El Gobierno sitúa enero como mes clave para desatascar negociaciones con Junts y ERC
El Ejecutivo de Sánchez pretende acelerar a partir del próximo mes algunos asuntos pendientes que permitan luego abordar la negociación presupuestaria.
La cesión de competencias migratorias, la quita de la deuda autonómica y la aprobación del techo de gasto están sobre la mesa.
Madrid--Actualizado a
Los Congresos de Junts y ERC ya han finalizado. El PSOE se reunió hace unos días en Suiza con el partido de Carles Puigdemont. La última sesión parlamentaria en la Cámara Baja ha dejado una victoria, impuesto a las energéticas aparte, para el Gobierno de Pedro Sánchez. Y el año 2024 está a punto de concluir sin Presupuestos Generales del Estado (PGE) y con la sensación permanente de que el Ejecutivo camina sobre un fino alambre que puede romperse en cualquier momento.
Las cuentas públicas dependen en gran medida, y así lo han ido advirtiendo los aliados parlamentarios, de otros asuntos que deben avanzar. En lo que respecta concretamente a Junts o ERC, como ha publicado este medio, se ponen sobre la mesa asuntos como la cesión de las competencias en migración, la condonación de parte de la deuda autonómica o la defensa clara de la amnistía.
En el Gobierno de Sánchez sitúan ahora el mes de enero como clave para desatascar las negociaciones, especialmente con Junts, partido que se ha mostrado mucho más duro con los socialistas. Las fuentes consultadas recuerdan que será este mes cuando se convocará el Consejo de Política Fiscal y Financiera que tratará la quita de la deuda autonómica. Este anuncio se realizó el pasado viernes durante la Conferencia de Presidentes celebrada en Santander.
Este asunto se puso encima de la mesa tras el acuerdo para la investidura de Sánchez firmado entre el PSOE y ERC. El pacto incluía la condonación de una parte de la deuda, sobre 15.000 millones de euros, que Catalunya tenía contraída con el Estado mediante el Fondo de Liquidez Autonómica. Los socialistas aclararon posteriormente que se extendería a otras comunidades del régimen común que habían recurrido a este fondo.
Las mismas fuentes señalan que ese encuentro será productivo y servirá para hacer ver, nuevamente, que el Gobierno cumple con los compromisos adquiridos. "Las negociaciones van bien", insisten en Moncloa pese a las advertencias públicas de Puigdemont y otros dirigentes del partido independentista.
En el PSOE han decidido de forma consciente no entrar al choque públicamente con Junts. Creen que eso solo aportaría más ruido a un proceso de negociaciones que, obviamente, reconocen como complejo. Fuentes socialistas sí destacan que hay cierta descoordinación entre dirigentes como Jordi Turull y Puigdemont en la estrategia de negociación. "Intentan trasladar que ellos no forman parte de un bloque y cada cierto tiempo exageran en sus declaraciones", reflexionan fuentes del Gobierno.
Las negociaciones sobre las competencias de migración y su cesión a Catalunya van también por "buen camino", según indican los socialistas. Es otro de los puntos que en Junts consideran imprescindible para sentarse a hablar de cuentas públicas. Enero, nuevamente, se sitúa como periodo clave.
Lo mismo sucede con el techo de gasto. Fue tumbado el pasado mes de julio por Junts. El Ministerio de Hacienda volvió a llevarlo al Congreso en el mes de septiembre. Pero un par de días antes decidió aplazar la votación para dar más tiempo al diálogo y a conseguir un acuerdo con el partido de Puigdemont. Luego llegaron los procesos congresuales de los partidos catalanes, con lo que todo quedó en estado de espera.
No se conocen novedades al respecto, pero fuentes gubernamentales indican que el objetivo es que se materialice un acuerdo a finales de enero o principios de febrero. Esa es la hoja de ruta que tiene en la cabeza el Gobierno. La intención es negociar desde entonces las cuentas públicas y poder aprobarlas si se llegan a los pactos necesarios durante el primer trimestre de 2025 o como mucho en el mes de abril.
Para ganar tiempo con Junts, algo que empieza ser una tónica ya muy habitual, PSOE y Sumar han aplazado también la decisión sobre aceptar o no debatir una cuestión de confianza a Sánchez en el Congreso. Junts registró una proposición no de ley (PNL) para ello tras el anuncio de Puigdemont en rueda de prensa. A efectos legales no tiene ningún valor puesto que la figura de la cuestión de confianza solo puede presentarla el presidente del Gobierno. Pero sí la tiene a efectos simbólicos y políticos.
Reconocimiento y foto con Junqueras y Puigdemont
Como también tiene importancia para Junts una suerte de reconocimiento de legitimidad de Puigdemont pese a que la ley de amnistía no se le ha aplicado todavía. El líder de Junts ha pedido expresamente reunirse con el president de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, que rechazó un encuentro con él en Bruselas. También hay quejas sobre que Sánchez no tenga ningún tipo de interlocución con Puigdemont.
El presidente del Gobierno señaló hace algunas semanas que "por coherencia" se debería producir en un futuro un encuentro entre ambos. Pero evitó ponerle fecha. En el Gobierno se andan con pies de plomo teniendo en cuenta que todavía a efectos judiciales Puigdemont no está rehabilitado.
En ERC las exigencias son parecidas sobre la interlocución con Oriol Junqueras, una vez que ya es líder de su partido. En este caso Sánchez sí que habló con el dirigente republicano por teléfono el pasado año. También Félix Bolaños mantuvo un encuentro para firmar el pacto de investidura de Sánchez. Fuentes socialistas no descartan movimientos próximos en este sentido que ayuden a un "reconocimiento" que piden desde ERC.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.