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Sánchez eleva la presión sobre Feijóo para que el PP vuelva a la negociación sobre la reforma de la ley de extranjería

El presidente del Gobierno aprovecha su comparecencia en el Congreso sobre el fenómeno migratorio para marcar posición y proponer cambios en la ley más allá del reparto migratorio. Este jueves, Sánchez se reunirá con Clavijo.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, durante la comparecencia de este miércoles en el Congreso. Jesús Hellín / Europa Press

Pedro Sánchez ha marcado posición en materia migratoria, este miércoles, en el Congreso. El presidente del Gobierno ha situado la acogida de migrantes como uno de los elementos para enfrentar el reto demográfico y, además, ha anunciado la modificación de algunos aspectos en materia laboral de la ley de extranjería. Todo ello en un escenario muy concreto: una comparecencia sobre el fenómeno migratorio promovida por el Partido Popular (PP), a unas horas de su propia reunión con el líder del gobierno canario y después de que Alberto Núñez Feijóo se levantara de esa misma mesa de negociación.

Desde las filas del PSOE afean que el PP haya usado gran parte de su tiempo en la tribuna parlamentaria para hablar de las conmutación de penas en el extranjero en una sesión parlamentaria auspiciada precisamente por ellos mismos sobre migraciones. Existe una cierta sensación entre los socialistas de golpe de efecto.

Feijóo y Clavijo situaron la presión en el tejado de la Moncloa con el pacto que alcanzaron el 10 de septiembre, que llevó por título Plan de Acción contra el Descontrol Migratorio. Después de que la reforma de la ley de extranjería fracasara en el Congreso, el popular y el canario se sentaron y firmaron un documento que contiene todas y cada una de las medidas que reclamaba el PP al Ejecutivo en materia migratoria.

Pero los dos se emplazaron a volver a reunirse a tres bandas para acercar posturas con el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres. De no haberse roto las conversaciones, esa reunión habría tenido lugar este jueves, pero el PP se levantó de la mesa acusando al Gobierno de haber rechazado la ayuda de la Unión Europea (UE) para la redistribución de menores, algo que desde Moncloa niegan con rotundidad.

Este mismo miércoles, durante el debate en el Congreso, el presidente ha avanzado que pedirá a la Unión Europea que adelante la entrada en vigor del pacto migratorio europeo al verano de 2025 (estaba previsto que entrase en vigor en el verano de 2026).

El caso es que la reunión con Clavijo se producirá, pero sin el PP. Y eso, junto con los anuncios que ha lanzado Sánchez este miércoles en la Cámara Baja, permiten al Ejecutivo volver tomar el pulso al debate migratorio e, incluso, devolver la jugada al PP con Clavijo, siempre y cuando la reunión de este jueves termine bien. En el PSOE consideran que hay buena sintonía con Canarias. Especialmente, tras las declaraciones de su presidente en Marruecos, que ensalzó la acción del Gobierno español para generar un "clima de confianza" con Rabat.

Pese a la salida del PP de la mesa de negociación, el Gobierno, a través de Política Territorial, Juventud e Infancia, y Hacienda continúa las negociaciones con el ejecutivo canario con la intención no sólo de alcanzar un acuerdo concreto sobre la situación migratoria en las islas, sino para establecer un sistema estable de distribución de niños no acompañados entre las comunidades autónomas.

Ambas partes se pasaron propuestas el pasado lunes durante un encuentro, el primero sin el PP. El Gobierno defiende el establecimiento de un sistema de reparto que recoge algunas de las fórmulas que los de Feijóo pusieron encima de la mesa, como el establecimiento de una fórmula que atienda a un reparto calculado en función de la población (los territorios acogen niños no acompañados en función de su población).

El Ejecutivo también está dispuesto a que el Estado financie la creación de plazas cuando los territorios sobrepasen el límite en sus plazas de acogida (el Ministerio de Juventud lo cifra en 23.500 plazas, que sería la suma de plazas estructurales y de plazas de emergencia).

Sándwich Sánchez-Feijóo-Abascal

Si con alguien ha confrontado Sánchez sobre inmigración durante la sesión de control de este miércoles ha sido con Santiago Abascal. Feijóo se ha centrado en la convalidación de penas a los presos en el extranjero y, en particular, a los presos etarras. Pero lejos de decantar el debate hacia ese terreno, el popular se ha visto minimizado entre las alocuciones sobre la cuestión migratoria de sus rivales a izquierda y derecha.

Sánchez le ha presionado con propuestas a nivel laboral para modificar la ley de extranjería. Es cierto que la gran reforma pendiente ―la del reparto de personas migrantes― depende obligatoriamente o de PP o de Junts per Catalunya, pero el Gobierno se lo pone difícil a Feijóo combinando el debate sobre el reparto con otro en materia laboral. Por ejemplo, ha anunciado su intención de modificar la ley "creando nuevas figuras en torno al empleo y las redes familiares". Además, son unos cambios que verían con buenos ojos sindicatos y patronales, lo que pone a Feijóo en una situación comprometida.

Por su parte, Abascal ha enarbolado su discurso más duro contra la inmigración. Ha acusado a Sánchez de "colaborar con las mafias" y ha vinculado inmigración con delincuencia, como hace habitualmente.

A Feijóo le ha costado encontrar su lugar entre esas dos posturas. De todas formas, al PSOE le interesa que Feijóo vuelva a negociar para desencallar la reforma de la ley de extranjería que Sánchez tratará de encaminar este jueves con Clavijo. Es innegable que el único que, por el momento, tiene un acuerdo firmado con Canarias es Feijóo.

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