La Policía define como "una jauría humana" a los agresores que golpearon a Samuel hasta la muerte

"Una jauría humana pateando a un chaval a lo largo de más de 150 metros en plena calle" Así describen fuentes policiales al diario El País la mortal paliza que recibió Samuel la madrugada del pasado sábado en A Coruña a la salida del local El Andén. Una muerte absurda que sigue bajo investigación y por la que, de momento, han sido detenidos tres jóvenes, dos hombres y una mujer, aunque fueron "entre seis y diez personas" las que patearon y golpearon a Samuel hasta la muerte.

Samuel fue capaz de recorrer 150 metros y de levantarse tres veces del suelo antes de desplomarse frente al número 2 de la Avenida de Buenos Aires en A Coruña, perseguido y golpeado por "una turba de personas". Allí le siguieron golpeando. "Se ensañaron", señala el relato policial a El País.

Las investigaciones para identificar a todos los implicados en la brutal paliza se basan en las grabaciones de las cámaras de seguridad que hay a lo largo de esos 150 metros que recorrió Samuel. Sin embargo, la mala calidad de las imágenes dificulta la identificación de todos los implicados, han añadido las mismas fuentes.

La Policía asegura que todo se desencadenó cuando Samuel y una amiga estaban realizando una videollamada con el teléfono móvil con otra joven. Uno de los detenidos, y considerado primer agresor, en estado de embriaguez, increpó e insultó a Samuel y acto seguido le propinó un puñetazo. "Entonces salieron del local los amigos del agresor y buscaron a Samuel, que ya se encontraba algo conmocionado. El chico trata de escapar en varias ocasiones, cae y se levanta hasta tres veces, llega a cruzar la calle, pero le vuelven a alcanzar y le siguen golpeando", narran fuentes de la investigación.

Los investigadores también señalan que hubo otros jóvenes que no participaron directamente en la agresión pero que sí jalearon y animaron a los otros a hacerlo.

La Policía sostiene que los primeros indicios recabados por los investigadores apuntan a que el móvil de la agresión que le provocó la muerte no fue homófobo. "El agresor creyó que estaba siendo grabado y le increpó", dicen los investigadores. La investigación, en cualquier caso, sigue abierta y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha afirmado que "todas las hipótesis siguen abiertas".