El escultor gallego que pintó una paloma en la tumba del dictador Francisco Franco en el Valle de los Caídos en octubre de 2018 será juzgado en la Audiencia Provincial de Madrid, enfrentándose a una petición fiscal de un año de cárcel. El artista Enrique Tenreiro ha sido imputado por un delito contra la libertad de conciencia y se le reclama una indemnización de 833,41 euros "por los daños y perjuicios causados". Será juzgado a partir del 10 de diciembre por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Madrid.

El coruñés además de dibujar una paloma con pintura roja escribió sobre el féretro la palabra "libertad". Tras ser detenido, declaró que buscaba hacer una performance y que su acto respondía a "una acción de protesta".

La acusación relata que Tenreiro ocultó en su ropa un bote de pintura y un pincel y accedió a la Basílica del Valle de los Caídos. En el interior se dirigió a la parte posterior del Altar Mayor donde se encuentra la tumba de Franco, "con evidente desprecio hacia los sentimientos religiosos de los presentes y amparándose en su concepción socio-política de la sociedad", recoge Europa Press.

La acción se realizó mientras los niños de la Escolanía estaban accediendo al Coro y "los sacerdotes celebrantes de la Eucaristía se dirigían al Altar Mayor". Según la acusación el artista perturbó el desarrollo de la ceremonia, ya que esta tuvo que retrasarse. 

La performance fue grabada por P. P. G. R., que acompañaba al artista, esté asegura que desconocía las intenciones de Tenreiro.

El importe de la factura de limpieza y las pérdidas económicas por las devoluciones que tuvieron que hacerse ascienden a 510 euros, correspondiéndose 323,41 a la limpieza.

Escultor y artista de 'performances'

Enrique Tenreiro, de 52 años, se formó en técnicas de escultura y estuvo enrolado en la escuela Pablo Picasso de escultura de A Coruña. El grueso del material de su web son diferentes performances que ha ido haciendo los últimos años. El artista asegura que aunque haga locuras no significa que este loco, que su finalidad es provocar y homenajear a Duchamp, un artista y ajedrecista francés.

En una de sus acciones, Tenreiro paseó sin camiseta y con una cruz a sus espaldas por la Plaza de María Pita, denunciando la "la cruz" que supone la Ciudad de la Cultura "para la cultura en Galicia". Otra de sus performances fue en el centro de Nueva York, donde se tumbó en una toalla sobre el asfalto.

El artista ha criticado el papel de la monarquía en varias ocasiones, refiriéndose a los Borbones como bombones. En su página web se puede visualizar las performances Demasiados bombones para este régimen y La Corona de los Bombones por los suelos.