad los depósitos de gas en Austria están al 79 % de su capacidad, lo que equivale a aproximadamente 80 TWh. Además, el país centroeuropeo tiene la capacidad de importar hasta 185 TWh adicionales de forma anual desde Alemania e Italia.
A mediados de noviembre Gazprom ya dejó de suministrar gas a Austria debido a una disputa sobre el cumplimiento de contratos con la empresa de hidrocarburos austríaca OMV, la mayor de Europa central y participada por el Estado austríaco.
Mientras, en Eslovaquia se estudia la situación y no se descartan represalias. "Después del primer día de enero consideraremos la situación y las posibilidades de medidas recíprocas contra Ucrania", dijo hace unos días Fico.
"Si esto se vuelve inevitable, interrumpiremos el suministro de electricidad, que Ucrania necesita urgentemente en caso de cortes de red, o acordaremos otro tipo de acción", advirtió el primer ministro eslovaco.
"Tenemos que soportar la histeria de algunos políticos europeos que prefieren los planes mafiosos con Moscú a una política energética transparente", replicó Zelenski a Fico.
Este martes, la ministra de Economía, Denisa Sáková, declaró que Eslovaquia está preparada: "Quiero asegurar a todas las personas y empresas en Eslovaquia que estamos preparados para este escenario y que actualmente no hay riesgo de escasez de gas en Eslovaquia".
"Eslovaquia también tiene construida una conexión de gasoducto con cada uno de los países vecinos. Por lo tanto, es posible transportar gas natural desde cualquier dirección", constató la política, que sí habló de un encarecimiento de la cuenta de gas para los consumidores en 2025, aunque no precisó esa cuantía.
Además del mayor precio del combustible, el transporte del gas por los gasoductos occidentales será más caro, algo que Sáková cuantificó en 177 millones de euros anuales, y además Eslovaquia dejará de ingresar unos 400 millones de euros en tasas de tránsito por el gas ruso que dejará de fluir por su territorio.
Impacto en Moldavia
Moldavia es uno de los países más afectados por esta situación y tendrá que adoptar medidas para reducir en un tercio su consumo de gas. La presidenta moldava, Maia Sandu, acusó con anterioridad a Gazprom de provocar una crisis energética y denunció que se niega a suministrar gas a través de una ruta alternativa. Rusia suministra a Moldavia unos 2.000 millones de metros cúbicos de gas al año a través de Ucrania.
La región separatista moldava de Transnistria ha cortado ya el suministro e instó a los ciudadanos a tomar una serie de medidas, como sellar ventanas y puertas para paliar el frío.
La mayor central eléctrica de la región ha empezado a operar con carbón en vez de con gas para generar electricidad. Las autoridades de Transnistria declararon el estado de emergencia el mes pasado para gestionar la previsible crisis.
Transnistria, cuya población es mayoritariamente rusa y ucraniana, ha cobrado protagonismo en los últimos meses tras el estallido de la guerra en Ucrania por sus vínculos con Rusia y su importante posición geoestratégica. La zona ha sido utilizada en mayor medida por Moscú para ejercer presión sobre el Gobierno de Moldavia.
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