Vox puede sentirse satisfecha este martes, ya que hoy por fin no es la primera acusación en el juicio a la cúpula del procés catalán en referirse a los hechos que debe enjuiciar el Tribunal Supremo como un golpe de Estado -antes lo hizo la Fiscalía-, si bien el partido ultraderechista lo ha hecho con su estilo propio. 

El letrado Pedro Fernández, también diputado en el Congreso, ha aprovechado su última intervención como acusación popular ante la Sala de lo Penal del Supremo para tildar de "golpistas" a los procesados en repetidas ocasiones, sin olvidar sus alabanzas a la "heroica" Guardia Civil y a la "heroica" Policía Nacional por la investigación que ha permitido sentar a los 12 procesados en el banquillo. En definitiva, por su trabajo para "preservar la unidad de España". 

A su lado, su compañero de partido, diputado y cabeza de lista de la formación de  extrema derecha en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, aguardaba a que Fernández le diera la palabra -"A mi estimado compañero"-, luciendo su habitual pulsera de España en la muñeca. 

Teóricamente, se repartieron los turnos para hablar de los distintos delitos (Fernández de la rebelión, Ortega Smith de la organización criminal), si bien el primero apenas ha leído -con algunos cambios- partes de su escrito de acusación, y el segundo ha pronunciado un discurso de autobombo que el tribunal no ha interrumpido en ningún momento.

Así, la frase lapidaria de Fernández, "Pretendieron culminar el más sofisticado y novedoso proceso golpista contra un Estado de derecho que nunca antes se había producido en una sociedad moderna", era, en realidad, una reedición de lo que ya decía este escrito. Si hoy aseguraba que la voluntad de los procesados era "enmascarar como proceso democrático lo que en realidad era un golpe de Estado", el documento de noviembre de 2018 aludía a un "mecanismo sofisticado y novedoso -en comparación con otros golpes de Estado ocurridos en la historia moderna occidental- para desarrollar y ejecutar un proceso golpista, haciéndolo pasar como si de un proceso democrático se tratara". 

Ortega Smith saca pecho por la actuación de Vox

En otro orden de cosas, Ortega Smith ha basado su intervención en reivindicar el papel de su partido -"Este proceso no llega aquí por casualidad. Fue iniciado en febrero de 2017 por esta acusación popular con querellas"-; el trabajo de los jueces Juan Antonio Ramírez Sunyer, extitular del Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona, ya fallecido, o el exfiscal General del Estado José Manuel Maza, también fallecido -"Porque cumplieron con su deber", y el de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, por idénticos motivos. 

Poco después, el secretario general de Vox sacaba pecho por haber logrado desarticular "la organización criminal", expresaba la confianza de su partido y de "la inmensa mayoría de los españoles" en que "habrá justicia", y condicionaba esto a que la sala dicte una sentencia "acorde con los mayores delitos que pueden cometerse en un ordenamiento constitucional".

A su entender, las penas deberían cumplir "la finalidad del castigo" y la "disuasoria", para que nadie más "se atreva a atentar contra el ordenamiento constitucional". 
"Con esa sentencia, quien habrá triunfado será la justicia, el Estado de Derecho, el ordenamiento constitucional, la democracia, la soberanía nacional y la nación española", zanjaba.