Almeida da la espalda a los vecinos de Arganzuela y recurre la sentencia que suprimía las cocinas fantasma

En el pasado mes de noviembre, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 6 de Madrid concedió la anulación de la licencia urbanística concedida por el Consistorio a una cocina fantasma situada en los bajos de un edificio de Arganzuela. El motivo de la supresión fue no haber tramitado la evaluación ambiental de una actividad que puede causar perjuicios al vecindario.

El barrio madrileño denuncia "las incomodidades diarias y el olor a fritanga continuo" como consecuencia de su actividad. Tras lograr la sentencia favorable para desterrar las cocinas fantasma, el Ayuntamiento de José Luis Martínez Almeida ha dado la espalda a los vecinos y ha recurrido el fallo que anula la licencia de las cocinas fantasma de Paseo Imperial número 8. 

"Almeida tiene que decidir si prefiere proteger a los fondos de inversión que están detrás de estas cocinas, o a los vecinos y vecinas que llevan mucho tiempo sufriendo las molestias, olores, ruido y residuos de estas actividades", ha subrayado la portavoz socialista Reyes Maroto.

José Luis Nieto Bueno, concejal del Ayuntamiento de Madrid por Más Madrid y miembro de Verdes Equo Madrid, ha transmitido a través de su cuenta de X, antes Twitter, su descontento con la situación e insiste: "¿Cuántas sentencias más son necesarias para que se enfrenten a la realidad y hagan algo en beneficio de los vecinos enfrentados?"

Los límites de Almeida tienen "escasa regulación"

El proyecto de Martínez Almeida, aprobado en la primera mitad de julio de 2023, impuso algunos límites a las cocinas fantasma: no superar el máximo de ocho cocinas por local o establecer una distancia mínima entre locales para evitar que determinadas calles o avenidas concentren humos, olores y motos de reparto. Sin embargo, las organizaciones vecinales aseguraron que estas medidas no son suficientes. 

Las reclamaciones sociales obligaron al Ayuntamiento a paralizar el despliegue masivo de cocinas fantasma hasta el 5 de agosto de 2023. Los vecinos advirtieron de que la "escasa regulación" planteada podría tardar en entrar en vigor, de modo que las cocinas aprovechasen ese periodo para incrementar su presencia en la capital.