Puertas que se abren. Pancartas que vuelven a desplegarse. Tras dos largos meses de confinamiento, el movimiento gestado en Euskadi para reivindicar unas pensiones dignas recuperará las movilizaciones en los espacios públicos. En tiempos de desescalada, integrantes de esta marea saldrán a la calle bajo estrictas medidas de seguridad para denunciar la gestión de la crisis en las residencias vascas, donde ya han muerto cientos de personas.

Ya está casi todo preparado. Según han avanzado fuentes del Movimiento de Pensionistas a Público, el lunes a la mañana habrá una serie de protestas simbólicas ante las sedes de las diputaciones de la Comunidad Autónoma Vasca y de la Comunidad Foral Navarra. Además, se realizarán concentraciones en unos veinte municipios de Bizkaia.

Los actos tendrán lugar frente a ayuntamientos y, en algunos casos, ante residencias que han vivido situaciones críticas. En el caso de Bilbao, las protestas llegarán también a cuatro barrios de la capital vizcaína.

Sus organizadores, que prevén dar detalles mediante un comunicado que se difundirá el viernes, señalaron que en todos los casos habrá medidas de seguridad. En tal sentido, las distintas concentraciones tendrán un número máximo de diez participantes.

Hace algunos días, el movimiento de pensionistas se dirigió por escrito a los Gobiernos de Euskadi y Navarra para plantear sus interrogantes y preocupaciones en torno a la situación actual. También escribieron a las diputaciones, responsables de la gestión de las residencias.

Según ha podido confirmar Público, este jueves mantendrán una reunión telemática con Beatriz Artolazabal, consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco. La siguiente parada será el lunes frente a diputaciones, ayuntamientos y residencias.