Tarragona se recupera de las inundaciones tras un aguacero histórico

Tarragona y los municipios de su entorno recuperan lentamente este sábado la normalidad con la apertura de carreteras cortadas, restablecimiento del servicio ferroviario, limpieza de zonas anegadas y regreso de vecinos a sus casas tras una tarde y una noche del viernes con lluvia torrencial, que en algunos puntos dejó registros históricos, pero que no ha ocasionado heridos.

Protección Civil ha levantado este sábado el nivel de alerta por lluvias del plan de emergencias por inundaciones (INUNCAT) una vez ha pasado la fase más extrema del episodio de precipitaciones anunciado para este fin de semana, mientras los municipios afectados trabajan en la evaluación de los daños.

Los municipios del Tarragonès recogieron desde la tarde del viernes y hasta las siete de la mañana del sábado más de cien litros por metro cuadrado, en un episodio de precipitaciones que, en algún momento, duplicó el límite a partir del cual se considera lluvia torrencial y que, en el caso de Tamarit (Tarragona), alcanzó los 160 litros.

El Servicio Meteorológico de Catalunya ha informado de que en la zona del Compleix Esportiu de Tarragona se acumularon 130,5 litros, la máxima de los últimos 13 años; mientras que en el municipio de Constatí se recogieron 126,6, récord en 16 años de registros.

La tormenta provocó además más de 2.900 rayos, la mayoría mar adentro, aunque 550 impactaron en la comarca del Tarragonès; mientras que Vila-seca, uno de los municipios que más daños ha padecido en este episodio, ha acumulado 121,4 litros; Reus, 88,4; y Torredembarra, 86.

Desde el viernes y hasta primera hora de la mañana de este sábado, el teléfono de emergencias del 112 ha recibido 973 llamadas para informar de 586 incidencias, la gran mayoría desde la ciudad de Tarragona.

Las carreteras cortadas por las fuertes precipitaciones caídas ayer en la provincia de Tarragona se han reabierto progresivamente a lo largo de esta madrugada y la circulación de trenes que quedó interrumpida se ha retomado esta mañana. Se trata de la autopista A-7, la carretera nacional N-340 y la C-31b, que quedaron inundadas en la tarde del viernes sobre todo en la zona de Vila-seca y Altafulla.

También se ha restablecido la circulación de los trenes de Cercanías de las líneas R14, R15 y R16, que estuvo cortada ayer al caer un árbol en la catenaria en el tramo de vías comprendido entre Vila-seca y Tarragona.

Las lluvias han dejado también unos 1.200 abonados sin suministro eléctrico en varios municipios, servicio que se espera normalizar a lo largo de este sábado.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y la Agencia Catalana del Agua (ACA), por su parte, han señalado que la lluvia provocó una súbita crecida de ríos y rieras, pero que la situación se ha normalizado a lo largo del día, a pesar de que ha pedido extremar las precauciones en el tramo bajo del Llobregat por el aumento del caudal en la cabecera del mismo.

En Tarragona, ciudad que ha visitado este sábado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, las principales inundaciones afectaron a la zona del Serrallo y el barrio del Port, en el acceso a la playa de la Arrabassada; en la carretera N-340 en la zona de Icomar y Torreforta; y en la parte baja de la avenida del Països Catalans. También hubo desprendimientos en muros de la Via Augusta, el Camí del Llorito y en Ferran.

El hundimiento de una calzada y de un muro ha afectado al colegio El Miracle y a un edificio anexo, cuyos vecinos han regresado este sábado a sus casas. También se ha recuperado la normalidad en el hospital de Santa Tecla, donde se inundaron los vestuarios ubicados en los bajos. En otros municipios de la costa se registraron inundaciones en bajos y aparcamientos, así como daños en varios tramos de los paseos marítimos.

Aragonès, quien se ha reunido con el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, ha expresado su apoyo a los vecinos afectados y ha pedido a los ciudadanos prudencia ante el anuncio de nuevas lluvias a última hora de hoy, aunque no de la misma magnitud.

La ciudad de Tarragona, entre tanto, celebra su fiesta local de Santa Tecla con la suspensión por anuncio de lluvia de algunas actuaciones y el aplazamiento a mañana de su tradicional Correfoc.