La Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana ha revocado la expulsión de Carmen Leigue, la mujer boliviana de 65 años que llevaba en España 17 años y cuya deportación fue paralizada el pasado jueves. La razón por la que la iban a expulsar del país era porque "no tenía el suficiente arraigo" a pesar de haber estado trabajando durante su estancia en València y tener dos hijos y tres nietos españoles.  

Carmen ha trabajado durante las casi dos décadas en España como empleada interna del hogar y cuidando a niños y ancianos, pero la mayoría de las veces carecía de contrato. Al no haber alcanzado la cotización mínima y no tener contrato laboral, la mujer no podía renovar el permiso de residencia.

Según fuentes de la Delegación del Gobierno, la expulsión ha quedado revocada porque, a tenor del recurso presentado por sus abogados, queda reconocido el arraigo de la mujer, informa Levante. Además, han señalado que se analizará todo el procedimiento para saber por qué no se presentó en su momento toda la documentación.

El pasado jueves Carmen salió de los calabozos tras haber estado dos días retenida en la comisaría de la Policía Nacional de Paterna. Ese mismo jueves iba a ser deportada, sin embargo, gracias a la presión popular a través de las redes sociales se consiguió un logro temporal. Ahora el triunfo es real y permanente. 

Dos policías de paisano detuvieron a Carmen a principios de este año 2019 en el barrio de Patraix. Cuando comprobaron que carecía de permiso de residencia, se iniciaron los trámites de expulsión del país. 

La campaña por el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs NO) inició una protesta popular que logró la paralización del proceso por parte de la Delegación del Gobierno. A las 17.00 horas del jueves, Carmen salía de los calabozos para poder ir a su casa. Ahora sí, #CarmenSeQueda.