Este artículo se publicó hace 8 años.

"Me dijeron que nos íbamos allá para ejecutarme. Lo deseé profundamente. Deseé que todo acabara"

Ángel González García permaneció fue brutalmente torturado y permaneció dos años encarcelado sin ningún juicio

Alejandro Torrús

-Actualizado a

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La tortura física nunca viene sola. A los golpes hay que sumar la presión psicológica sobre el preso, las amenazas, las mentiras, el juego sucio del represor.

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"Cuando mi padre ingresó en las filas en 1945 alguien le comentó: 'Si hubieras estado aquí hace tres años, muy probablemente hubieras forma parte del pelotón que fusiló a tu tío'", narra Isabel

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