Al menos 64 personas migrantes murieron el pasado sábado después de que la embarcación en la que intentaban cruzar desde Libia hasta Italia naufragara, según ha informado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que ha recabado los testimonio de los 86 supervivientes que fueron rescatados.

El portavoz en Italia de OIM, Flavio di Giacomo, informó en Twitter que según las declaraciones de los rescatados que llegaron al puerto de Catania, en la isla italiana de Sicilia, el balance del naufragio del sábado fue de 64 muertos, de los que sólo se pudieron recuperar 8 cuerpos.

Di Giacomo cita la historia de una niña de pocos meses que pudo ser rescatada pero que ha perdido a sus padres, según los testigos.

El naufragio se produjo a pocas millas de las costas de Libia cuando cedió el fondo de la lancha neumática, en las que suelen viajar entre 130 y 150 personas, y muchos cayeron al agua.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó el viernes de que el año pasado llegaron a Europa desde el norte de África 171.635 personas a través de las peligrosas rutas del Mediterráneo, lo que supone un 53% menos que un año antes, según sus datos preliminares.

Casi 300 personas interceptadas en aguas libias

Sin embargo, pese al descenso y los acuerdos entre la UE y sus paises miembros con las autoridades libias, el flujo migratorio no se ha interrumpido. Este lunes, los guardacostas libios rescataron en las últimas horas a 272 personas que viajaban a bordo de dos botes con la intención de alcanzar las costas de Europa, según ha explicado la autoridad de inmigración del oeste del país.

Según el coronel Ayoub Kasem, portavoz de la guardia costera, la tarde del domingo fueron halladas ambas embarcaciones a 30 y 12 millas, respectivamente, de las costas de la localidad de Garrabulli, en el extrarradio de la capital libia, y en ellas viajaban 53 mujeres y 56 niños.

En una de ellas, se descubrieron, además, los cadáveres de otras dos personas que al parecer habrían perecido a causa del humo del motor y el aplastamiento.

"Todos los supervivientes fueron trasladados a un puerto cercano donde recibieron los primeros auxilios. Después se les llevó al centro de acogida de inmigrantes y se inicio el proceso de repatriación al contactar con sus embajadas", explicó Ayub en un comunicado.

Las playas que se extienden entre Trípoli y la frontera con Túnez se han convertido en los últimos dos años en el bastión principal de las mafias que trafican con seres humanos, pese a la presencia de las patrulleras europeas.