Tras arrasar amplias zonas de Europa central y dejar un saldo de 23 muertos, la borrasca Boris ha azotado este jueves el noreste de Italia, provocando el desbordamiento de ríos y graves inundaciones que obligaron a evacuar a miles de personas, mientras se reportan dos desaparecidos.

En otras áreas, con la retirada del agua, se han revelado los enormes daños en viviendas, infraestructuras y vehículos, dejando al descubierto la magnitud de la destrucción.

La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, ha anunciado este jueves un paquete de ayudas de 10.000 millones de euros destinado a los afectados. "Estoy aquí para asegurarles que Europa está a su lado", ha afirmado durante una rueda de prensa en Breslavia (Polonia).

Italia

La región italiana de Emilia Romaña, la más afectada por las intensas lluvias, permanece en alerta roja tras una noche de tormentas. En Rávena, más de 800 personas han sido evacuadas, mientras que en Bolonia se han evacuado otras 165.

En la región de las Marcas, el desbordamiento del río Aspio ha inundado varias zonas de Ancona y deslizamientos de tierra han dejado aisladas algunas aldeas al bloquear las carreteras.

En Bagnavallo, gravemente afectada por el desbordamiento del río Lamone, dos personas están desaparecidas tras el colapso del techo en el que buscaban refugio.

República Checa

El Gobierno checo informó que cinco personas han muerto y ocho están desaparecidas debido a las graves inundaciones, con la reconstrucción de algunas localidades prevista para durar varios años. Unas 12.000 personas siguen evacuadas y 37.000 hogares permanecen sin electricidad.

Las alertas máximas por inundaciones continúan en varias zonas, especialmente en las riberas de los ríos Nezarka, Blanice y Dyje. El río Elba ha alcanzado su nivel más alto en Usti, cerca de la frontera con Sajonia, con una altura de 6,8 metros, mientras que los muros de protección siguen resistiendo las masas de agua.

Eslovaquia

Mientras remiten las inundaciones en el oeste de Eslovaquia, el nivel del Danubio sigue subiendo más al sureste, donde se espera llegue a un nivel máximo mañana, viernes, en Komarno, junto a la frontera húngara.

En el centro de Bratislava, el agua del Danubio alcanzó los 9,8 metros, más del triple de su nivel normal, para descender hasta los 9,3 metro e la mañana de este jueves.

Hungría

Budapest se prepara para la llegada de la crecida del Danubio, que podría alcanzar niveles cercanos al récord de 2013, lo que ha llevado al Ayuntamiento a calificarla como la "riada de la década". Se espera que el nivel del agua alcance los 8,5 metros en la capital la noche del sábado, mientras el río baja crecido desde Austria y Eslovaquia.

En las zonas noroccidentales cercanas a Austria, se han instalado presas y diques provisionales a lo largo de más de 550 kilómetros del Danubio y otros ríos. Algunas localidades, como Kisoroszi, ya han quedado aisladas por el agua, y solo son accesibles por helicóptero.

Polonia

En Polonia, las inundaciones en el suroeste ya han causado siete muertos y se teme que nuevos desbordamientos de ríos agraven la situación. Durante la noche, el nivel del río Óder en Breslavia se elevó a 6,38 metros, más del doble de su nivel habitual.

A pesar de la esperanza de que los diques de contención resistan, la situación sigue siendo crítica, ya que se espera que el riesgo de inundaciones persista hasta el lunes. El alcalde de Breslavia, Jacek Sutryk, ha informado sobre el aumento del nivel del agua.

El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha advertido en una reunión de crisis sobre la gravedad de la situación, señalando que es demasiado pronto para declarar el fin del peligro cerca de Breslavia.

Austria

En la región de Baja Austria –en el este del país–, la más afectada por las riadas en la república alpina, 275 edificios seguían este jueves evacuados y una decena de localidades permanecían aisladas por las masas de agua. No obstante, las autoridades han levantado la declaración de zona catastrófica en gran parte de la región.

Las restricciones seguían vigentes sobre todo para el transporte ferroviario, y también estaban obstruidas varios tramos de carreteras y autopistas, mientras que unos 40 municipios siguen amenazados por deslizamientos de tierra y barro.